—Bebé, debemos irnos, sabes que a Einar no le gusta esperar. Lo 0dia. —Nancy se apresuró a recoger su cabello. —Estén listos, voy bajando. —Comunicó por el móvil y lo guardó en el bolsillo. —Vamos. —Salió de la habitación. —Muero por ver a Engla, la extraño muchísimo y... —No pudo continuar, Roy tiró de ella y le plantó un beso de esos que debilitan las piernas. —¿Qué ha sido eso? —Nancy preguntó embobada por ese delicioso beso. Roy miró sus ojos y después sus labios rojos e hinchados por el feroz beso. Sin responderle volvió a besarla aún con más intensidad. Nancy se aferró a su hombre y correspondió el ardiente beso, sus pensamientos inmediatamente se nublaron y el deseo controló su cuerpo al igual que la excitación. —Einar vuelve hoy. —Dijo con voz gruesa en cuanto se apartó de el