The Disaster

Capítulo 7

Cuando desperté me encontré cómodamente acostado en mi cama. La fiesta no fue tan mal como yo pensaba, creo que lo que mejoro la fiesta fue el hecho de que estuve conversando con Benjamín, eso fue lo que hizo que la fiesta se guardara en mi memoria como un recuerdo bueno y dulce. Después de que Benjamín se fuera, mis amigos me obligaron a seguir bailando por lo que tenía las piernas adoloridas, como si hubiera estado en la clase de educación física. Después de un rato se pasaron de tragos por lo que estuvieron ebrios cuando los lleve a sus casas en mi auto, Carter no estaba en condiciones de conducir además de que decía bastantes incoherencias.

Pude ver entre la gente a Benjamín hablando con unos tipos que se veían bastante “rudos" lo cual me hizo pensar mucho en su círculo social ¿con que tipo de personas se relacionaba él? Los tipos no parecían de la universidad ya que se veían un poco mayores y además estaban repletos de tatuajes y piercings, lo que hizo que me preocupara por la seguridad de Benjamín. Deje de pensar en eso y me concentro en todo lo demás como en que no me caí en ningún lado o no hice el ridículo como de costumbre en un lugar atestado de gente, me preguntó que podría ser lo que impidió que eso sucediera.

Me levante de la cama con mi habitual torpeza mañanera, me puse las pantuflas y abrí las cortinas para dejar que el sol ilumine mi habitación. Era una bonita mañana de domingo, lo cual me levanto mucho el ánimo. Baje hasta el primer piso y me encuentre a toda la familia desayunando. Les di los buenos días y voy directo a la cocina a por mí plato de leche y cereales para desayunar, no tenía mucha hambre cómo era costumbre en mí. Tome asiento junto a mi hermana y comienzo a comer.

- ¿Qué tal la fiesta? - preguntó Cristopher dejando de mirar el periódico.

- Me divertí - admití dejando ver en mi voz la sinceridad - fue muy gracioso ver a Carter borracho.

- ¿Tú no bebiste? - quiso saber Lauren.

- Solo un vaso y fue la cosa más horrenda que he probado en la vida ¿Cómo es que a las personas les gusta eso?

Christopher comenzó a reírse a mi costa, yo lo ignore y comí mi desayuno en silencio, menos mal que hasta ahí dejaron el interrogatorio y el resto del desayuno transcurre en silencio para mi gran alivio. Cuando termine, fui hasta la cocina y lave mi plato. Subo a toda prisa hasta mi habitación para poder llamar a Carter y saber cómo está.

- Hola - respondió el teléfono con voz ronca.

De seguro lo habré despertado.

- ¿Cómo está mi mejor amigo?

- Con un dolor de cabeza que amenaza con matarme. Prométeme que no dejaras que beba nunca más por cierto anoche no pude evitar vomitar en mis zapatillas favoritas.

¡Asco! Pero la imagen de él vomitando como un volcán por toda su casa me resultaba un tanto divertida pero al mismo tiempo asquerosa. Anoche en cuanto toco la tapicería de mi auto se quedó dormido lo cual agradecí ya que de no ser así tendría que levantarme inmediatamente a lavar mi auto por segunda vez.

- Vaya, que asco. Deberías tomarte algo para la resaca. Estoy seguro que estás del asco - musite con voz burlona - tienes suerte de que tengas todo el día para ponerte bien.

- No lo creo. Estoy seguro de que moriré - murmuró tosiendo.

- Espero que te mejores, anoche te excediste.

Si yo hubiera estado cerca de él, lo hubiera detenido pero estaba tan ocupado tratando de enrollarse con alguien que no vi la forma de detenerlo sin hacerlo quedar mal con quién sea que haya estado. Los recuerdos de la charla con Benjamín se cuelan en ese preciso momento por lo cual suelto una pequeña risita.

- ¿De qué te ríes Reed? No es para nada divertido - mascullo molesto.

- Lo siento, me acordé de algo.

- ¿De Benjamín? - preguntó, burlándose de mí.

- Jodete - repliqué - como sea. Me tengo que ir, voy a adelantar unos cuantos trabajos.

- ¿Enserio? ¡Es domingo! - dijo alarmado.

- Lo sé. No me tardaré mucho.

- Me los pasas el lunes.

Puse los ojos en blanco y cuelgo la llamada, deje mi teléfono sobre la mesita de noche pero de repente vibró anunciando una notificación. Encendí la pantalla y me doy cuenta de que el mismísimo Benjamín Gray ha comenzado a seguirme en **, me quede paralizado por un instante mientras lo procesaba. Entro en la aplicación y sin mente decido seguirlo a él también y revisar parcialmente su perfil. Su foto era una en la que estaba esbozando una sonrisa arrebatadora de medio lado y llevaba el pelo revuelto como siempre. Veo otras cuántas fotos y me sorprendí al darme cuenta de que no sale mal en ninguna ¿Cómo podía hacerlo? Yo tendría que tomarme mil fotografías para decidirme a subir solo una, y eso sí la subo.

Mi corazón palpitaba con rapidez con cada foto que veía y sentía como sus ojos dorados intensos me miraban a través de la pantalla. Debía admitir que sus fotos me lograban intimidar y no sabía porque, supuse que era porqué también lo hacia fuera de las fotos. Me salgo de su perfil cuando otra notificación suena ¡Madre mía! ¡Era un mensaje de el! Oh no.

Benjamín: me sorprende saber que uses una red social.

Su mensaje me ofendió un poco, a veces creía que yo era tan aburrido para el que le sorprendía que yo hiciera ciertas cosas ¿Por qué será? Aunque cabe admitir que me sorprendía a mi más, que él se haya tomado su tiempo para buscarme. Escribo un mensaje lo más rápido que puedo, como no estaba acostumbrado a escribir, lo hice con varios errores que para mí suerte se corrigieron con el auto corrector.

Jude: a mí me sorprende que me hayas encontrado.

Su respuesta es inmediata.

Benjamín: soy muy bueno en estas cosas.

Jude: ya lo he notado.

Benjamín: ¿Qué harás al rato?

Su pregunta dejaba mucho a la imaginación ¿Acaso quería verme? Resultaba idiota pensar que eso pueda pasar. Además ¿Por qué querría verme? No creo que conmigo pueda hacer algo muy emocionante, y lo conocía lo suficiente para saber que yo podría llegar a aburrirlo con mi falta de habla.

Jude: no haré nada. Es domingo.

Benjamín: ¿Puedo pasar a tu casa? Me encuentro muy aburrido en mi residencia.

Jude: temo que si vienes, te aburras aún más.

Benjamín: Jude, ya dejé en claro que me pareces intrigante. No creo que puedas aburrirme.

Jude: en ese caso puedes venir.

Benjamín: mándame tu ubicación.

¡Mierda! ¿Cómo se hacía eso? Me levante de un brinco y fui corriendo a la habitación de mi hermana, le pido que me ayude con eso y le agradecí que lo hiciera por mí. La tecnología y yo no congeniábamos para nada y dudaba que algún día me interesara saber cómo funciona de verdad.

Benjamín: estaré en tu casa a las cinco.

Jude: muy bien.

Apague mi teléfono y me dedique a organizar mi cuarto para distraerme y no estar mirando el reloj para verificar que ya se acerca la hora de que él llegara. Ordene todos mis discos y mis libros favoritos mientras pensaba en Benjamín ¿Que tendrá en mente? Aún no lo conocía del todo por lo que no creía que fuera buena idea dejarlo entrar a mi casa, así que sería mejor que fuéramos a dar un paseo o algo por el estilo. Estaba muy confundido con todo esto ¿Por qué yo? Tenía bastantes amigos, mucho más divertidos que yo y aun así decide pasar tiempo conmigo un domingo. Sinceramente no sabía qué pensar, jamás alguien había querido pasar tiempo conmigo además de Carter y no sabía que es lo que se debía hacer en estos casos, aunque puede que él tenga ya algo planeado y así no me tenga que quemar la cabeza en encontrar algo que hacer con el.

Aunque pensándolo bien, no creía que sea tan complicado. En la fiesta charlamos con tal naturalidad que me dejó completamente asustado ¡Yo no era así! Cuando hablaba con una persona nueva era como si estuviera haciendo una presentación en público y la voz me salía forzada; así me pasaba siempre, pero no era el caso con Benjamín. Hablaba con él como si lo conociera de muchos años, ni siquiera sabía cómo era eso posible además de que yo fui quién se acercó a hablarle a él en la tienda y aún no sabía cómo es que tuve el valor de hacerlo. Siempre evite hablar con las demás personas en mi entorno y con él era completamente diferente, como si desde el principio me atrajera a hablarle. Para mí era uno de los misterios más grandes del universo.

Terminando de ordenar mi habitación y dejando cada espacio brillante y como nuevo, me puse a hacer los trabajos que tenía para la semana y así no estresarme después por eso. Era de los que hacia las cosas de una vez para tener después todo el tiempo del mundo, y podía decir que me ha funcionado a la perfección desde que tengo memoria. Yo era todo lo opuesto a Carter que siempre dejaba todo para última hora o me lo pedía a mí para copiarse, aún no sabía cómo es que era su amigo si éramos tan diferentes. Él quiere ir a fiestas y encontrar pareja y yo por el contrario quería quedarme en casa y leer algo o ver una película sin que nadie me molestara, tener pareja siempre lo había visto muy lejos de mi alcance y dudaba mucho que con mi vida social pudiera conseguir una ¿Quién podría fijarse en mí? Si alguien lo hacía es porque estaba completamente loco.

Lauren me llamo para almorzar pero lo cierto es que no tenía mucha hambre. De solo pensar en que en cuanto me vea con Benjamín pueda meter la pata y no solo hablo de hacer o decir algo que lo estropee todo con él, sino de meter la pata literalmente en donde no debería y caerme y hacer la mayor vergüenza de mi vida, los dos sentidos de la palabra me aterraban por completo. Quería que todo saliera bien hoy y no alejar a Benjamín cómo lo hacía siempre con las personas.

Lauren compro alitas de pollo y enserio que lo agradecí, ya que no era nada pesado para mí, y el nudo de mi estómago se abrió un poco para poder dejar pasar unos cuantos trozos de comida.

- ¿Vas a hacer algo hoy? - preguntó Cristopher con curiosidad.

- Si. Voy a pasar el rato con un amigo.

- ¿Carter?

- Otro. Es compañero de la universidad.

Toda mi familia me miro con las cejas levantadas como si la idea de que yo tuviera más amigos fuera un gran acontecimiento, lo cual me hizo sentir un poco ofendido pero no los culpaba, sabían que no tenía mucho contacto con la gente por lo que consideraban difícil para mí tener algún nuevo amigo aparte de los que ya tenía. Incluso los sorprendí cuando les presente a Ginger y a Stephan aunque ellos son mis amigos porque Carter se acercó a hablarles a ellos y por tanto ellos se acercaron a mí, ya que en ningún momento me despegaba de Carter en los primeros días de universidad.

Para cuando terminamos de almorzar era las dos de la tarde y mi ansiedad crecía a cada minuto, volví a mi habitación a seguir con mis obligaciones hasta que dieron las cuatro de la tarde. Entre a toda prisa al baño y me duche lo más lento que pude para relajarme un poco y pensar positivamente, cosa que no hacía muy a menudo porque mi mente era demasiado pesimista. Mi subconsciente me pedía a gritos que me tranquilizara y que todo iba a salir bien, no tenía porqué preocuparme si Benjamín era solo un amigo ¿Por qué tenía una reacción tan exagerada? Me enjabone el cuerpo, luego me echo champú en el pelo y lo aclaro con el agua. Salí de la ducha unos minutos después y corro a mi habitación para vestirme.

Mire en mi armario lo que tenía para ponerme y me decidí por unos vaqueros ajustados que me hacían un poco de justicia, una camisa oscura a rayas anchas manga larga y unos zapatos blancos. Creo que voy muy bien en realidad considerando mi falta conocimiento en la moda moderna. Mire el reloj y mi corazón dio un brinco en mi pecho, ya eran las cinco. Mi respiración se aceleró radicalmente y las palmas de mis manos comenzaron a sudar desenfrenadamente. Me di un último vistazo en el espejo y me di cuenta de que tenía las mejillas muy rosadas lo que le dio a mi pálido rostro un toque de vida y en especial cuando escuche que mi teléfono vibro. Era un mensaje de texto de él.

*Estoy frente a tu casa, baja ya*

Me asome por la ventana y era cierto. Ahí estaba de pie en la acera. En la espalda lleva el estuche de una guitarra lo cual me recordó lo que me había dicho en la fiesta. Iba vestido con una camiseta vino tinto, unos vaqueros negros y unas zapatillas también negras. Lo mire sonriente y corrí lo más rápido que pude hacia las escaleras teniendo cuidado de no tropezar y para cuando llego a la puerta y agarro el picaporte, me sentí realmente feliz y ansioso de que estar con él.