Me Rechazaste

Me Abandonaron

Diana

Me imagino el desastre que debe haber si María no sabe hacer nada y mucho menos sus hijos que son unos buenos para nada.

Cómo decía, me metí por la ventana y me deslice por ella y caí en el suelo.

Y me maree totalmente me quede en el suelo un rato para que se me pasara.

Estoy muy débil y eso es obvio, ya tengo tiempo sin comer nada. No es que me alimente mejor cuando no estoy castigada si no es que no he probado nada desde que estoy encerrada y eso que no desayuné pues no me dio tiempo.

Suspiro mientras trató de juntar los puntos separados de mi vista.

Así que después de unos minutos de tortura al fin me voy sintiendo un poco mejor.

Así que luego de unos minutos me levanto, estoy afuera en la parte trasera de la casa me levanto para entrar al fin. No es extraño no ver a nadie vivimos en una parte lejana de las demás personas por que a María y su familia no le gustaba que me vieran salir de su casa por que una asquerosa omega como yo no tenia derecho a ser vista por nadie.

Y fue peor cuando la señora Sol murió pues ya no tenía donde refugiarme cuando las cosas se ponían feas.

Entre a la casa con cautela pues si me veían me iría peor que antes. Camino un poco lento ya que no me siento bien, miró todo y la sorpresa me embarga.

Salí al fin para darme cuenta de qué la casa estaba vacía, no había nada en la sala. Asustada corrí a los cuartos y están vacíos y la cocina también cosa que a Lucia molesto no teníamos que comer no había nada en la casa me abandonaron seguro para que me muriera de hambre encerrada. Ellos lo hicieron me siento en el suelo a llorar, porque estamos sola lo que significa que no puedo vivir aquí que no tenemos nada y que seamos tenemos que defendernos en la intemperie.

A la mierda Diana deja de llorar me irritas más ahora que tengo hambre— me dice tomando el control de mi cuerpo y como estoy débil, convirtiendo sus ojos en un intenso azul electrónico para salir corriendo por el bosque para cazar alguna presa para calmar nuestra hambre.

Se sentía bien sentir la brisa en mi pelaje, estaba tan hambrienta que cuando nos llegó el olor a pescado fresco todas mis tropas rugieron con fuerza.

Vimos en el lago muchos salmones y corrimos a lago y nos tiramos y devoramos todo lo que podemos comer y así nos pasamos horas que cuando me doy cuenta es de noche pero no me importa me quedo tirada sobre el pasto y me siento cansada y me duermo pensando que me abandonaron de nuevo, pero es un alivio pues ya no tendré que surtir con ellos.

Ahora tengo que cuidarme para que no me vayan a atacar al verme sola.