¡¿Stripper?!

Capítulo 8

Miro de mala manera como se aleja y más tarde sale la amigis. Veo como camina, como perra faldera detrás de Inuyasha, muy maduramente le saco la lengua mientras empiezo a teclear en el computador.

—Kagome — levanto la vista y me encuentro con unos de mis traidores compañeros de trabajo.

—¿Pasa algo? —Pregunto dándole atención.

—¿Cómo sigue tu lindo trasero? —Pregunta coqueto y pongo los ojos en blanco.

—Pregúntale a tu pene — menciono levantándome y dándole una patada en las bolas — a una dama como yo no se le preguntan esas cosas — murmuro con los brazos cruzados mirándolo de mala manera.

—Una dama tampoco anda pateando bolas — levanto la vista y mis mejillas arden cuando veo a Sesshomaru mirándome serio.

No te descubrieron, pero igual serás despedida

—Claro que lo hace — lo desafío con la mirada — cuando alguien te falta el respeto — me siento en mi silla y lo ignoro tecleando.

—¿Sabes que puedo hacer que te despidan por ignorarme? —Pregunta y suspiro.

—Si me quisieras despedir no estuvieras aquí contándomelo — murmuro y vuelvo a ignorarlo.

—Será divertido venir aquí — murmura antes de darse vuelta y toparse con señorita silicona.

—¡Sesshomaru! —Chilla y corre, la miro sorprendida ya que lleva unos tacones bien altos.

—¡Kagura! —Sonríe fingidamente.

—Tenía tanto sin verte — murmura y me descubre observando la escena — ¿se te perdió algo? —Pregunta y yo ruedo los ojos.

Los ignoro y hago mi trabajo olvidándome de la voz chillona de la amigis. Una hora más tarde ya están fuera de mi vista y me doy el lujo de poner mis planes vengativos en marcha. Tomo el teléfono que me consiguió Miroku y marco el número correspondiente.

—Buenos días—responde una dulce voz.

—Buenos días, tengo una noticia que puede serle de mucho interés—me cubro la boca para no reír.

—Por supuesto, ¿cuál es?—pregunta más interesada.

Iras al infierno y yo no te voy a visitar

—Descubrí que el gran Inuyasha Taisho es gay y mantiene una relación en secreto—miro bien para que nadie me oiga y mi cara debe de verse terriblemente diabólica.

—¡¿Qué?!—chilla emocionada—¿tiene pruebas de eso?—pregunta nuevamente.

—Por supuesto y se las mandaré anónimamente ya que no quiero que mi persona se vea afectada en todo el escándalo—murmuro con la oreja pegada al teléfono.

—Muchas gracias señorita, esperamos las pruebas—cuelgo y chillo de la malicia en mi lugar. Quiero ver como el jefecito va a manejar este escándalo que se le viene.

Me levanto acomodando mi cabello y camino hasta la cafetería ya que es hora de almorzar y mi estómago lo sabe.

Ubico a Sango quien esta distraída mirando a Miroku con una bobalica sonrisa. Parece una loca acosadora, creo que ni pestañea.

—La baba cae—murmuro sentándome frente a ella.

—Solo estás celosa de que yo tengo un sexy crush y tú no—dice desviando la mirada hasta Miroku.

—Tengo a un maldito y muy sensual moja bragas vampiro llamado Damon como crush—ella me mira sonriente.

—Pero no puedes acosarlo ni robar sus bóxeres porque no trabaja contigo—levanto mis cejas y mi ceño se frunce.

—¿Acaso robas los bóxer de Miroku?—pregunto confusa y sus ojos se abren.

—Ni que estuviera loca como tú—suspiro aliviada. No sería nada bonito que tu mejor amigo te diga que están robando sus bóxer y tú saber que es tu mejor amiga.

—Creo que si Damon tuviera su virginidad intacta también se la robo—ella se carcajea.

—Señoritas, ¿las puedo acompañar?—miro encima de mi hombro y Miroku nos mira con una sonrisa.

—Claro, puedes sentarte al lado de Sango ya que tengo un calor del demonio—murmuro mientras devoro mi comida.

—Hola Sango—la estúpida de mi mejor amiga solos sabe darle una sonrisa fantasiosa.

—Ya puse mi plan en marcha—murmuro captando la atención de ambos.

—¿Qué planeas?—pregunta él.

—Pronto lo verás—mi diabólica sonrisa los alerta a ambos.

—Si no te conociera juraría que un demonio o algún espíritu extraño te posee—me carcajeo negando.

—Chicos, tengo que volver a mi puesto—los dejo solos mientras camino hasta la oficina del jefecito. Como lo suponía, siempre a esta hora deja el teléfono sin contraseña.

Lo tomo y mando los mensajes necesarios para luego borrar todo y lo pongo nuevamente en su lugar. Una muy alegre sonrisa aparece en mis labios.

—¿Qué haces en mi oficina?—me sobresalto y creo que el corazón saltó fuera de mi pecho.

—¡Por Dios!, no me asuste así—veo la comisura de su labio elevarse.

—Hice una pregunta—ruedo los ojos.

—Quería informarle que Jaken ya recibió el mensaje que me mandó a darle—soy buena para las mentiras.

—Puede largarse, ya me molesta verla—¡maldito!

Salgo bailando al perreo por dentro, lo que le espera al jefecito. Mando todas las pruebas y solo me queda esperar mañana a ver qué tal.

En otras noticias, el gran e imponente Inuyasha Taisho, es gay.

Ayer nos enviaron todas las pruebas. El hombre más codiciado no será de ninguna mujer pues ya un hombre reina en su corazón.

La verdad esto era lo último que se esperaba, todavía sigo impactada con la noticia. Aquí les dejo los captures de conversaciones que tiene con su apasionado chico.

My amorshito

Amor, ¿cuándo nos veremos?

Empresario caliente

Pronto corazón la verdad es que todavía no puedo, estoy muy ocupado con la empresa y esas cosas.

My amorshito

¿Cuándo le dirás a tu familia lo que eres y que nos amamos?

Empresario caliente

Siento tenerte que ocultar, pero es difícil para mí decirle a mi padre que soy gay. Él espera grandes cosas de mí y no quiero defraudarlos. Inu No Taisho aún no se puede enterar.

My amorshito

Te entiendo corazón, descuida, siempre estaré aquí para ti.

Empresario caliente

Por eso te amo.

Como podemos ver nuestro sueño platónico es gay y está perdidamente enamorado como para ponerle a su pareja my amorshito. La verdad es que siempre pensé que Inuyasha Taisho sería más que esto, lo veía con niños y una mujer, pero al parecer nada es lo que parece. Se despide de ustedes amados televidentes su conductora Koharu, muchas gracias.

Miro sorprendida el programa, pensé que esperarían por lo menos a que sea mañana. El jefecito debe de estar echando fuego por las orejas.

—Kagome, ¿por qué creo que tú tienes que ver en todo esto?—pregunta Sango sentándose a mi lado mientras se carcajea.

—La venganza es tan dulce—murmuro con la sonrisa de la mujer de satanás en el rostro.

—Recuérdame jamás meterme contigo—sonrío mientras niego tranquila.

Más tarde nos encontramos en el bar donde hoy hay más mujeres que hombres. Algo muy extraño. Miro interrogante a Sango y ella se encoje de hombros sin saber.

—Al parecer a las chicas les vuelve locas el nuevo stripper—murmura Kikyo mirándonos de reojo.

Nunca nos hemos llevado muy mal, pero tampoco bien, la relación entre Kikyo y yo es tan extraña.

—¿Sabes quién es?—pregunto curiosa.

—La verdad no, pero para poder verlo tendrás que esperar el final ya que será el show de cierre—asiento en comprensión—por cierto, ¿cómo es que el chico guapo del día ese es gay?—pregunta con los ojos bien abiertos—no parecía nada femenino y mucho menos que le agrade que le den, o también puede ser que sea él quien otorgue el placer—no hago más que soltar una carcajada—la verdad ya tenía unas lindas fantasías que quedaron trizas al ver que un maldito hombre lo tiene. Juro que me pondré pene a ver si me quiere, porque es todo un adonis que me comería con

—Calma fiera—la freno riendo—¿tienes vomito verbal por qué?—ella se enoje de hombros.

—Estoy nerviosa—murmura.

—¿Y eso por qué?—por el rabillo del ojo veo que Sango sale en camino hacía el camerino.

—Mi hermana Kaede está enferma y bueno, creo que es algo grave, tengo miedo de que algo le pueda pasar a pesar de que ya no es una niña y tiene sus grandes diecisiete años, pero para mí es una bebé aún—en silencio admiro a Kikyo.

Su madre la abandonó a la edad de 17 años con su pequeña hermana y ella ha salido adelante, le lleva exactamente 6 años a su hermana. Es una gran mujer, aunque a veces los egos se le suben por los cielos y no hay quien la detenga. Le doy una sonrisa de boca cerrada.

—Todo estará bien—pongo mi mano en su hombro mientras me encamino al camerino.

Cuando llego me coloco el vestuario y me maquillo tipo gótica y la verdad ni me reconozco. Miro a Sango quien anda un poco pensativa desde muy temprano.

—¿Me dirás que te pasa o tendré que sacarlo a la fuerza?—pregunto observándola. Ella dolo se mantiene en silencio—Sango, ¿qué pasa?—pregunto sentándome a su lado.

—Es... Miroku—murmura.

—¿Qué pasó?, ¿le tengo que cortar las bolas?—pregunto mirando con amenaza.

—Me invitó a salir—un grito de felicidad se escapa de mis labios ante la felicidad de mi amiga.

—¡Eso es genial!—chillo nuevamente.

—Pero lo rechacé—ok, ahora no entiendo nada.

—¿Por qué?—mantiene una rara expresión.

—Él está siendo sincero y yo le oculto que soy una stripper, ¿qué pensará cuando se entere?—me mantengo en silencio.

—No te juzgará, si lo hace no vale la pena—contesta y ella me da una sonrisa de boca cerrada.

—Eres la mejor, ¿te lo han dicho?—limpio una invisible paja y la miro.

—Creo que antes de nacer querida—ella golpea mi hombro de manera juguetona mientras me levanto para dar los últimos retoques a mi atuendo.

Salimos cuando escuchamos que ya es hora de nosotras mover estos sexys cuerpos. Bailamos de manera estupenda y cuando termina, gracias al cielo, no tenemos turno en la barra por lo que caminamos de regreso al camerino y mi mirada se topa con otra que me deja paralizada mientras mi corazón retumba de mil maneras distintas.