El sonido del reloj resonaba en el despacho vacío, cada segundo marcando el silencio incómodo que llenaba el aire. Nina se encontraba sentada frente a Alessandro Moretti, en su oficina, su corazón martilleando en su pecho como si quisiera escapar. Sabía que este momento llegaría, pero no de una manera tan directa. Había huido de su pasado, de todo lo que significaba ser parte de una manada, y ahora se encontraba frente a otro Alfa. Uno que sabía más de lo que ella había querido admitir, incluso para sí misma. Alessandro la miraba fijamente desde el otro lado del escritorio, sus ojos grises brillando bajo la luz tenue de la lámpara. Había un aura de control absoluto en él, una calma que hacía que Nina se sintiera inquieta. Siempre la había intimidado, pero ahora, después de lo que había pr