No te preocupes.

1867 Words
—De acuerdo, te oigo —sonríe amable la castaña. —Primero quisiera confesarte: yo te fui infiel con Alai —suspiro —, todaviamos eramos novios cuando fui a su casa y...tuvimos sexo. Dess se queda en silencio unos segundos donde pareció estar procesando lo que acabo de decir, finalmente solo asiente alejando un poco su mirada de mi. —Sinceramente lo esperaba —confiesa con voz templada. —¿Enserio? —Claro, se notaba a kilómetros que estabas muy interesado en ella —ríe —, de todas formas que mal que hayas hecho eso ¿Sabes? —Lo siento mucho, Dess. La castaña sólo asiente observando el suelo detenidamente, ya casi nos estábamos quedando sin dulces y snack's para seguir comiendo, la tarde avanzó y aprovechamos para ponernos al día con nuestras vidas. Luego de West High las cosas se tornaron difíciles para ella, Dess me cuenta que su madre había enfermado y su padre encontró un especialista en Rusia que prometía poder curar su cáncer, por eso fue que la sacaron de la escuela antes de la graduación; vivió tres años en Hamburgo pero decidió volver a América ya que no terminaba de sentirse cómoda allí. —¿Y estás sola aquí? —ya vamos de regreso, debo descansar para el entrenamiento de mañana y Dess sólo me acompaña. —No, claro que no. Mi padre está aquí, y cada tanto viaja hasta Hamburgo para visitar a mi madre, ella quedó al cuidado de mi hermano Beth —explica moviendo sus manos en forma ansiosa. —Espero tu madre mejore, recuerdo que era una mujer muy dulce conmigo en mi adolescencia. —Oh si, ella sigue preguntando por ti —suelta una carcajada corte y tímida —, recuerdo que se enojó conmigo cuándo le dije que rompimos. —¿Más allá de que te hayan secuestrado y golpeado por mi culpa? —la miro confundido. —Dice que eso no fue tu culpa —se encoje de hombros —, oye respecto a tu confesión de esta tarde... —¿Si? —También te debo una disculpa —frena su andar posicionándose enfrente de mi —, en esa época se ne había safado un tornillo. Sabes, estaba recién llegando de la competencia internacional y apenas puse un pie en Los Ángeles fuiste tú en lo primero que pensé. Luego ya sabes, en aquel partido corrí, te besé pero tu ya estabas interesado en alguien más. —Si, supongo —elevo mis cejas. —Perdí el control, fui una idiota y me comporte como una maldita perra toxica loca, siento mucho haber sido tan mala contigo. —Está bien, no tienes que preocuparte ya por eso. Pasaron cinco años, todo esta bien entre nosotros —le sonrío, ella suspira aliviada. —¿Podríamos ser amigos? Digo, ambos estamos en Denver y pasaremos gran parte del dia en el mismo lugar —me recuerda haciendo una graciosa mueca —, es reconfortante y emocionante tener a alguien importante de mi pasado aquí y ahora. —Claro, estoy de acuerdo. Sé que seremos grandes amigos. Retomamos el camino y varias calles después llegamos a casa de Bruney, su madre se encontraba arrodillada en el jardín cortando las hojas secas de sus rosas rojas, al verme la anciana me sonríe. —Yo me quedo aquí —pellizco la nariz de Dess, ella me quita alejando su cara. Odia que haga eso. —No hagas eso —me regaña arrugando su entrecejo —, nos vemos mañana, Steven. —Qué descanses Williams. En forma de saludos chocamos palmas y ella se marcha colocándose los audífonos bailando disimuladamente. Al entrar la señora Bruney me mira pícara subiendo y bajando sus cejas, me indica que me acerque junto a ella. —Buenas tardes, señora Bruney —la saludo y ella tira de mi mano arrodillandome en la tierra a su lado. —Dime Julie —me indica antes de cortar una rosa y dejarla en mi mano —, a una muchacha tan bonita como esa le debe gustar mucho que le regalen flores como esta. —¿Chica como...? ¡Oh, no, no! Dess es una vieja amiga de la secundaria —le explico —, mi novia está en Los Ángeles ahora mismo. —Creí que era tu chica, esa la de las piernas largas —se mantiene en silencio pensativa durante unos minutos –, noté que te miraba con mucho aprecio. —Nos queremos mucho, la conozco desde hace tiempo. —No diré nada solo porque no conozco a tu novia, pero de todas formas te diría que le regales esa rosa, es un bonito detalle —me sonríe y asiento aceptando su sugerencia —, bueno vete. —¿Qué? —Qué te largues de mi vista, deportista. Necesito momentos a solas con mi jardín y tu peinado me perturba. ¿Mi peinado? ¿Que tiene de malo mi cabello? Me largo del jardín sin hacer ningún tipo de pregunta, supongo que ningún familiar Bruney es del todo muy normal, eso explicaría muchas cosas respecto a mi entrenador. Entrando por la sala lo diviso frente al televisor, con su pierna estirada sobre la mesa ratona y su cuerpo desparramado por el sofá; en su vientre reposa un enorme tazón de tocino, huevos revueltos, arroz con salsa y una enorme lata de cerveza. —¿Cómodo? —me río. —¡California! Siéntate aquí parásito, juegan los Chiefs en quince minutos, si pierden tendré que patearte el trasero —me señala —¿Apuestas? —Le agradezco, pero me daré un baño y dormiré un poco, mañana debo entrenar. —¡Ja! Gallina, cómo todo carilindo de Malibú —me provoca —, tu te lo pierdes. —Créeme, lo sé. Nos molestamos por unos minutos más antes de que suba a la habitación, voy a aprovechar para llamar a mi chica, la estoy extrañando horrores. Estoy por marcarle cuando una videollamada de Peter ocupada mi pantalla. —¡Hermano! —sonrió al verlo. Pit se encuentra recostado con Britney a su lado, ambos me miran sonrientes y ansiosos. —¿Qué hay, futura estrella de los Broncos? —saluda alegremente mi mejor amigo. —Aquí, estaba por llamar a mi chica pero también quiero hablar con ustedes, los extraño. —Ouh, y nosotros a ti cuñis —Brit le quita el teléfono a Pit para enfocarse ella —¿Cómo salió todo? ¿Estas emocionado? ¿Cuándo te veremos de nuevo? —Todo perfecto, mañana es la primera práctica. Siz estoy muy emocionado y respecto a cuándo nos veremos...esperaba poder ir el fin de semana a Los Ángeles, pero aún no hablé con Bruney. —Tenemos una noticia para ti —vuelve a enfocar a Pit —, iremos a verte en el partido amistoso ¡Sacamos entradas para la primera fila! —¡¿Qué?! ¿Hablas enserio? —¡Si! ¿Mi hermana no te lo dijo? —No, la verdad no —frunzo mi ceño extrañado —, se le habrá pasado. —O quizá era una sorpresa y tu ya la delataste —habla Peter, yo me río. —¿Está con ustedes? Puedo observar como intercambian miradas entre ellos sin saber que responder, comienzo a sentirme incómodo ante el silencio y sus actitudes, carraspeo llamando su atención nuevamente, ambos me miran indecisos. —Uhm, casi no vemos a Tyson. Desde que llegamos se la pasa en casa de Parker y apenas contesta nuestros mensajes. —¿Está en casa de los padres de Leighi? —Parker vive sólo, Noah. Él tiene un pequeño depa en San Diego —explica su hermana —, estuvieron aquí en L.A con nosotros el primer día y luego se marcharon en la madrugada de ayer. Creí que sabias. ¿Qué carajos me están contando? Alai no dijo nada de San Diego, ni de Parker ni de un puto depa a varios kilómetros de donde se suponía ella estaba. Me mintió descaradamente diciendo que iría de visita a casa de mi madre que estaba esperando verla con ansia ¿Y ahora esto? Me siento completamente desconcertado, no comprendo porqué demonios resulta que ahora mi novia me esconde cosas y miente. —¿Hermano te encuentras bien? —la voz de Pit me regresa a la realidad. —Si, sólo estoy un poco sorprendido. —No te preocupes, de seguro se le pasó decirte que estaría en casa de Parker —intenta alivianar el ambiente Britney. —Si, seguro es eso. Oigan, intentaré hablar con ella ¿Si? Los llamaré mañana de camino al gym del estadio. Ambos asienten apenados pero la verdad no es lo que me inquieta ahora mismo, tras cortar la videollamada intento comunicarme con mi novia pero por más llamadas que haga ella no responde. Suspiro empezando a creer que me están tomando por idiota, busco entre mis contactos y marco al viejo número de Leighi, espero que aún lo conserve. Uno, dos, tres pitidos y...¡Bingo! —¿Si? —reconozco su voz al instante. —Pasame con mi novia, tarado. —¿Quién demonios eres y por qué me llamas tarado? —Mi nombre es "Soy" y mi apellido "Tu peor pesadilla", Leighi pasame con Alai. —¿Steven? —ríe al reconocerme —, buscas a la rubia ¿Verdad? —No, a tu abuela. Deja de hacerme perder el tiempo y pasame la llamada. —Claro, déjame que la despierto —deja sonar otra estúpida e irritante de sus risitas, segundos después de oye cómo llega hasta ella —, tu novio. La línea queda en silencio unos minutos antes de que su respiración comience a oírse cerca del micrófono. —¿Alai? —Hola bebé...¿Sucede algo? —Si, te llamé mil veces y no contestas mis mensajes tampoco. Supe que estas en San Diego —respondo indiferente. —Si, estoy en casa de Parker, él, uhm...¿Cómo supiste? —¿Cómo supiste? Sólo eso dirás. Creí que estabas en Los Ángeles, creí que verías a mi madre y resulta que estas en quien sabe dónde, con el idiota de Leighi, mintiendome y evitando hablar conmigo ¿Qué carajos contigo? —Noah no te estreses, encerio no es nada malo. Sabes que Parker es mi mejor amigo y solo quería pasar tiempo con él —su voz suena molesta. Lo que me faltaba. —Sabes que ese no es el problema, la cosa aquí es que me hayas mentid... La llamada se corta dejándome a medio hablar. Alejo el celular de mi oreja mirando incrédulo la pantalla, mi novia acaba de cortar la llamada en pleno debate de porqué carajos me oculta cosas y me miente. Comienzo a creer que las cosas entre nosotros no estaban tan bien como pensaba, si ni siquiera puede sentir la confianza o tener la voluntad de decirme que iría a San Diego con el estúpido de Leighi, no me opondría jamás, no soy de esos chicos super absorbentes y controladores...pero estaba tranquilo sabiendo que ella estaba con nuestros amigos y familiares pasando tiempo juntos, resultó ser que no era así. ¿Por qué sintió necesario mentirme?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD