―¿Creías que este viaje solo sería por trabajo? ―¿Por qué más sería? ―Se hizo la desatendida, ignorando lo que su cuerpo siente y aparentando que olvidó todo lo que habían hecho desde que llegaron. ―Me encanta cuando finges inocencia, pequeño fruto prohibido… ―La poderosa virilidad amenazó con invadirla. ―Sabes que este viaje fue para que pudieras gritar mi puto nombre sin preocupaciones. ―¡Alexer! ―Gritó tras la inesperada penetración, él se ha hundido por completo en ella de una sola estocada que les sacó el aire a ambos. ―Dios. ―Cerró los ojos. Estaba enojado, había pasado días y él todavía seguía cabreado porque ella salió sin él, ¿Por qué estaba tan molesto? Claro, pensó Apple, su mesa estaba llena de hombres, ya que ellos no dejaban de tratar de llegar a ella y a Lucy, la hija