Marina. Miro el agua verde azulada que tiene el mar, es una maravilla, un placer a la vista, mi sueño hecho realidad, venir al caribe siempre fue mi sueño y ahora se esta haciendo realidad, Michel me sonríe donde sabe que estoy que grito de alegría muy poco contenida. —AAAAAGGGGG ME ENCANTAAAAA. —lo abrazo colgándome de su cuello—. Gracias gracias. —le doy besos por toda la cara—. Estoy muy felíz gracias. —Te lo mereces Mari, eres una gran mujer. —vamos a la playa así nos metemos, va con unos shorts mostrando su cuerpo tonificado y todo tatuado, y yo decidí comprarme una maya con una mini pollerita porque me avergüenza mostrar mi cola, solo con Michel no tengo esa vergüenza. —Que blanca la arena. —El agua debe ser una delicia. —buscamos el lugar privado y ahí podemos dejar nuestras co