Me sentía algo ansioso durante el viaje.
Era la primera vez que viajábamos tan lejos con Jared, pero Adam me era de mucha ayuda con el bebé.
—Estás más delgado.—le comenté tocando sus brazos.
—¿Tú crees? Yo me siento igual y la ropa me sigue quedando.
—Es que te noto como con menos músculos.—observó sus brazos y solo sonrió.
—Claro que no, estoy igual.
—Te lo digo porque te veías muy bien así fortachón, no quiero que cambies. Saca tiempo para que te pongas a hacer ejercicio.
—Tiempo es lo que no tengo, Jos, así que me vas a tener que ver tal cual estoy. Espero que no sea molesto para ti.
—No, no. No es que sea molesto, es que tu fuerte atractivo está en tu cuerpo.
—¿Solo en mi cuerpo?
—No, pero es tu mayor atributo, ¿no lo crees así?
—Supongo que realmente he bajado de pes
