No existía momento del día en que no se viera a Sandy con su bolso de mano, y lo que guardaba allí era muy inusual en ella. El personal de servicio, incluyendo a John y a las chicas del orfanato la habían visto trabajar en un tejido al que, por más que quisieran ver de qué se trataba no le hallaban ni pies ni cabeza al asunto; llegaron a pensar que era muy mala en la costura. Seth era quien más cerca de ella estaba, pero ni siquiera por esa razón el muchacho sabía qué estaba tramando la chica con tanto esmero en sus, para él, hábiles manos para lo que se encontraba realizando. Lo único que podían pensar era que, sea lo que fuera era algo importante para ella, ya que había dejado su agenda bastante vacía de actividades y aquello sí que era extraño en su comportamiento. Era evidente que Sand