Los padres de Adam estaban en Tailandia y fui quien le sugirió venir aquí. Yo fui. Quería animarlo. Quería que hablara con ellos, tal vez a ellos sí podría contarle lo que le pasaba, hablar sobre su corazón herido y recibir algún consejo de sus padres. Me encontraba ya en una situación desesperada con su actitud, con su estado emocional y tenía miedo, no quería ser quien le contara a sus padres y a falta de mejoría sugerí que fuera a Tailandia. Sus papás amaban Tailandia y Adam también, despejarse un poco podría servirle. —Acompáñame.—me pidió, a pesar de que no era un viaje laboral, de igual modo yo iba a todos lados con él.—Hay un cine un tanto extraño allí, Hina. Quiero que vayamos juntos.—sé que su intención era que me relajara un poco por su situación, no es como que él quisiera