Enith venía con los nervios de punta al ver que Elio manejaba tan despacio como una abuela en plena autopista “tener un carro deportivo y desperdiciarlo de esa manera” pensó Enith para sus adentros resoplando a través de la ventana mientras veía el camino iluminado por las luces de la calle que adornaban la noche. — Manejas como abuela, entiendo que en mi carro lo hagas así porque tienes miedo, pero ¡dios! tienes un ferrari y lo desperdicias de este modo —dijo Enith tocando los acabados del tablero y consultando constantemente el velocímetro. — Ja, me llamas abuela al volante cuando tú te sientes Toretto en un chevy 2001. — Es un atos 2008 y lo aprovechó lo mejor posible como lo haría Toretto con cualquier carro, en cambio tú teniendo un auto deportivo de esta gama, lo desperdicias a