—Mierd4. —Gruñó agitado con la frente apoyada a la pared, sus latidos están totalmente fuera de control y teme un infarto. —Un día me sacarás el corazón por el coñ0. —Einar sonrió, esa chiquilla siempre tiene algo gracioso que decir. —¿Te estás riendo? —Giró la cabeza para mirarlo, pero Einar se puso serio rápidamente. —Muero por verte sonreír por lo menos una vez. —Sin responder nada, salió de ella y la tomó en brazos para ir a la tina, así ella podrá recuperarse. —¿Nunca me sonreirás? ¿Ni siquiera cuándo sea tu esposa? —Engla lo miró a los ojos. ¿Cómo puede él decirle que es la única mujer que lo ha hecho sonreír con su inocencia? —No sonrío nunca, no esperes eso de mí. —Engla se recostó en su pecho y no insistió, sabe que no lo hará. —¿Por lo menos me permitirás conocerte más? —Ei