Con la segunda manifestación de aquella extraña criatura que les perseguía, esta vez fue distinta la situación, porque hubo un ataque directo de la criatura y Adila había sido la víctima de aquello. La encontraron tirada en el suelo de su habitación, sollozando y abrazándose mientras su hija, entre lágrimas acariciaba su espalda para quererle ayudar, sin éxito claro está. Nina, la pequeña de ocho años había sentido como algo se había subido a la cama que compartía con su madre y antes de que pudiera reaccionar ahí estaba aquel gran animal alrededor del cuello de su madre. Ella fue la que gritó tan fuerte que la víbora se había asustado para irse por la ventana, la niña lo había visto todo, pero Amin había dudado que aquel animal se fuera por ahí, así que una vez más mandó no solo a los sir