Las cosas no son incómodas, pero sí extrañas entre Alexer y Apple, no han hablado de lo que pasó la noche que se entregaron uno al otro y actúan como si sus cuerpos no se atrajeran cuál imán al metal. Ellos esconden los deseos que tienen por repetir todo lo que pasó entre las sábanas. ―Dios, esto es una locura. ―Apple llegó con sus mejores amigas, Monique, su excompañera de universidad y Lilith, una lady. ―El trabajo es tan extenso que voy a explotar del estrés y eso que he tenido unos días libres. ―Las chicas parecieron no prestarle la suficiente atención. ―¿Podré yo competir con tu madre y tratar de seducir a tu padre? ―Monique la miró. ―Qué churro de hombre. ―Mordió su labio y Apple la miró con desagrado. ―Papá jamás ha engañado a mi madre, no empezará ahora y con una chiquilla que