Capítulo 6

1949 Words
Camine detrás de él, completamente hipnotizado. No tenía control alguno sobre mis pies y estos me llevaban por las escaleras milagrosamente sin tropezar y pasar una vergüenza absoluta. Benjamín se abrió paso entre la gente lo que me facilitaba moverme a mí, era una casa muy grande y espaciosa con cosas muy elegantes que serían una pena que se perdieran. Con tantas personas, alguien podría robarse algo de aquí. Pronto me di cuenta de que íbamos a la pequeña terraza de la casa en donde había pocas personas, Benjamín se giró para verme y me dedicó una deslumbrante sonrisa. Yo estaba súper mareado y no sabía si era por el o por la cerveza, probablemente sea la última. Abrió una puerta corrediza de cristal y me invito a que pasara yo primero, agaché la cabeza con las mejillas rojas y pase por su lado llenándome las fosas nasales de su perfume, que olía extremadamente bien. Suspire y luego gire el rostro en otra dirección antes de que me embriague de su encantador aroma. Habían unas cuantas parejas aquí arriba lo que me resultaba incómodo, los mire con disimulo y más de una se estaban besando ¿Por qué decidió traerme aquí? Me gire para mirarlo pero el ya venía detrás, puso sus manos sobre mis hombros y me lleva más adelante, hacia donde están unas tumbonas de mimbre y un telescopio. - Te voy a enseñar algo - dijo en un susurro. Su tacto me enloquecía y me hacía sentir de una forma extraña. Mi corazón latía con demasiada fuerza y las manos me sudaban bastante, me las seque en el pantalón mientras Benjamín me guiaba hacia donde están las tumbonas. Se sentó en una de ellas, la que tiene el telescopio al frente, se corre hacia un lado haciéndome espacio, me siento en la silla con los nervios a flor de piel. Toma la punta del telescopio entre sus manos y acerca su rostro para poder mirar quien sabe que, yo solo me limito a mirarlo mientras él está concentrado mirando a través del telescopio. - ¿Quieres mirar? Asentí sin dudar. Él se aparta del telescopio y yo tomo su lugar, acerco el ojo al lente y me quedo maravillado con lo que veo, centenares de estrellas brillan en el cielo resultando simplemente fantástico ¿Cómo es que estaba tan ciego para no ver algo así? Era realmente hermoso y en esos momentos estaba considerando comprarme una cosa de estas. - Es precioso - admití - ¿Cómo supiste que está cosa estaba aquí? - Supongo que llegue más temprano que tú, lo que me dio la oportunidad de pasarme por aquí y ver si te podía impresionar. Lo miro con los ojos muy abiertos. - ¿Querías impresionarme? - repliqué sin ocultar la sorpresa en mi voz. - Creo que eres una persona muy difícil de impresionar y quería ver si podía hacerlo. Además de que quería probarme a mí mismo de que eres capaz de sonreír y lo estás haciendo. No me estaba dando cuenta de que estaba sonriendo, quizás debió haber sido la cerveza que me tome lo que me hacía estar así. No pude evitar pensar en que soy como un tipo de experimento para él, dado lo que me acababa de decir ¿Cree que soy incapaz de sonreír? Yo lo hago pero no tan a menudo. - Para que quedes satisfecho me lograste impresionar y también sonreír, dos cosas que no me pasan al mismo tiempo - dije con sarcasmo. El comienza a reír y después me escruta con su mirada. - Debes sonreír más a menudo. Te ves mejor de esa forma. - Así que... ¿Me veo del saco con mi cara de todos los días? - No, pero te verías mejor sonriendo. - Lo intentaré - le prometí haciendo que de unas palmaditas. Me enseñó sobre las constelaciones y las que podía vislumbrar desde aquí, me enseñó cómo se veían, pero mi torpeza no solo estaba presente en mis pies si no en mis ojos porque sinceramente no veía nada más que estrellas sin un orden específico, pero hice como que las veía haciendo que Benjamín sonriera. Me asombraba descubrir que ambos congeniábamos bastante bien y que resultaba muy fácil hablar con él a pesar de que yo no tenía mucho que decir. Era como si estuviera devolviéndome en el tiempo y estuviera conociéndome de nuevo con Carter, quizás Benjamín y yo lleguemos a hacer buenos amigos en el futuro aunque la palabra amigos de un modo se me hacía extraña tratándose de él y no entendía la razón de eso. - Cuéntame sobre ti - le pedí mirándolo a los ojos - solo he hablado de mí. Creo que me llegó la hora de interrogar. Mira hacia arriba como si estuviera pensando en algo. Sus ojos dorados se veían más oscuros en la noche y parecían mucho más salvajes y tenebrosos, posa sus ojos en los míos y curva la comisura de su boca levemente. - ¿Qué quieres saber? - ¿Con quién vives? - Solo. Mi madre me compro un departamento cerca de la universidad en cuanto volvimos. - ¿Tu papá? - No tengo. Murió hace mucho. Me quedo callado. No sabía qué decir sobre eso pero era obvio que no pensaba preguntarle de qué forma murió y estropearlo todo. En vez de eso cambie de tema rápidamente. - ¿En que trabaja tu mamá? - Es doctora. - Mi mamá es enfermera en un consultorio - dije haciendo que el Levante ambas cejas. - Bueno pero que sorpresa. Cómo sea, para detener un poco tus preguntas te voy a contar otro par de cosas. Me gusta dibujar, quizás algún día te enseñe alguno de mis dibujos, toco la guitarra pero muy poco y juego futbol, incluso quiero unirme al equipo de la universidad - intenté grabar todo lo que me dijo en mi lento cerebro y lo procese todo lo más rápido que pude. - Es bueno saber esas cosas ¿Me dirás cuando decidas unirte? - Espero que muy pronto, tengo que hablar con el entrenador ¿Por qué? ¿Vas a ir a verme? - ¿Quieres que vaya a verte? - No contestes preguntas con más preguntas - me acuso y yo asentí. - Si me invitas iré a verte - respondí mirándolo a los ojos - tus ojos son bonitos - dije sin poder detener las palabras de mi boca. Me miró con cara de sorpresa mientras yo sentía que mi rostro se ponía rojo. Empecé a sentir mucho calor debido a la vergüenza ¿Cómo pude decir una cosa así? Agaché la cabeza sintiéndome el idiota más grande del mundo, no sabía qué pensaría el de ese comentario, quizás lo tome de buena manera. El me agarra del rostro y me obligo a levantar la mirada, lo observe con vergüenza y el me dedico una pequeña sonrisa tranquilizadora. Creo que se le da muy bien eso de sonreír porque lo hacía muy a menudo. - Puedo decir lo mismo de los tuyos - susurro y el momento se tornó muy íntimo. Mi corazón latió con fuerza y sentía como si lo tuviera casi en la garganta. Benjamín me escrutaba con la mirada y sus penetrantes ojos dorados comenzaron a brillar de una forma bastante peculiar pero maravillosa y podía decir que estaba como en las nubes, el efecto de la cerveza se había ido hace un buen rato por lo que creí que no se debía a eso lo que me hace sentir de esa forma tan rara aquí sentado. Era el. Benjamín. El me hacia sentir de una forma tan viva como nunca antes me había sentido. - Con que aquí estás - anuncio la voz de Carter a mis espaldas. Di un brinco sobresaltado y sin caerme me di la vuelta hacia mis amigos que me miran con cara de enfado. Agache un poco la cabeza y me gire para ver a Benjamín que no expresaba nada con la mirada. - Te hemos estado buscando Jude, pensábamos que te habían secuestrado dada tu habilidad de atraer los problemas - me recordó Carter. - Lo siento. Entretuve un poco a Jude. Es mi culpa – dijo Benjamín con voz muy grave. Todos lo miraron como si fuera una especie de monstro que intentaba hacer algo malo conmigo o quién sabe qué. Luego los ojos de todos se posaron en mí y se rieron de una forma un poco nerviosa. Yo los mire con el ceño fruncido y me cruce de brazos. No entendía su reacción, quizás podía ser por mi poca vida social que no estaban acostumbrados a verme a hablar con alguien que no sea ellos. De algún modo, eso me hizo sentir satisfecho ahora sabían que tenía la habilidad de socializar con otras personas. - Entendemos... A veces, solo pasa ¿Verdad chicos? - preguntó Ginger con voz ansiosa. Estaba seguro de que se moria por decirme algo y hacerme millones de preguntas sobre Benjamín y lo que hablamos esta noche. - Los dejaremos - anuncio Stephan tratando de arrastrar a Carter y a Ginger de la escena. - No se preocupen. Les devolveré a su amigo, pienso beber toda la noche y el al parecer no le gusta el alcohol. Una punzada de desilusión me pincho el corazón lo cual me desanimo un poco. Mire a Benjamín y asiento con la cabeza dándole a entender que me iba. Él me tendió la mano y yo se la estreche a modo de despedida. Él aprovecho la unión de nuestras manos para tirar de mí, acercándome a él y susurro contra mi oído: - Hablamos el lunes a la hora del almuerzo. Eso me hizo muy feliz. Sonrió y luego desapareció por donde vinimos a este lugar. Yo me quede estático pensando en las posibilidades de cuánto daño me haré si salto desde el balcón para poder evitar las preguntas de mis amigos que venían hacia mí. - Ese chico era la última persona con la que esperaba verte esta noche. La primera era un secuestrador por qué no te encontrábamos por ningún lado - me dijo Carter cruzándose de brazos. - Es que nos encontramos y comenzamos a hablar es todo y luego venimos aquí - me explique bajo el escrutinio de mis amigos. - Bueno chicos. Debemos aceptar que tiene otro amigo, deberíamos divertirnos un poco más esta noche. ¿Jude enserio no vas a beber? Negué con la cabeza. - Ya me tomé un vaso y la sensación que me dejó después no me gustó. Todos abrieron los ojos incrédulos ¿Cómo es que podía sorprender tanto a los demás? No tenía ni la menor idea de que pasaba conmigo que resultaba un espectáculo para los demás, era como si todo lo que hiciera fuera destinado para sorprender a los demás como cuando un niño pequeño hace o dice algo malo ¿Soy para los demás eso? ¿Un niño? La idea me desagradaba bastante por lo que hice mala cara. - Bueno te creo y ahora que sabes lo que es la cerveza no te obligarlos a beber más. - Gracias - repliqué con sequedad. - Ahora deberíamos bajar a divertirnos un poco - pidió Carter haciendo un mohín. Todos nos reímos y yo sin poder evitarlo, los segui de nuevo al interior de la casa para “divertirme" si es que podia lograr hacerlo. Sinceramente me divertí y me sentí mejor estando con Benjamín, fue mucho más fácil que bailar con Emma o tomarme el vaso de cerveza, estar con Benjamín suponía para mí una buena compañía. Empezaba a sentirme seguro.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD