Si todavía no encuentras el dulce del postre, agítalo tal vez esta en el fondo. Me acomodaba enseguida mientras intentaba quitarle el telefono de aquel hombre, este simplemente sonriendo lo guardo en su bolsillo. —Ese es mi objeto personal, no puedes revisarlo por nuestro contrato—una risa juguetona se podía ver en el. —Entonces no me tomes foto sin mi consentimiento, y menos en el sexo—le dirigía una mirada como si quisiera que fuese acido para derretirlo. —Bueno, ya que estamos aquí vamos a comprar tu vestido, iba a enviar a Rosa, pero aprovechamos y llegamos juntos a la fiesta—Comentaba aquel hombre de manera neutra ayudándome a salir del auto para sentarme en el asiento de copiloto donde yo procedí a colocarme el cinturón de seguridad. El se dirigía al asiento de piloto colocándo