Capítulo dos

2744 Words
Yo estaba dormida cuando de pronto alguien me movió y desperté escuche una voz muy familiar diciendo: —Nena, nena despierta. Cuando abrí los ojos la vi y era Chela. —Vamos nena son las siete de la mañana ya párate y entra a bañarte. En eso fui directo a la ducha cuando salí Chela me estaba esperando me estaba ayudando cuando entro una chica y le dijo a Chela: —Aquí está. La vi y traía un vestido n***o déjalo sobre la cama solo eso hizo la chica y salió. —Y ¿Ese vestido? —. Pregunte. —Es para ti. —Pero Chela es n***o yo nunca me he puesto un vestido n***o bueno ni en el colegio me he puesto alguna vestimenta negra. —Lo sé, — dijo. —Pero tu mami falleció y estamos de luto mira yo también estoy vestida de n***o. —Y ¿Mi papá también vestirá de n***o? —. Pregunte. —No, — dijo. —El solo traerá una cinta negra en el brazo, pero mira apúrate hoy es un día muy difícil. Me puso el vestido y al momento sentí como que pesaba mucho como si estuviera cargando algo muy pesado y le dije a Chela: —Chela pesa el vestido pesa me siento incomoda con este vestido no abría la manera de ponerme otro.  —A ver quítatelo. Ella fue hacia la puerta y le hablo a María: —¡María! —Grito. La chica enseguida fue y Chela pregunto: —¿El vestido quien te lo dio? María tímidamente contesto: —La señorita Elena me lo dio. —Lo sabía. —Dijo Chela. Yo ya me había quitado el vestido lo agarro Chela se lo dio a María y le dijo: —Ve con tía Lupe y le dices que te de él vestido de la niña y ese que te dio la señorita Elena le dices que lo queme y tráeme el otro vestido rápido. En eso pregunto: —¿Que pasa Chela? —Papa mando hacer tu vestido especial para ti con la costurera y el que tu tía Elena te mando algo malo tiene esa mujer te odia y es muy mala. —Y ¿Porque Chela? ¿Porque es tan mala y porque me quiere hacer daño? No lo entiendo. Se sentó junto a mí en la cama y me dijo: —Mira cuando tu papa y tu mama  se conocieron se enamoraron de inmediato tu papá como siempre adoraba a tu mamá cuando decidieron casarse su hermana o sea la señorita Elena se opuso rotundamente de hecho no fue a la boda y se enojó tanto con tu papá que dejo de hablarle años hasta apenas hace unos meses vino a ver a tu papi se quedó solo unos días y se fue porque tu papi la corrió siempre procuro mantenerla lejos de ustedes ella quiere a tu papá con un amor enfermizo como ella lo crio desde bebe pues sus papas murieron en un accidente automovilístico ella siempre fue muy posesiva con tu papa por eso tan luego tuvo edad tu papi se alejó de ella y a tu mami la odiaba sin razón la odiaba solo porque se casó con tu papá y porque tu papi también la quería mucho y  prefirió a tu mami que a ella y esa vieja es medio bruja. —Y ¿Quién te contó todo eso, como lo supiste? —A pues tu mami, tu mami me lo conto y cuando enfermo platicaba más conmigo pues quería que si ya no estaba ella yo te lo contara a ti. De pronto llego María con mi vestido me lo puse rápidamente y salimos fuimos a la cocina vi a mi alrededor y había más gente que ayer me sirvieron de almorzar chocolate de agua, pan de yema, tasajo con un poco de frijoles refritos y tortillas recién salidas del comal estaba almorzando cuando llego mi pa me pare y corrí a recibirlo lo abrase y el a mí. —Hija mi amor perdón porque casi no he estado contigo ya que pase esto ya platicaremos. —Si papi. Con mis manos acaricie su cara lo vi a los ojos y esos ojos llenos de vida y esa  sonrisa que de solo verla daban ganas de reír ya no estaban en su lugar solo vi unos ojos tristes cansados de llorar una sonrisa que había desaparecido y su rostro estaba   envejecido  de verlo entristecí y empecé a llora y lo abrase más fuerte con mi abraso quería borrar todo el dolor que el sentía él también me abraso más fuerte y juntos lloramos yo sentía tanto dolor que no sabía que dolor era más fuerte si el fallecimiento de mama o ver a mi papi destrozado, mi pa me bajo se dio la vuela y se fue yo voltee a buscar a Chela y vi que todas las que estaban en la cocina se limpiaban las lágrimas. —Bueno, — dijo. —Es hora de preparar todo quiero que siempre estés cerca de mí por ahí anda esa bruja y no quiero que te vaya echar mal de ojo. —Sí, ­— conteste y pregunte. —¿Que es mal de ojo? —Hay ya luego te explico. —. Contesto Chela enfadada. Nos dirigimos al patio donde había muchas flores y varias gentes arreglando los floreros. —mira, — dijo Chela. ­—Ponte acomodar los floreros. Eso hice y chela también las flores estaban hermosas paso la mañana y luego llego mi tía Carmen y dijo: —Chela no has llevado a la niña es hora de despedirse falta una hora para irnos. —Si. —. Dijo Chela. Se dirigió a mí: —Vamos nene, vamos.   Nos apresuramos y entramos donde estaba tendida mi mami yo no quería entrar, pero Chela me llevaba de la mano nos acercamos al ataúd ya estaban ahí mi papi y la tía Elena junto a ellos el sacerdote. —¿Que pasa Chela? —Nada, el sacerdote va a decir la misa de cuerpo presente así que calladita. Nos acercaron unas sillas y el sacerdote inicio la misa toda la gente entro a participar de la misa en el momento de la comunión pase a comulgar y cuando me di la vuelta y vi a toda la gente la que no estaba era la tía Elena no le di importancia y le rogué le pedí a diosito que mi mamá y mi papi estuvieran que mi mamá la tuviera en su gloria junto a él y a mi papi le diera consuelo y paz cuando termino el sacerdote toda la ceremonia se despidió de todos y se fue la gente que entro se salió y nos quedamos solos mi papá dijo: —Es hora de despedirnos seamos breves. Paso primero mi tía Carmen se acercó abrieron el ataúd la vio con su mano acaricio su cara y le dijo: —Hermana descansa no te preocupes tu bebe siempre estará bien yo me voy a encargar de cuidarla y protegerla se acercó a darle un beso y lloro la abraso ni papa se acercó para alejarla y consolarla. —Mira nada más en lugar de consolarte yo a ti tu eres el que me consuela a mí. —Dijo mi tía Carmen. Mi papi contesto: ­ —Ya te tocara a ti consolarme a mí. Enseguida fue Chela que cuando se acercó ya iba en un mar de llanto apenas y podía hablar. —Patrona como la voy a extrañar usted fue como la mama que nunca tuve usted me dio el cariño el amor y la atención que yo necesitaba siempre me trato como si fuere de su familia señora como la voy a extrañar y no se preocupe yo cumpliré con el encargo que usted me dejo. Se alejó lentamente llorando luego se acercó la tía Elena se paró cerca del ataúd la vio recorrió todo su cuerpo con la mirada se quedó un momento viéndola como si quisiera cerciorarse de que mi mami realmente estuviera muerta la vio y escudriño como se ve un animal muerto y lo ves con ese morbo cerciorándose que realmente este muerto alzo la cabeza y dijo: —Adiós Isabel. Se dio la vuelta y se retiró con zancadas grandes del ataúd satisfecha de lo que había visto parecía que para ella fue un gran triunfo el que mi mami haya muerto, mi papa dijo: —Ven hija. Yo camine lentamente mi pa me tomo de la mano y caminamos hacia el féretro me pusieron una silla pequeña para que yo me subiera y alcanzara ver a mi mami me subí y vi a mi mami la vi más detenidamente parecía que estaba dormida se respiraba una paz que solo ella podía trasmitir con mi mano acaricie su mejilla estaba tan fría nunca había sentido ese frio que llega hasta los huesos y que duele quite mi mano lloraba mis lágrimas corrían y salían de mis ojos sin ningún esfuerzo sin ninguna mueca voltee a ver a mi pa también lloraba quise abrasarlo pero él se inclinó a abrazar a mi mami Chela se acercó de inmediato me jalo me abraso y me hizo a un lado mi papi la abraso y lloraba decía con palabras entre cortadas: —Mi amor porque nos dejaste te amo. Se acerca mi padrino a él y le dice: —ya compadré déjela ir en paz compadre venga la niña lo necesita compa ya venga. Mi papa soltó a mi mami el compadre se lo llevo en esa habitación se respiraba tanto dolor yo abrasaba a Chela y lloraba como desesperada mi dolor era por mi mamá y también por mi papá, alguien vino y les dijo: —Ya llego el rezador.   Chela me tomo de la mano y salimos al patio y si efectivamente el rezador estaba ahí esperando llego mi papa hablo con él no sé qué no alcance a oír en seguida llego la banda de música empezó a tocar el rezador entro y todos volvimos a entrar Chela corrió por dos rebosos uno me puso a mí y el otro era para ella me tapo la cabeza con él. El ataúd fue cerrado el rezador empezó a rosear agua bendita a todo el ataúd luego empezó a rezar y a cantar la banda afuera tocando entre canticos y rezos Chela se abrió paso conmigo de la mano hasta adelante el rezador dijo: —¿Quiénes van a cargar el féretro? Chela dijo: —Nosotras. Se acercó la tía Carmen y otras tres personas más yo me sorprendí y le dije a chela: —¿Que como que yo voy a cargar el ataúd? —Sí, — dijo Chela —cuando sale de su casa tienen que ser puros familiares los que la carguen ya afuera de la casa la cargan puros hombres entre ellos tu papa. Si y así paso los hombres nos ayudaron para que nos acomodáramos para cargarla empezamos a caminar Dios como pesaba y éramos seis personas cargándola el trayecto de la habitación hasta salir de la casa serían unos cien metros, cien metros que se me hicieron eternos entre rezos, canticos y música y el olor a incienso sí que pesaba porque a ser todo esto ya saliendo de la casa se acercó a mi papá y cargo el ataúd lo mismo hicieron otros cinco hombres Chela me tomo de la mano y nos acomodamos la situación era primero iba la banda tocando el Dios nunca muere en seguida un niño con el incensario balanceándolo de un lado a otro luego el ataúd después nosotras Chela, la tía Carmen, la tía Elena y yo. Yo iba en medio de Chela y mi tía Carmen después detrás de nosotras toda la gente al fin llegamos al panteón el panteón se encontraba sobre la carretera era lo primero o lo último que veías del pueblo, pero bueno al fin llegamos la fosa ya estaba preparada el rezador continuo rezando y esparciendo el agua bendita tanto en el féretro como en la fosa los del panteón prepararon todo pusieron unas cuerdas por debajo del el féretro y así lo fueron bajando poco a poco muy lentamente la gente empezó arrojar flores sobre el ataúd Chela me dio una flor y me hizo señas de que la arrojara y lo hice cuando el féretro empezó a bajar empecé a llorar conforme bajaba después empecé a gritar: —Mami no, no me dejes mami me dejes. Me zafe de Chela y corrí hacia la fosa llorando y gritando cuando estaba a punto de caer en ella sentí que alguien me jalo y me abraso alce la vista y era mi papá que me tenía entre sus brazos no sabía que decirme o como consolarme lo abrase llorando solo oía las palas como arrojaban la tierra encima del ataúd era horrible y doloroso al fin terminaron  yo voltee a ver pensaba yo que ya solo estábamos la familia pero cuál fue mi sorpresa al ver que toda la gente estaba nadie se había ido todos estaban unos estaban sentados en las lapidas otros en el piso y otros señores con botellas de mescal ofreciéndoles a todos jicaritas de mescal no importaba hombres o mujeres la banda seguía tocando el rezador sentado en el piso tomando mescal y platicando de que no se no alcanzaba a entender que platicaban o de que se reían la tumba donde estaba mi mami estaba repleta de flores veladoras y ceras no hacia frio ni calor tampoco soplaba el viento era como si estuviéramos en otra dimensión donde no hay nada ni frio ni calor sin viento pero era curioso que tampoco se oían los pájaros o algún otro animal mi papá me paro sobre una lápida desde ahí podía ver parte del panteón y las demás lapidas unas eran de mármol otras de ladrillo otras de sementó y otras solo se veían la pura cruz de madera o de fierro solo por eso se podía saber que alguien estaba enterrado ahí unas tenían flores frescas otras medias secas otras totalmente secas y otras nada se notaba que se habían olvidado de ellas había tantos contrastes que pensé hasta en el panteón que es la última morada de los seres humanos que se supone que todos somos iguales que no nos llevamos nada y que terminamos en el mismo lugar también hay clases sociales baje la vista y me senté y empecé a escudriñar el piso había muchas hormigas que iban en camino una detrás de otra unas iban y otras regresaban las que iban llevaban cargando pedacitos de pétalos de flores iban con mucha prisa Chela me decía que eran hormigas arrieras que se llevaban todo lo que encontraran en se caminó flores hojas migajas de lo que fuera animales muertos fruta semillas arreaban con todo de ahí su nombre alce la cabeza junto a mi estaba mi papá la banda seguía tocando y todos seguían tomando mescal jale de la camisa a mi papá el volteo y yo le dije quedito: —Papi ya me quiero ir. —Si hija, — me contesto, llamo a Chela y le dijo: —Llévate a la niña a la camioneta espérenme ahí en seguida voy solo organizo como se va a regresar la gente. Llamo al mozo y le dijo:  —Si se trajeron las camionetas. —Si patrón. —Bueno llévense a toda la gente a la casa allá nos vemos Chano no quiero que se quede nadie o que se valla caminando si encuentran a alguien en el camino te paras y lo subes nos vemos en la casa. Mientras nosotros Chela y yo nos fuimos hacia la camioneta cuando llegamos a ella cual fue nuestra sorpresa tan desagradable de ver a la tía Elena ya muy acomodada en la camioneta de pronto alguien nos gritó volteamos y era la tía Carmen la esperamos llego y dice: — ¿Que hacen aquí porque no se suben? Va a empezar a ser aire y le va a ser daño a la niña hay Chela. Las dos le hicimos la seña de quien estaba en la camioneta. —Hay que Dios nos ampare con esta mujer.   La tía Elena estaba en el asiento de adelante junto al chófer. —La voy a bajar ese lugar es de la niña faltaba más. 
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