Capítulo 2

4509 Words
Marina. —Hola Mai. —Hola preciosa. —agarro a Oddette en brazos dándole muchos besos en sus cachetitos—. Que hermosa viniste, pero si eres una preciosidad Oddi. —Papi ijo o mismo. —la mira a su mamá asintiendo. —Y tu papi tiene toda la razón hermosa. —me siento siempre con Ara que viene sola con los nenes y así puedo darle una mano con sus hijos, su pareja viene debes en cuando y creo que sólo para hacerle compañía no porque este interesado en servir a Dios. —Mai... Tío Miyel ijo que eles muy tonta y mamá se onjo montón. —la miro a la nena y siento deseos de llorar sin saber porque ese comentario me afecta si ya me lo han dicho mucho—. ¿Polque ijo a esas cosas? No me busta a mi que iga esas cosas. —Harley, eso es una mala palabra. —se tapa la boca abriendo gigante los ojos y Ara me mira mordiéndose los labios como disculpándose—. Y no se dice lo que se escucha, esta muy mal, es de mala educación. —Peldon, no pasa mas mami. —Oddi se quiere bajar de mis brazos y yo me siento estúpida porque me afecta mucho. —Perdón por eso Mari, me siento mal ahora. —No pasa nada, no fuiste la que dijiste eso. —la miro sonriendo a ver si así se tranquiliza, me inclino agarrando a Baram que se inquieta en el carro donde ve a sus hermanos y el dentro del carro atado para que no se caiga—. Creo ese efecto en casi todos los que me conocen, que ya no es una sorpresa para mí. —En mi no creaste esa impresión. —me abraza y apoyo mi cabeza en su cabeza donde las dos estamos con un bebé en brazos—. Eres la persona más maravillosa que conozco, no dejes que ese comentario te lastime, Michel es un bocaza que se cree la gran cosa, por eso dice lo que dice creyendo que tiene derecho de decir tonteras. —Ya me di cuenta. —quedamos en silencio un rato hasta que pega un salto asustándome. —Ooh casi me olvido... Harley, Oddi tomen. —les pasa algo y vienen las dos frente a mi sonriendo a no dar más. —Invitamos muestro pumple Mai. —Puedes il. —me rio dándoles un beso a cada una en la frente, leo la tarjeta viendo que es en dos semanas. —Muchas gracias chicas... Y si voy a ir a su cumple, gracias por invitarme. —Gacias. —Espeamos. —miro a Ara que asiente a lo que dicen, a estado enseñándoles a responder y la verdad que no sé como logra que sean tan educadas. —Llevo unas tartas de frutas con crema y unos cupcake, mándame por mensaje la temática así lo hago acorde a lo que se lo vas a hacer. —Dale gracias, me ayudarías un montón porque me pone loca la preparación, ando a las corridas. —Dale, y si puedo ayudarte con algo más te aviso. —Buenísimo, que buena que saliste Mari, siempre ayudando en todo. Pasan los días en donde se acerca el cumpleaños de las nenas y estoy loca terminando las cosas que les hice y no lo hago por la plata o para que me anden alagando y dando las gracias, sino porque considero a Ara como mi única amiga y tengo entendido que entre las amigas se ayudan sin esperar nada a cambio, que es exactamente con las intensiones que la ayudo, sin nada a cambio, me encantan sus hijos porque son unas ternuritas y súper educados, las nenas bien pitucas y les gusta todo lo que sea súper femenino, según Ara dice que ella no las enseña así, sólo a que estén bien sentadas y todo lo que tenga que ver con modales pero después ellas solitas aprendiendo todo lo demás, pensando en eso recuerdo que tuve dias bajones estos días por el "tonta" del primo del marido de Ara, Miyel le dijeron las nenas pero no tengo idea de como se llama en realidad ya que ellas pronuncian como les sale y no quiero preguntar porque van a creer que me importa ese hombre descarado cosa que no es así, pero aunque parezca que me importa por como estuve en realidad lo que más me duele es lo que juzga la gente, siempre me dijeron que soy estúpida o tonta, o que no tengo idea de la vida por el simple hecho de asistir a la iglesia y llevar una vida cristiana, eso es lo que me duele, porque él debe pensar lo mismo que los demás piensan al verme, que soy una persona manejable todo por mi religión. Saco la última ronda de cupcake y voy decorando los que ya están fríos, Ara me dijo que la temática era de lunares así que es fácil de hacer, fondo blanco y lunares rosas, sencillo y rápido, aunque si hubiera sido otra la temática igualmente lo iba a hacer aunque me lleve mucho tiempo lograrlo. Estoy lavando el piso para dejar mi casa en orden donde no me gusta el despiole menos ver algo sucio, termino de enjuagar el trapo de piso cuando suena el timbre, corro a abrir pensando que es Exequiel que se apiadó de mi al venir a buscar las cosas ya que sino debo irme en taxi, pero quedo de piedra viéndolo del otro lado de la puerta. —Me mandaron a buscarte ¿ya estas lista?. —mira su celular sin prestarme nada de atención, demostrándome que es un sufrimiento el estar acá. —Ya termino, espérame un poco. —no es quien yo pensaba pero al menos me va a llevar. —Apúrate, empieza en veinte minutos y no quiero llegar tarde todo porque no te apuras. —Si, me apuro, ya vengo. —cierro dejándolo afuera y ahí preparo las cosas, en realidad de poner todo en las fuentes que compré para que este todo lindo, abro y esta en el mismo lugar—. ¿Me ayudas con esto por favor?. —¿Qué?. —se saca los auriculares mirándome intrigado. —¿Si me ayudas con esto? Son varias cosas las que tengo que llevar, no puedo sola. —Me vas a manchar el auto con todas esas cosas así. —mira la bandeja en mi mano y me mira a mi muy serio—. ¿Acaso no tienes algo con tapa?. —No. —si tengo pero me enfurece este hombre por eso prefiero llevarle la contra tal como él hace conmigo—. Es lo único que tengo. —Nooo. —mueve un dedo delante mío chasqueando la lengua—. En mi auto no vas con todo eso así, me lo vas a manchar todo ¿Y después como lo saco?. —Bien, no hay problemas... Llamo a un taxi, ve no mas que vas a llegar tarde. —Obvio que me voy a ir, no voy a quedarme acá como un pelotudo. —saco el celular de la cartera y marco un número que me han dado confianza hasta ahora. —Hola... Si, sabes que... —me lo saca cortando, se ríe mirándome como si fuera chistoso lo que hace. —Te estaba molestando no es para que te pongas así, ¿acaso no sabes lo que es un chiste?. —lo miro seria, más que nada con ganas de mandarlo a freír churros, tiendo mi mano pidiéndole el celular—. No te enojes nombre horrible. —marco de nuevo y entro a la casa cerrando con fuerza la puerta. —Hola... Disculpe pasé a cortar ¿me mandaría un taxi?. —paso la dirección y mientras espero a que llegue cambio los taper para no llevar tantos y ya estoy lista. —Te estaba molestando, de verdad no te enojes. —golpea la puerta sin parar y grita del otro lado, tocan bocina y es el taxi que al fin llegó. —Permiso, déjame pasar por favor. —esta justo tapando la puerta. —Vamos en mi auto, vas a gastar plata al pedo. —abre los brazos negando—. Vamos al mismo lugar mujer, no seas terca. —Déjame pasar. —se corre sin decir nada, subo todo al taxi y vuelvo por mi billetera. —Fue un chiste, ¿Acaso no tienes sentido del humor?. —una vez cerrado me subo al taxi ignorándolo, se hace el chistoso y pretende que no reaccione a nada, es un idiota de primera. —Al pelotero rayito de luz por favor. —Si. —le mando mensaje a Ara que ya estoy llegando así no piensa que la dejo clavada donde ya es la hora—. Disculpe señorita. —¿Si?. —El muchacho ese que estaba en su casa ¿Es su pareja?. —Mmm no. —guardo el celular en la cartera mirándolo por el espejo—. ¿Por qué lo dice?. —Viene atrás de nosotros. —me giro viendo que es así, me hace señas pero me giro sin saber que es lo que quiere—. ¿Quiere que lo pierda?. —No no... Vamos al mismo lugar, solo que no quiso llevar las cosas en su auto por eso tuve que pedir un taxi. —¡Ah!. —cuando llegamos esta Exe afuera esperando para ayudarme con las cosas, me mira duro cuando me bajo del taxi. —Buenas, ¿Cómo estas?. —Mandé a Michel a buscarte. —mientras me saluda vemos como estaciona el loco ese y baja azotando la puerta—. ¿Qué pasó?. —Nada. —con Exe vemos como va al taxi y paga sorprendiéndome. —La verdad manejas para la mierda capo ¿Cómo tienes licencia para llevar gente?. —Exe va y lo corre cuando parece que lo quiere bajar del auto. —Disculpe. —el pobre hombre no sabe que hacer—. Puede irse no pasa nada, esta medio loco. —Si... Loco me puse cuando pasó dos semáforos en rojo. —el hombre se va y yo los miro, el tal Michel me apunta furioso como si fuera una nena chica que no hice lo que quiso—. Te fui a buscar carajo, y me dejaste ahí como un pelotudo... Te dije que fue un puto chiste ¿acaso no tienes sentido del humor?. —miro a Exe que se agarra la cabeza mirándolo sin creer tal como yo también estoy. —¿Ara esta adentro?. —Si. —Voy entrando las cosas entonces. —voy con unas cosas y Exe las otras, las dejo en la mesa y me giro a ayudar a Exe, pero sonrío cuando las nenes vienen corriendo. —Pero si están bellísimas princesas. —están con vestidos iguales, blancos con lunares rosas y zapatitos rosas, su pelo largo suelto con una hebillas de brillos muy hermosas. —¿A gusta?. —Siii mucho, me encanta como están vestidas. —las beso y de la carterita saco dos sobrecitos pequeños. —Ojjj. —Harley se tapa la boca con dramatismo, amo eso, de verdad, me fascina cuando lo hacen—. ¿Qué es?. —¿Poemos ablil?. —Siii... Pero secreto. —los abren sacando dos cadenitas con un dije de corazón partido, cada una tiene una mitad que si lo juntas se pegan gracias a un imán que tiene—. Es igual al mío. —les muestro el que llevo puesto y jamás me lo saco—. La otra mitad la tiene mi abuelo y estamos unidos... Ustedes igual. —Oojjj... Es helmoso Mai gacias. —De nada hermosas. —se los pongo y se van a mostrárselo a todos los que van llegando, dejo mis cosas en una mesa y voy a ayudar a Ara—. Te ayudo Ara ¿Qué hago?. —¿Puedes llevar gaseosas?. —Si. —salgo a repartir a todas las mesas, en eso lo veo revisando mi bolso, me voy cruda hacia él—. ¿Qué haces?. —¡Ay mierda!. —¿Deja eso qué haces?. —Nada. —sonríe y yo estoy furiosa. —Es mi cartera y la estabas revisando. —No te robé si eso te preocupa. —Me preocupa que la estabas revisando sin mi permiso. —se la tengo que sacar de las manos donde no la suelta—. ¿Qué querias que lo hiciste sin mi permiso?. —Nada tranquila. —siento ganas de darle una cachetada y eso me asusta, jamás sentí deseos de golpear a alguien, pero él me genera eso desde que no lo conozco. —Tio ¿Ayuas?. —Si amor. —me sonríe mientras se va corriendo a ver para que lo llamaban y yo me muerdo los labios para no decirle nada. ***** Michel. Esta con su cartera puesta ahora, no la suelta para nada pero hice lo que quería hacer y ya se va a enterar qué es, Exe me mira raro y yo también me miraría de la misma manera si pudiera hacerlo ya que parezco un pelotudo de primera y eso que no me veo pero lo siento, siento clarito lo terriblemente pelotudo que estoy siendo, pero no puedo evitarlo, me sale natural la verdad. —Cortemos la torta. —grita Exe para que todos lo oigamos donde hay mucho bullicio. —Sssiii. —aplaudo y grito y todos se ríen, cantamos haciendo las nenas se pongan muy felices, más hermosas no pueden ser mis princesas. —Michel ven a sacarte fotos. —Si. —voy donde ella agarrándole la mano asustándola donde no se lo esperaba, estaba en un rincón intentado de pasar desapercibida pero de mi no puede esconderse. —¿Qué haces?. —Vamos a sacarnos fotos. —¿Eh?. —la llevo a la rastra donde hace fuerza para frenarme pero no surte efecto, nos gano atrás de las nenas sonriendo, paso mi mano por su cintura abrazándola y sonrío. —Buena Michel, te lo tenias guardado eh. —esta seria y roja de vergüenza pero yo sonrío a no dar más. —Pase... —Espera Ara. —alza la mano mirándola—. Yo sola por favor ¿puede ser?. —Si obvio. —me corro así tiene su foto como quiere y no puedo dejar de mirarla, las envuelve con un brazo a cada una y sonríe mirando la cámara. —Gracias. —va a su mesa y yo atrás, me siento mirándola fijo de frente—. ¿Qué?. —aún están todos sacándose fotos así que podemos estar un rato tranquilos. —¿Qué de que?. —Uufff que insoportable. —me rio viéndola mirar para otro lado. —¿Porqué te enojas tanto conmigo?. —No lo hago. —Si lo haces... Ahora estas roja de furia. —me vuelve a mirar y niega. —No sé de que hablas. —Que mala que eres para mentir. —doy un golpe en la mesa para después cruzar los brazos y así estar más cómodo—. Nooo, yo en tu lugar me tomaría la molestia de practicar un poco mas porque no te sale para nada mentir, tu cara dice todo. —¿En qué miento si se puede saber? No estaría entendiendo de lo que hablas. —En todo mientes. —Pero dime algo en específico, soy de las personas que se les debe decir todo bien claro o no entiendo de que hablan, como no entiendo de que hablas cada vez que abres la boca. —Bueno, mientes en como que finges que estas a gusto acá y no es así... Mientes en que esa sonrisa es real cuando en realidad es más fingida que no sé qué. —alza las cejas sin decir nada—. Mientes que en que en realidad no estas enojada conmigo sino que estas nerviosa. —Bien... Si, estoy a gusto ¿Quién dijo que no? Mi sonrisa si es real porque estoy feliz y es genuino cosa que por lo que veo no sabes lo que es porque te dedicas a aparentar que eres el chico alegre y jodon que todos se comen menos yo, y eso que no te conozco. —intento hacer de cuenta como que no concuerdo con lo que dice porque si que me sacó la ficha enseguida—. Y si ¿Sabes que si estoy nerviosa?. —¿Puedo saber porqué lo estas?. —se inclina un poco hacia adelante como si le fuera a contar un secreto y yo mas sonrío creyendo que por mi causa que esta así. —Porque me dan ganas de mandarte a la mierda nombre de marica y que seguro tu mamá no te debe querer ni un poco por ponerte ese nombre asqueroso que llevas. —se para agarrando sus taper y me mira furiosa—. Y déjame de joder de una vez que no te puedo ni ver, me tienes re podrida. —no se despide de nadie, corro hacia ella antes de que salga. —Te llevo. —me mira que me come—. Déjame llevarte a tu casa así no gastas en un taxi. —Déjame de joder ya te lo dije. —Dale no seas así te llevo. —estiro los brazos impidiéndole la pasada—. ¿Prefieres pagar otra vez un taxi antes de que te lleve gratis?. —me empuja para poder salir donde no me muevo, me giro y todos en el salón me están mirando. —JUUUJUUUUY HIJO... ESTA DURA LA MUCHACHA. —se ríen de las palabras de mi abuelo que está muy alegre gritando como si para mi fuera gracioso que me trate de esa forma. —Ya va caer, ya va a caer van a ver... No se puede resistir a este bombón. —Creo que va a caer de lo insoportable que te pones con ella, nada más. —Y de pura lastima porque no va a aguantar ver como te arrastras atrás de ella como vienes haciendo que de hecho es muy vergonzoso. —A mi me parece perfecto. —entre mis primos dan sus opiniones de si lo que hago esta bien. —Ya vengo. —Déjala en paz hijo. Igualmente salgo atrás de ella sin escuchar a mi mamá que me dice que la deje en paz y aún de las burlas de mi familia por como actúo con Marina que ni yo entiendo bien que me pasa, voy apretando el volante por el pelotudo del conductor, volvieron a mandar el mismo y parece un demente al volante, es como que va corriendo una carrera o lo están siguiendo porque hasta se adelanta a los demás vehículos, cuando queda segura en su casa vuelvo al cumpleaños porque aún no termina y me siento mal en haber hecho que se vaya cuando aún no terminó. Juego a la pelota con mis primitos y después hay un asado en casa de Exe, siempre terminamos los cumpleaños en un asado en familia. —¿Y Marina ya se fue?. —Exe me mira muy enojado pero me hago el pelotudo que me sale re bien. —¿La muchacha dura de Michel?. —Si, ya se fue. —Pero... —Ara agarra su celu y llama—. Mari te fuiste, ¿Qué pasó?... Noooo, ahora vamos a hacer un asadito y quería que vayas... Pasamos por tu casa nos queda de pasada y no llevamos tantas cosas como cuando veníamos Dale quédate lista ahora vamos. —corta y nos mira negando—. Dice que tenía todo el vestido con crema, que un nene le apoyó las manos en la espalda para no caer y la manchó asi que se fue a cambiar. —Aaaa es verdad. —miro a mi mamá que me sonríe, no sé si para ayudarme o hundirme más, porque se hace la otra y somos iguales de jodones—. Tenía unas marcas azules, yo la vi. —Bueno... Nos queda de pasada Exe. —Pero después hay que llevarla de nuevo Ara y ya estoy cansado. —Mas vale Exequiel, no va a tomar un taxi a esas horas. —lo dice muy enojada, tanto que Exe cambia la cara de cansado que tenía. —No lo digo para que no vaya pero no doy más gordita, hacen días que estamos saturados. —Le digo a tu papá entonces si después la puede acercar ya que queda de pasada, quiero que vaya, es mi amiga. —Esta bien, yo le digo a mi papá, sino también puede Seba que le queda de pasada. —Yo la puedo llevar. —todos me miran y Exe no con buena cara—. ¿Qué? Tengo que llevar a mi mamá también así que no voy a hacerle nada ni pretendo hacerle nada. —Yo no desconfío de eso. —¿Entonces de qué?. —¿Porqué tanto interés de golpe?. —Naaa... Ni te creas eh. —¿Entonces?. —Mami mami Ezem cayó. —Exe sale corriendo sin pensarlo y soy salvado, pero mi mamá sigue mirándome. —De mi no te salvaste... Y quiero saber lo mismo que Exe ¿Porqué tanto interés de golpe con esa chica?. —No hay interés alguno mami... Me divierte nada más. Vamos todos donde Exe y me pongo a hacer el asado, nos vamos turnando entre todos y me toca junto a Manuel y Yasserley, como somos tantos es mucho lo que hay que cocinar y nos debemos ayudar o sino quedaría todo crudo y somos de los que comemos la carne bien cocinada, nada de a punto o rosada no, debe estar cocinada en su totalidad y usamos la mejor leña que podemos conseguir, a veces mi abuelo se va hasta el campo a buscar leña porque acá mucho no hay y la que venden a veces te cagan de que es una madera buena y resulta que nada que ver. Me paro derecho cuando la veo llegar, se cambió completa y esta mas relajada con esa ropa, aún está con pollera pero es una que parece tipo deportiva con una remera simple y zapatillas deportivas rosas, la verdad que le sienta bien, no es nada que la envejezca y la verdad que las veces que la he visto se viste bien, demostrando que es cristiana pero no vieja, sino simple y sencilla pero muy femenina y delicada, me mira de reojo poniéndome medio nerviosa ya que hay algo que no me deja tranquilo con ella, pensando en eso la veo entrar con Ara a la casa. —Disculpen la tardanza, pasamos a comprar para las ensaladas que nos habíamos olvidado. —No pasa nada, recién empezamos. —la veo a cada rato salir a ayudar con la mesa acomodando las cosas y habla con todos riendo. —Es muy linda. —miro a mi tío Hardy asintiendo, es el único que no me ha dicho nada ni reído de mi actitud con ella—. Es joven ¿Tendrá la edad de Ara?. —Espero que no. —niego al darme cuenta de lo que dije—. Unos mas calculo yo porque suena muy madura por como habla. —¿Pero quieres algo serio con ella?. —Solo me parece atractiva y me gusta molestarla, no pienses otra cosa. —Mira que el chiste tiene patas cortas Michel. —lo miro alzando las cejas. —¿No era la mentira?. —El chiste también. —mira a Anna que se ríe a boca abierta con las demás, no le saca la mirada de encima a su mujer—. O vas de frente o va a creer que solo quieres joder nada mas, y no va a tomarte para nada en serio después cuando quieras aclarar tus sentimientos, va a pensar que sigues bromeando... Y vas a salir muy lastimado si te declaras y no te toma en serio. —me mira fijo a los ojos—. Madura un poco hijo, no jodas con la mujer por la que tienes sentimientos y a mi no me lo niegues que te conozco bien. Me siento a su lado a comer y esta incómoda pero no dice nada obviamente porque no somos su familia, entonces no va a decir nada de que la incómodo o que se quiere cambiar de asiento, intento de no hablar tantas pavadas para que vea que soy un hombre con mis años puestos, pero me puede y al final me suelto diciendo boludeces que todos se ríen a carcajadas, hasta a ella le escucho la risa por lo bajo, eso me pone muy contento donde se suelta y se ríe de lo que suelto. Aunque me rendí no me desubico con las cosas que digo, está toda mi familia y los nenes, lo que menos quiero es parecer un degenerado o pervertido por las cosas que digo, en realidad no soy de decir cosas atrevidas, he estado en reuniones en donde hacen muchos chistes con cosas de las mujeres y eso a mi no me causa nada de gracia, y siempre digo que mi mamá me crió mejor que eso, hablo pavadas pero no atrevidas ni con malas palabras, ¿las digo? si, pero no todo el día ni en todo momento. A la noche la llevo con mi mamá hasta su casa, me bajo y la acompaño hasta su puerta para asegurarme que queda a salvo, abre y ahí me mira con una sonrisa cálida. —Gracias por traerme, eres muy amable de venir por mi y después traerme. —juega con sus manos mientras le miro su boca que de pronto la encuentro apetecible—. Fui muy mal educada hoy en la tarde, no debí tratarse así cuando viniste muy amablemente por mi. —No pasa nada no te preocupes, te hice un chiste que no tenia nada de chistoso y pretendí que te rías cuando solo confundí las cosas. —No vemos entonces, ¿quedamos bien?. —Si, nos vemos. —alzo la mano y entra, cuando vuelvo al auto mi mamá sonríe sin parar—. No digas nada, no quiero escuchar nada, ya el tío Hardy me anduvo poniendo los puntos. —No lo iba a hacer tranquilo. —la dejo en su casa y ahí voy a la mía, me acuesto y decido escribirle. Michel—. Holaaaa. —sale leído pero no responde—. ¿No vas a responder?. Marina—. Disculpa no sé quién eres. ¡Te has equivocado de número!. Michel—. Si miras mi foto de perfil vas a saber quién soy. Marina—. No tienes o te hubiera dicho por tu nombre. —me fijo y tiene razón, que pelotudo que soy, me olvidé de poner foto. . .
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