Escapar a la playa... Cuando ella susurró a mi oído aquellas palabras, mi corazón brincó de emoción al saber que por fin tendríamos un tiempo para nosotros solos. Las vacaciones de verano habían dado inicio y nada podía ser mejor ya que no habrían tareas, ni peleas entre mis amigos Mat y Katy o el fastidioso de Ken, enamorando a Candy cada vez que ella y yo nos disponíamos a charlar, nada de eso... Solo paz y tranquilidad. Cuando arribamos el atardecer al fin había llegado y nos sorprendía con sus tenues matices luminosos, aquel sutil sonido del movimiento de las olas y el viento rozando nuestros rostros era lo más pacífico que, al menos yo había vivido desde hace mucho tiempo, sin duda no pudimos haber escogido un mejor día para venir a este lugar a relajarnos un poco. Fue un día bas