Anonadado, contempló cómo la figura esbelta de la joven bajaba para encontrarse con él. El conjunto provocaba que los pocos atributos de Camila se notaran como si fuera la modelo de un catalogo de lenceria. Había visto a muchas mujeres con conjuntos parecidos y muchas de ellas, eran aún más atractivas que Camila y por supuesto mucho más expertas, pero la diferencia, además de lo obvio, era que Camila parecía un ángel, sólo le faltaban las alas y la aureola para ser una de verdad. "¿Seré yo el demonio que arrancará las alas de este bello ángel?" Sonrió para sí mismo, complacido, no esperaba jugar al demonio perverso que le mostraría al ángel los verdaderos placeres de la vida, pero ya estaban ahí y el ángel estaba preparado para él. A camila le temblaban las piernas, era natural, estab