Al despedirme de Marcus camine unos pasos sonriendo como tonta, la verdad es que, el era encantador y nadie me había tratado tan bien, Su dulzura y amabilidad me derretían como un helado en un día de calor.
Seguí caminando para regresar a mi hotel pero observé que había, una tienda de ropa llamada "Woman" me llamo la atención me acerque y tenían una vacante para trabajar, sin pensarlo entre al lugar. Aunque el nombre era poco creativo para una tienda de ropa de mujer, el lugar llamaba la atención, entre y había una chica de unos 28 años, estatura de 1,60, Cabello rizado color castaño, piel color caramelo. vestía unos pantalones muy ajustados color azul y una blusa beige cuello de tortuga, al voltear pude ver su rostro redondo pero muy tierno y sus ojos grandes color n***o. Sonreía muy amablemente yo me acerque algo nerviosa,
– Buen día, ¿todavía está la vacante para el trabajo.?– ella me observó muy detalladamente y me sonrió
– ¡Por supuesto! ¿estás interesada?– yo mire alrededor con nerviosismo y asentí con la cabeza. –Excelente, lo único que debes traer es tu hoja de vida, ¿tienes alguna experiencia?– yo bajé la cabeza y negué tristemente.
– Tranquila no hay ningún problema, aquí aprendes–. dijo levantando el dedo pulgar, esa chica era tan amable que me incomodaba pero se sentía bien.
Me preguntó mi nombre, a lo que yo respondí con el nombre falso que ahora tenía
–¿Cual es tú nombre.?– suspiré y pensé unos segundos –Eh, me llamo Esther... Esther Carson.– ella sonrió animada
–Genial, Esther mi nombre es Samantha Benson pero, puedes llamarme "Sami"–. yo le sonreí y estreche su mano.
– Entonces espero traigas tu hoja de vida y veremos qué pasa ¿si?– yo afirme animada sentía emoción esperaba tener suerte y poder conseguir ese empleo.
Salí del lugar y Samantha se despidió con la mano, yo sentía como cosquillas en mi estómago, estaba tan feliz y emocionada, faltaba saber como haría para sacar una hoja de vida, tendría que preguntar al portero de mi hotel donde habría una biblioteca cerca.
Seguí caminando y ví una tienda de electrónicos, pensé unos segundos > me encogí de hombros, y avance hacía el lugar, la nueva Antonella ( Esther). Haría cosas nuevas nada de restringirse, ya me había restringido mucho en la vida, y que tuve de eso... Nada bueno, pensé mientras me acercaba al lugar. Observé todo, habían tantos aparatos de última generación que, sentí miedo ¿cuánto tiempo me había tenido encerrada Jackson.? yo estaba mirando las vitrinas, y un joven se me acercó tenía un uniforme que decía "World Cell" me supuse que era el nombre de la tienda,
–Buen, día ¿puedo ayudarle?–. yo observaba todo a mi alrededor con ojos curiosos
–Humm, bueno eso espero... pensaba comprar un teléfono celular pero...– el joven no me dejó terminar la respuesta
–Venga por acá se cuál le servirá–. me guío por el pasillo y había una vitrina más pequeña con celulares un poco más acordes conmigo, ya que no se veían tan grandes, y tampoco me asustaban como los otros, que había en la entrada. Me presento varios modelos, y preferí uno más fácil de manejar ya que hacía mucho tiempo que no usaba uno de esos aparatos. El hizo el papeleo y también introdujo la línea al aparato para ahorrarme el trabajo a mí, le agradecí con una sonrisa y salí de la tienda camine detallando el celular de color plateado y muy fino.
> ese pensamiento me causo gracia.
Al llegar a mi hotel pregunté al portero por la biblioteca más cercana, pero al explicar para que necesitaba ir a la biblioteca, me llevo al recibidor y hablo con la joven que me había atendido anteriormente.
–Hola, Mónica puedes hacerme un favor.– preguntó el hombre a la joven, ella lo miro sin mucha atención ya que trabajaba con el computador frente a ella. – Si, dime ¿para que soy buena?– el me señalo a mí, y yo alcé la cabeza mirando en dirección donde ellos estaban –La señorita necesita realizar una hoja de vida ¿puedes ayudarla?.– ella se llevó una mano al pecho en señal de estar ofendida
–Oh, Jhon me ofende esa pregunta, No por algo estudio computación.– el hizo un chasquido con la lengua, y ella se carcajeo.
El hombre me hizo señas para que me acercara y yo fuí
–Bueno, aquí te la dejo espero la ayudes.– el hombre se fue de vuelta a su puesto de trabajo y yo le agradecí el gestó, enrealidad no pensé que existiera gente buena todavía.
–Voy a necesitar que coloque sus datos aquí, ¿está bien?– yo asentí con mi cabeza, tome el papel y bolígrafo que ella me pasó, coloque los datos más importantes lo último era mi número de teléfono, Agradecía a Dios haber comprado uno, pero no sabía mi número. Tenía algo de vergüenza así que pregunté cómo podía hacer
–¿Puede prestarme su teléfono?– yo se lo extendí, ella marco unos números y llamo a su celular. –Listo, ¿para cuando lo necesita.?– yo estaba tan apenada no quería molestarla –Eh, bueno... lo necesito para mañana pero si usted no pued...– no me dejó terminar la frase y asintió con la cabeza
–Para mañana estará listo– yo le dediqué una sonrisa seguido de un "muchas gracias" y subí a mi habitación, tenía buenas expectativas sobre mañana, si conseguía empleo solo faltaría un lugar donde pudiera instalarme.
Entre al ascensor, marqué el número 6 y llegué al pasillo, estaba en mi habitación. Y me sentía con un excelente animo hoy todo había salido sorprendentemente bien.
Entre al baño para darme una ducha, disfrute del agua tan deliciosa corriendo a través de mi cuerpo. Al terminar cepille mis dientes, luego tomé una toalla para secarme, al salir del baño recorrí toda la habitación con mis ojos y se detuvieron justamente una de las mesitas de noche, ahí estaba la tarjeta que me había dado Marcus, con su número de teléfono... Me quedé observando esa pequeña tarjeta por algunos segundos, pensando...
¿sería apropiado llamarle para aceptar salir con el.?
Con mi dedo índice me daba golpesitos en mi labio superior, decidiendo si llamarle o no, dí unas cuantas vueltas en mi habitación, estaba nerviosa y si ¿Pensaba mal de mí.? No quería eso, entonces esa voz en mi cabeza me volvió a golpear.
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me lancé a la cama boca abajo moviendo los pies de un lado a otro, cuál jovencita de 15 años. tome la tarjeta y luego mi celular para marcar los números, marqué y colgué rápidamente.
> dijo la voz de mi cabeza yo no sabía que hacer, el me ponía muy nerviosa, hasta que suspiré fuerte y tome valentía para marcar. Sonó una sola vez
–Hola, buenas noches Marcus es Esther.– del otro lado de la línea el respondió se le escuchaba animada la voz, eso me reconfortaba, se alegraba de que yo le llamará. > me regaño la voz de mi cabeza y yo sonreí.
–Quería decirle que aceptó su invitación a "Benson park"–
–¿De verdad? ¡será un placer!.– respondió con su voz tan hipnotizante.
–¿Dónde paso a recogerla?– yo pensé unos segundos tendría una actitud positiva, y creo que me darían el trabajo así que le dije en la tienda de ropa, Esperaba me dieran el empleo si no tendría que esperar como estúpida ahí, esa idea me dió risa...
–¿Conoce la tienda de ropa para damas "Woman"?– espere unos segundos y el respondió
–Si, se cuál es–
–¿puede pasar por mi a las 5:30?– calculé esa hora ya que, en uno de los avisos de la tienda tenía ese horario de trabajo.
– ¡Porsupuesto será un placer!– respondió, y todo mi cuerpo se electrificó esa sensación, me daba gusto. Me despedí de él, y el de mí cuando colgué puse la almohada en mi cabeza para ahogar un grito de emoción, me sentía como una colegiala cuando tiene su primer pretendiente. Luego me voltee y quedé boca arriba mirando el techo con una sonrisa de oreja a oreja por fin era feliz, la vida era diferente para mí ahora, cerré mis ojos y suspiré no sé en qué momento me quedé dormida pero una horrible pesadilla me hizo despertar en medio de gritos.
Estaba sudando y sofocada mire alrededor, solo era yo en esa habitación, no había nadie más. Tenía tanto miedo había soñado con Jackson, me tenía del cuello y apretaba muy fuerte no podía escapar, pero era muy extraño... parecía que yo fuera otra persona, una duda me hizo entrar en pánico ¿si Jackson estaba vivo? sacudí mi cabeza y las lágrimas salieron.
–¡No, no puede ser el está muerto!.– dije a la nada, aún después de muerto me atormentaba, el era la peor de las pesadillas.
Coloqué la almohada en mi rostro para gritar y maldecir el nombre de Jackson, Lloré no sé por cuánto tiempo pero fue hasta quedarme dormida.
Desperté y ya había amanecido, agradecía no haber tenido otra pesadilla como la de anoche. Me levanté de la cama, fuí directo al baño para tomar una ducha, terminé de ducharme y salí del baño para arreglarme, hoy esperaba tener suerte. Y poder conseguir el empleo, Me coloque unos pantalones negros un poco ajustados a mi cuerpo, también una blusa azul un poco suelta y zapatos con un tacon pequeño color n***o, recogí mi cabello en una cola de caballo al verme en el espejo me gustaba mi apariencia, tome dinero mi nuevo celular y salí de la habitación. Al llegar al ascensor marqué el primer piso salí, del ascensor y me dirigí a la joven que haría mi hoja de vida, ella me miró con una sonrisa e hizo un gesto de aprobación.
–Pero... mire está usted muy guapa, así consigue el empleo hoy mismo– sonrió la joven, Yo me sonroje un poco, no sabía que me veía así de bien.
–Muchas gracias, es muy amable.– ella me tendió una carpeta que era donde estaba mi hoja de vida.
–Agradezco mucho su amabilidad– le dije con una sonrisa, ella me guiñó un ojo
–Para mí fue un placer.–
Me despedí y salí del hotel, decidí que sería bueno tomar un taxi, me llevo hasta mi destino, cada vez estaba más nerviosa. Camine con pasos muy lentos, hasta entrar a la tienda de ropa y ahí estaba Samantha. Tenía unos pantalones de mezclilla con bota ancha y una blusa transparente que dejaba ver más de lo que se debía. Ella se acercó a mí con una gran sonrisa, – ¡Pero, que linda estás!– dijo mirándome de arriba abajo –Gracias, es usted
muy amable– ella frunció el seño, arrugando la cara en una mueca de desaprobación.
–¿Usted? ¿que edad crees que tengo? ¡ni siquiera estoy casada!.– yo abrí los ojos como platos y ella se carcajeo
–Te lo dejaré pasar por esta vez. Pero a mí me hablas de tú–
–Lo siento, es que...– ella no dejo terminar mi frase
–Si, bueno ¿tienes tu hoja de vida?– yo se la extendí y ella la tomo la observó detalladamente. Luego me dí cuenta que había cometido un error, no la revise antes de entregarla pero ella no dijo nada al respecto, todo parecía en orden.
–Bueno, quiero ahorrarme el trabajo de entrevistas y eso, Así que te daré la oportunidad a tí ¿necesitas el trabajo?– yo afirme muy animada
–¡Excelente! comienzas hoy mismo.– yo estaba tan feliz que la abracé de la emoción
–Muchas gracias, gracias de verdad no te arrepentirás.– reaccioné y me dí cuenta que la había abrazado, la solté de inmediato muy apenada. Ella se estaba riendo
–Es un placer, bueno comencemos.– yo no lo podía creer tenía empleo, El primero en toda mi vida estaba tan feliz. > Pensé sonriendo.