—¿Cómo es que tu mamá te dejó salir hoy? Estábamos tumbados en nuestras toallas, secándonos después de divertirnos en el agua y comiendo bocadillos. —No lo hizo, pero creo que ahora confía más en mí porque esta mañana se fue a trabajar sin pedirte que vinieras—, Zayn se tumba boca abajo, apoyándose en los codos y pasando los dedos por la arena caliente. Hay un cómodo momento de silencio entre nosotros. —Juguemos a las veinte preguntas—, dice Zayn. —¿De verdad? ¿De verdad responderías a mis preguntas? Asiente. —Vale, empezaré yo. Dijiste que tu padre nunca está. ¿Por qué? —Está en el ejército—dice con facilidad, como si conociera todas las preguntas que le hago y hubiera practicado cómo responderlas. —Mi turno—dice—¿Quiénes son esas personas de las fotos de tu pared? Sabía que las