Después de que el día de trabajo finalizara, Dominic salió de la oficina y comenzó a deslizarse por los pasillos de la empresa, dirigiéndose hacia el ascensor. Mientras avanzaba, sacó su teléfono y llamó al Dr. Martínez, el especialista encargado de la operación. —Hola, Dr. Hord— saludó Dominic, tratando de mantener la calma en su voz. —Dominic, me alegra saber de ti. ¿Has tomado una decisión?. Dijiste que solo llamarías cuando eso fuera así— respondió el doctor al otro lado de la línea. —Sí, he decidido que quiero arriesgarme con la operación— dijo Dominic, sintiendo una mezcla de nerviosismo y determinación. —Sé que los riesgos son altos, pero estoy dispuesto a correrlos. Quiero recuperar la movilidad completa, no solo por mí, sino también por mi familia. El Dr. Hord se tomó un mom