Dominic llegó a casa aún con consciencia, unos o tres tragos no fueron suficientes para embriagarlo. Al llegar a la mansión, toma su ascensor y se dirige hasta la habitación de Juliette. Al ingresar la ve durmiendo plácidamente, parecía que estaba soñando en algún lugar perfecto para ella. Extiende su mano y toca su vientre, sintió mariposas en el estómago, había un feto que Juliette decía que era de él, eso lo hacía sentir emocionado. La mañana siguiente, Dominic se despertó temprano, decidido a llevar adelante su plan sin preocupar a Juliette con los detalles. Bajó a la cocina y se encontró con ella preparando el desayuno. Ella le sonrió al verlo entrar. —Buenos días, amor— dijo Juliette, acercándose para darle un beso en la mejilla. —¿Dormiste bien? —Buenos días— respondió Domin