Marina.
—¿Este?. —doy una vuelta y él me mira de pies a cabeza.
—Me gusta.
—¿Pero?.
—No como para navidad. —bufo donde ya me voy probando como veinte vestidos y ninguno lo convence—. Dámelo así lo llevas igual porque te queda espectacular.
—Uno más... Uno más y ya, si no me elijo uno de esos o de los que tengo en casa.
—Uno más y listo. —me pruebo uno que es bastante atrevido para mí, pero quiero probar—. ¿Lista?.
—Creo que este. —salgo del probador y ahí me miro en el espejo inmenso que hay, se para al lado mío mirándome de pies a cabeza—. ¿Te gusta como me queda?.
—Es muy corto Mari. —sí, es muy corto pero me siento un poco atrevida, es n***o, parece recto pero la figura me la acentúa igual, tiene dorado en los hombros y por debajo de la falda, un corte recto en el cuello que deb
