El perdón.

Capítulo 2

-Elisa - se pasa las manos por el cabello - mejor ve a bañarte, voy a alzar el desorden que deje en mi estudio - reniega mentalmente, quiere creerle pero una parte de él siente asco de tocarla a sabiendas de que pudo estar con alguien mas.

-Claro, ya te dije... estos climas me ponen mal, no tardo - se aleja visiblemente nerviosa, mientras se baña no puede evitar sentirse culpable y oler el aroma de Juan Ernesto se muerde el labio mientras se talla la piel dejándola casi roja pretendiendo borrar las caricias y besos recibidos de otro, definitivamente necesita recuperar su matrimonio escucha el teléfono sonar.

-Ah hola Constanza - contesta Gabriel - se esta bañando, si claro yo encantado de tener por acá a Natalia, no no hay problema ya sabes que Elisa se la vive en el consultorio, además que sirve para que tu hermana me haga un poco de compañía mientras hago mis pinturas - sonríe con cierta amargura, siente a su cuñada mas preocupada por él que su propia mujer - estoy atento.

-¿Quien era? - aparece Elisa con un vestido un poco escotado y hablando un poco melosa a lo que Gabriel la mira sin entender.

-Constanza me pidió permiso para dejar a tu hermana con nosotros un par de días pues le salió un viaje a un congreso y no tiene con quien dejarla - Elisa sonríe - ¿Qué quieres?.

-¿Acaso no puedo tratar así a mi esposo? - contra ataca, Gabriel la mira un poco desconfiado - hace mucho no estamos juntos - se acerca a besarle - tienes razón en que hemos estado un poco alejados - él intenta creerle - estoy saliendo del caso de Juan - ella sonríe para ocultar los nervios que le producen ser descubierta - podemos irnos de viaje si quieres - propone acariciando sus brazos - o intentar ser padres.

-Elisa - resopla - ¿Por qué de repente quieres tener un hijo conmigo?, estos años te lo he pedido desesperadamente y siempre dices lo mismo "ahora no puedo, estoy en un punto de mi carrera donde un bebé se interpondría en mis planes" - le recuerda con dolor esas palabras.

-Ya te dije que siento que es tiempo - "mientes" le grita su inconsciente "lo haces para compensar tu infidelidad de meses" - ¿Qué dices? podría ser lindo tener un bebé en casa - mueve nerviosa sus manos encima de la tela del pantalón de su esposo - deberíamos de aprovechar antes de que venga Natalia y no nos de tiempo para estar juntos - descaradamente le baja los pantalones, Gabriel gruñe - hace tanto que no te veía así - acota sonriente de ver el tamaño y grosor de su erección - déjame consentirte por las veces que no hemos estado juntos.

-No tienes que hacerlo sino quieres - gruñe intentando mantener el auto control - nunca te gusto hacerlo y si ahora no quieres no hay problema - cierra los ojos, Elisa mueve sus manos con gran pericia, eso hace pensar a Gabriel en muchas cosas como por ejemplo ¿Dónde aprendió a hacerlo tan bien si antes odiaba verle desnudo? deja de lado ese pensamiento y se centra en el placer que esta recibiendo.

-Eres mi esposo y mereces una compensación por las veces que te he - "traicionado" le grita su conciencia - dejado solo - se lo mete a la boca, aprieta con los labios y usa los dientes - te amo Gabriel...

Sigue dándole placer, se levanta el vestido dejándolo ver su desnudez sin mas lo introduce en su interior gime fuertemente perdiendo el control "ya habías olvidado el placer que recibes de tu marido" sigue gritándole la voz de su conciencia, Gabriel se decepciona al sentirla menos estrecha de lo recordado eso le recuerda que tal vez Julia tenga razón y si tiene un amante, él mismo que le enseño a hacer una excelente felacion, no piensa mas pues se deja ir dentro de ella, Elisa esta tan concentrada en su propio placer que no se da cuenta que para Gabriel fue un momento mas, esta vez no le pidió mas se limito a darle lo que ella necesitaba para él esta vez fue solo "coger" ya no se sintió ligado a ella como solía sentirlo. Gabriel sigue dándole placer y recibiéndolo por momentos se olvida de lo que su corazón le grita entregándose a una tarde y noche de sexo, al amanecer un poco amargado se pone los pantalones de pijama va a su estudio y mientras toma un poco de vino mira el brillo que sus ojos ya no tienen.

Elisa le ha propuesto tener un hijo pero por primera vez siente que ese no es el camino, ya no se ve siendo padre de un hijo de Elisa, la ama y esa intriga lo esta carcomiendo. Necesita comprobar si es verdad o no, si fuera mentira podría volver a entregarle su corazón y darse la oportunidad de ser padre. De lo contrario no podría volver a verla como antes, se concentra en pintar y por primera vez en ese campo de su vida hace una pintura que dista mucho de la alegría que emanaba su alma, es una pintura que denota soledad y tristeza dos cosas que desde hace unos meses son la constante en su vida.

Elisa con la sabana cubriéndola busca a Gabriel, no lo encuentra pero escucha un mensaje de texto que le llego al celular.

"Cariño no puedo olvidar lo maravilloso que la pase contigo, estoy deseando que sea mañana para volver a verte y tenerte como nos gusta, adoro tu boca en mi..."-Juan.

Con un sentimiento de culpa tira el celular al piso, necesita hacer que Juan Ernesto entienda que la de ese día fue la ultima vez, que esa relación se acabo y lo arrepentida que se siente. Se dio la oportunidad de buscar en Juan  lo que creyó no tener en casa, estando equivocada pues lo tenia y durante su sesión de "amor" con Gabriel lo re descubrió, solo estaba agotada de la monotonía, Gabriel era perfecto un marido y amante maravilloso pero al empezar con un nuevo pedido tuvo que centrarse en trabajar desde casa haciendo las cosas mas hogareñas de lo usual y allí estaba Juan Ernesto siempre adulador y presente invitándola a todo tipo de eventos, halagandola hasta que un día su deseo fue mas fuerte que el amor a su marido y terminaron en un hotel... olvidándose de sus principios.