—Mi prima Fernanda decía. —Al fin voy a tener mi recamara para mi sola. —Sí y nosotros también la casa está bien grande. —Decían los primos mientras yo me fui al despacho de mi tío estaba yo ahí cuando oí que alguien venia y me escondí atrás del sillón con sorpresa vi que era el cacique del pueblo don Mario empezó hablar con mi tío y le dijo: —Bueno lo hecho, hecho esta me quedo con todas las tierras y tú con la casa y una hectárea alrededor y que vas a ser con la muchita a los matones se les paso no la vieron ya no podemos a ser nada, pero tampoco la podemos tener cerca ella vio quien mato a sus papás. —Si ya vi eso tampoco mi esposa no la quiere cerca y yo tampoco me recuerda a mi hermano y no la soporto sobre todo cuando se me queda viendo la voy a mandar a un colegio que me reco