Capítulo 19

1495 Words
—Hola señorita — miro a mi lado y un chico que parece complacido de que mi atención esté puesta en él. —Hola, ¿necesita algo? —Pregunto mirándolo directamente. Unos ojos azules me miran con interés y me siento ligeramente incómoda. —Necesito llegar a la oficina de Izayoi Taisho — me dice sin apartar su vista de mí, en algún momento me recorre cuerpo completo y me tenso. A pesar de mi falsa llega a mis tobillos y no es ajustada y mi camisa me cubre bien, me siento incómoda con su inspección. Porque ahora que voy recuperando mi confianza, me decidí a usar una camisa un poco más ajustada. —Siga derecho y encontrará a su asistente, con permiso — prácticamente huyo de ese hombre. No me gusta que me miren de esa manera, no como si fuera un objeto. No como si fuera solo masa. Entro al despacho y Sango me mira con una sonrisa. —Conseguí el departamento—me dice sin perder su sonrisa—es cerca del mío y el precio es cómodo para ti, aparte de que es acogedor y muy bonito—hace rotar la laptop para que mire las imágenes—¿Qué te parece? Podemos ir a ver cuándo salgamos, hablé con la encargada y me dijo que no hay ningún inconveniente en que vaya—su sonrisa se extiende al ver mi cara de asombro. No puedo negar que en estas imágenes el lugar se ve hermoso. Sango me pidió ir a vivir juntas, pero quiero independencia. Cuando Naraku me llevó con él yo vivía con mi madre, nunca he sabido tener dependencia. Necesito sentirla. —Me gusta—susurro con asombro. —¡Esto es genial!—chilla feliz—hablaré con la señora para acordar la hora—se aleja marcando en su teléfono. —Iré a diseño, necesito llevar estos documentos—salgo y tarareo alguna canción que escuché de Sango mientras ella bailaba como loca. Miroku ya sabe gran parte de la historia que le conté, todavía no he llegado al tema relacionado con los abusos sexuales. Hoy hablaremos de eso, pero me alegra que él sea mi abogado. Es fácil hablar con él. Me siento cómoda a su alrededor y además de que Sango nunca me deja sola y eso es algo que le agradezco. Mi celular suena por lo que frunzo el ceño. Lo saco del pequeño bolso que llevo conmigo a todos lados y lo encuentro. No es fácil acostumbrase a no escuchar El sonido hermoso que es tu voz. Inuyasha Mi respiración se detiene mientras mis manos tiemblan un poco. Un cosquilleo recorre mis dedos en el loco impulso de contestar el mensaje enviando por Inuyasha. Suspiro con fuerza haciendo que varias personas dejen de hacer lo que hacían para mirarme. Les doy una sonrisa de disculpa y miro el mensaje una y otra vez sin saber exactamente qué hacer. Responder va a conllevar que él me responda de vuelva y entonces las conversaciones no van a parar, al igual que el extraño sentimiento de querer verlo y escucharlo y con eso, el deseo de que me abrace como esa vez. No responder entonces es hacer que él desista de esa estúpida idea de amarme, él no puede amar a quien no conoce realmente. Él solo conoció una chica lastimada por un bastardo que disfrutaba de verla llorar mientras la golpeaba y abusaba de su cuerpo. Estoy entendiendo que no debo de avergonzarme porque yo siempre dije NO. No importa que él sea mi pareja porque fue en contra de mi voluntad, es abuso s****l. Si no quieres que alguien te toque, debe parar, hacer algo como eso es abuso. Traté de adornarlo al principio, pero todo fue en vano, porque fue violación. Le dije muchas veces a Naraku NO y él nunca paró. Miro el mensaje y trago. Al final apago la pantalla y lo regreso donde estaba. No necesito distracciones que conlleva a alguien prohibido para mí. **** —Muy bien Kagome, necesito que me cuentes todo. Sé que es fuerte lo que has pasado, pero para lograr nuestro objetivo es necesario que me digas lo que pasaste, cómo comenzó esta pesadilla. Necesito que confíes en mí y me abras tu alma, es necesario para poder ayudarte, ya que cualquier detalle es valioso para el caso—miro a Sango y ella asiente. Estoy sentada en uno de los muebles del infierno. O a lo que muchos llaman mi hogar. Respiro con fuerza y no puedo evitar que mi labio inferior tiemble. —Todo comenzó cuando lo conocí en la universidad, me pareció realmente encantador. Naraku era el chico más apuesto que alguna vez mis ojos hayan visto. Fue inevitable, me encantó. Pero nadie me dijo que un año después todo se iba ir cuando los celos obsesivos llegaron y con ellos yo querer dejar la relación. Llegó a mi casa, me llevo con él, cuando le dije que era mejor dejarlo, lo hizo—las lágrimas caen por mis ojos sin yo quererlo o darme cuenta—él abuso de mi—Miroku abre los ojos, puedo ver claramente que este detalle lo ha tomado por absoluta sorpresa. Veo sus emociones pasar de manera rápida, desde el enojo a la decepción, la tristeza. Muerdo mis labios para evitar que pequeños sollozos se escapen de ellos. Es difícil contar esto, porque entonces es abrir todos los recuerdos de lo que he pasado en este tiempo. Quiero parar, pero sé que esto es lo mejor, que necesito hacer justicia a todo mi dolor. —Continua Kagome—dice Miroku, su voz es ronca, está afectado. —¿Estas bien?—Sango no puede evitar preguntar y yo también quiero saber la respuesta a esa interrogante. —Sí, estoy bien—fuerza una sonrisa—puedes continuar—lamo mis labios sintiéndolos resecos. —Luego me amenazó, amenazó con matar a mi pequeño hermano, cuando me quise oponer lo hizo, él casi lo mata—abrazo a Sango buscando fortaleza en sus brazos. Le digo parte de la historia, también le digo que es todo lo que puedo aguantar por hoy, es fuerte tener que hablarlo, tener que soltar todo esto es muy fuerte para mí. Inuyasha Hace una semana que le envié el mensaje a Kagome, pero no me ha respondido. Es claro su silencio; no quiere nada de mí. No sé porque sigo haciéndome ideas de nosotros juntos, porque significa traicionar a Naraku. No sé si tenga el valor para hacerlo. Pero justo ahora estoy esperando que él salga al lugar donde al parecer siempre va, al principio me dio igual que él este saliendo con esa chica misteriosa, pero esto ya me cansa y necesito saber qué demonios pasa con él. Actúa extraño, algunas veces me mira de una manera extraña. Miro el celular en mi mano sin atreverme a enviarle otro mensaje. Pero si se lo envío ¿Qué pierdo? Ah, sí, mi dignidad, eso voy a perder. Sujeto con fuerza el celular en mi mano. Necesito que esto termine, ella no ha salido de mi mente estos meses. No quiero imaginar lo que sería si ella hubiera correspondido a mi beso, de seguro ahora estaría más tonto todavía. Me levanto de la cama y busco un vaso con jugo. Al beberla mi garganta agradece y sonrío un poco. Camino a la habitación de Naraku y escucho la ducha por lo que salgo y vuelvo a la mía. Tomo el celular sin poder más con la tentación de marcar su número. Un pitido, dos pitidos, tres, cuatro. Pienso en colgar, pero entonces toman la llamada. —¿Hola?—conozco su voz, pero justo ahora su voz esta ronca, muy ronca. —¿Kagome?—escucho como jadea. —Inuyasha—susurra algo a alguien y yo espero. —Lo siento, no he podido evitarlo—paso la mano libre por mi rostro—¿te interrumpí?—pregunto. —Estaba durmiendo, no sabía que eras tú—claro, eso explica por qué tomó mi llamada. —Entiendo que no quieras hablar conmigo, lo entiendo, pero no puedo evitar esto—cierro la puerta de mi habitación con seguro—necesito escucharte—la línea queda en silencio y tengo miedo de que ella se haya asustado. —Yo, esto está mal Inuyasha. No puedes llamarme cuantas veces quieras—sonrío a pesar de sus palabras. —Eso lo sé, discúlpame por eso—murmuro cerrando los ojos. —¿Para qué me llamas?—lamo mis labios. —Quería escucharte, pero te dejo descansar. Adiós—cuelgo y suspiro. Escucho la puerta principal cerrarse y salgo a seguir a Naraku. Lo sigo a una distancia prudente y lo veo llegar a una cabaña algo apartada de la cuidad. Solo espero que ese idiota no esté en algún negocio turbio. Me escondo entre algunos árboles y lo veo mirar a ambos lados para seguir su caminar. Ay Naraku ¿en que estas metido? Mi teléfono vibra y me agacho sacándolo. Un mensaje llegó, cuando pienso en ignorarlo es de Kagome por lo cual lo abro rápidamente y miro a Naraku quien no está muy alejado de mí. Tú voz también es algo Lindo de escuchar. Buenas noches, Inuyasha. Kagome Contengo el jadeo de sorpresa que tengo y suspiro caminando a escondidas para acercarme mientras pienso en qué demonios contestar. Miro a Naraku que al parecer espera que abran la puerta. La abren y luego lo veo besarse con una chica que no se le ve el rostro, pero que mantiene sus piernas alrededor de la cintura de Naraku. La chica se aparta y mis ojos se abren al descubrir que Naraku se está acostando con mi ex, la mujer que me rompió el corazón y fue con él con quien me desahogue cuando eso pasó.
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