—¿Te lo ha estropeado? —Engla negó. —No dejes que te sienta eso, Engla. Si Einar se entera de que tienes ese dispositivo se volverá loco porque no le hemos dicho nada. —Él me preguntó si tú me habías hablado de los anticonceptivos y yo le dije que sí. Él me dio el permiso para utilizarlos, me dijo que 0diaba a los bebés. —Se encogió de hombros. —Por eso me enseñó a hacer bebés sin tener resultados. —Nancy soltó la carcajada de su vida, ¿Cómo es que puede seguir siendo tan inocente? —Escandalosa y atrayente. —Ambas giraron con tanta rapidez que seguramente se marearon. Esa voz gruesa y oscura las estremeció. —Hola, florecilla. —La sangre a Nancy le hirvió, ¿Por qué tiene que encontrarse con cada animal? —No tengo tiempo para ti, Leviatán. —Los guardaespaldas al reconocerlo como amigo