Capítulo III

2122 Words
Emily Me siento conmovida espiritualmente, antes de expresar el motivo de mi solicitud para una audiencia, el Papa y yo compartimos una excelente conversación en la que me llevo por senderos inimaginables en la divinidad en la que alabo mis conocimientos aún siendo tan joven yo no pude más que admirar la forma en como me explicaba cada detalle en todo el recorrido que ha tenido que andar la iglesia católica, pero luego todo se tornó tenso con un matiz de seriedad y secretismo absoluto que activo mis alarmas y me hizo abrir más los ojos y agudizar el oído para no dejar pasar nada desapercibido aunque no se negó a permitirme realizar mis estudios alegando que podrían ser beneficiosos para la iglesia de igual forma, algo que me parece extraño, puesto que en que le puede interesar a la iglesia que los secretos que han ocultado por tantos siglos sean descubiertos eso los pondrían en evidencia ante el mundo, me deshice de esos pensamientos cuando me pidió acompañarlo al lugar donde mi investigación tendría lugar mientras estuviera en el Vaticano. Deambule por los pasillos de la inmensa biblioteca con más de veinte mil tomos todos relacionados con los grandes personajes del cristianismo, una pared repleta de documentos antiguos llamaron mi atención, son documentos escritos en lenguas ya extintas y que solo los habitantes de estas paredes tienen el placer de estudiar, yo con dificultad he logrado tener cierto conocimiento en algunas, pero la verdad se me es tan confuso entenderlo aún que no sé diferenciar muy bien entre el latín y el griego antiguo son tan parecidas esas dos lenguas. Encontré varios papiros conservados perfectamente que datan de la era después de cristo en los que se menciona repetidas veces los demonios que abundan en la oscuridad de la noche y todos se desplazan al salmo noventa y uno versículo cinco "No temeré al terror nocturno, ni saeta que vuele de día", necesito encontrar información antes de Cristo, textos escritos por Juan Bautista o algo que me indique donde están ocultos los documentos que realmente me interesan, información que date desde la primera era donde la profecía aún no se cumplía, solo así empezaré a atar cabos. Por el momento me han dado acceso libre a la biblioteca privada del Vaticano, pero me prohibieron ir a una de las secciones en particular y mucho menos puedo bajar la escalera de caracol ubicada en el centro y que da a las catacumbas donde descansan todos los santos predecesores del Papa Actual y el cuerpo de San Pedro, el primer Papa de la iglesia católica. Al final de escalera se va a un pasillo por el que se entra, eso lo sé gracias a los mapas estructurales que encontré del lugar, es obvio que no debería existir esta entrada, pero las catacumbas necesitan tener por lo menos dos formas de salir o entrar y para no dejar que ninguno de estos accesos estén en el exterior de esta fortaleza cristiana optaron por construirla aquí, después de todo las únicas personas que por lo general hacen usufructo de la biblioteca son los Cardenales y todo el clérigo religioso que habitan detrás de las puertas de la Santa Sede, una mortal como yo jamás habría podido entrar aquí si no es por el permiso de la primera autoridad. Mi curiosidad me hace desviar la mirada infinidad de veces hacia las escaleras, pero los curas que me acompañan a pesar de no estar a mi vista están atentos a cada movimiento que doy y cada vez que tomo un rollo distinto para leer me explican en que lengua está escrito, quien lo escribió y su ubicación a la hora de hallarlo, por supuesto es información que me sirve, pero me frustra no poder tener libertad total para moverme sin ser seguida a cada paso por un par de ojos. Tengo que encontrar la forma de bajar sin que noten mi ausencia o mi presencia, pero como he de hacerlo, necesito ayuda eso es seguro, allí abajo ocultan mucho y tengo que descubrirlo. "Tu est Petrus, et super hanc petram aedificabo eclessia meam" El misterio que envuelve esas tumbas es algo que no me deja dormir, se ha vuelto casi una obsesión el deseo de bajar e investigar a profundidad los secretos ocultos en ellas estoy segura de que allí está la respuesta de toda mi investigación, por otro lado en las repetidas visitas que he realizado a la biblioteca me he topado con el misterioso caballero y sus ojos parecen perseguirme aun en la soledad de mi casa, he preguntado quien a las personas que me reciben, pero todos dicen no conocer a nadie con su descripción ni mucho menos recibir a alguien además de mí dentro de la biblioteca, no comprendo por solo yo puedo verlo ni siquiera sé por qué logra atraerme tanto, Dios me perdone, pero he tenido pensamientos pecaminosos con ese hombre dentro de las instalaciones de la santa sede. Hoy he decidido retirarme temprano, no me siento con muchas energías últimamente siento como si en vez de dormir pasara la noche entera recorriendo las calles de esta gran ciudad en compañía de ese hombre que se presenta en mis días de forma inesperada, su mirada me intriga su forma de hablarme como si fuese un depredador y yo su presa, muchas veces he sentido como mi ropa interior se humedece al sentir su tibio aliento golpear mi cuello cuando desea susurrarme algún secreto, que al final me deja aún más confundida y solo consigue hacerme sentir deseosa, jamás había experimentado algo igual. Esta semana debo retomar mis clases, no puedo seguir dejando a mis alumnos a su suerte, mañana deben entregarme el informe que les pedí sobre la América algunos de esos trabajos serán extraordinarios de eso no me cabe duda en cambio otro darán mucho de que pensar he intentado hacer de todo para lograr que esos chicos se abran conmigo y me cuenten si tienen algún problema en casa, pero son tan cerrados, es hasta casi imposible creer que sean tantos los que atraviesen situaciones traumáticas al mismo tiempo. En fin lo mejor será que me vaya a la cama temprano si es que quiero llegar temprano mañana a trabajar, cierro las cortinas antes de realizar mi rutina de limpieza antes de dormir tengo la sensación de que hay unos enormes ojos negros observándome desde el horizonte no sé ni que locuras pienso, como puede haber alguien mirándome cuando estoy en el octavo piso de un edificio departamentos. Una vez lista me meto a la cama y rechazo la tentación que siento por tomar uno de mis libros para leer mientras me duermo, si lo hago estoy segura de que mañana tendré que correr de nuevo al trabajo. Despierto cuando escucho un leve murmullo cerca de mí, miro a mí alrededor, pero sigo tan sola como cuando me acosté un segundo yo deje las cortinas cerradas y ahora puedo ver la inmensa luna sonriéndome desde la inmensidad firmamento oscuro. —Emily ven a mí —la piel se me eriza al sentir como el frío me atraviesa —, soy el que buscas y tú eres lo que siempre espere —salgo de la cama y enciendo todas las luces para ver quien está en mi habitación, pero no hay nadie, por impulso cierro de nuevo las cortinas hay alguien afuera, no puedo verlo, pero mi cuerpo lo siente. Salgo de allí y me voy a la cocina por un te caliente que ayude a calmar mis nervios, no creo que pueda volver a dormir esta noche mi mente está empezando a recrear todas las cosas que he leído desde que empecé a estudiar la verdad tras los vampiros, no puedo dejar que este trabajo afecte mi mente existan o no puedo permitir que mis nervios se descontrolen, tal vez unos días de descanso para analizar lo que he descubierto durante todos estos días en el Vaticano, le haré saber por medio de una carta al Papa para que no cierre mi pase al ver que no he asistido. No puedo creer que mi estúpida mente esté recreando imágenes, voces y sensaciones tan reales que logren ponerme en este estado y es que hasta le han dado sus ojos y el timbre de su voz, tengo que descubrir quien eres y porque causas tanto en mí, ¿Por qué apareciste en mi vida? ¿Con que motivo? Benjamín Es tan hermosa cuando duerme, el color en sus mejillas esa forma en como sus labios se separan levemente dejando ver la punta de su lengua, mi corazón ha empezado a latir por ella, siento como el deseo crece a través de mis venas. Quisiera pensar que el momento de recibir mi perdón ha llegado y que esta es una señal, una nueva especia se ha creado a través de mí y aunque no es lo que deseaba no pude evitarlo al alimentarme de tantas almas el veneno que circula en mi cuerpo contaminaba el alma de esos seres que se convertían en mi alimento despertarán de la muerte que yo les causaba. Tarde comprendí que era yo el culpable, no sabía como controlar la sed como lo hago ahora con ella que su sangre me llama, la vena de su cuello palpita provocativamente. El olor de su piel y de la sangre misma me llama, me incita a clavar mis afilados colmillos sobre su delicado cuello, pero me resisto necesito que ella primero me conozca que sepa que no tiene por qué tenerme miedo, quiero que venga conmigo porque así ella lo desea y me dé a beber de su cuerpo sin reservas. Después de siglos descubrí como puedo alimentarme sin infectar de quien bebo, me costó mucho aprender la forma correcta y sobre todo se me fue difícil sacar mis colmillos una vez empezaba a succionar la sangre de mi víctima, pero con ella será diferente solo será mi reina cuando ella lo decida, cuando esté segura de llevar la misma vida que yo llevo. En este momento deseo llevarla conmigo y tenerla en mi castillo en contra de su voluntad hasta que acepte que es mía, pero no me gustaría que su mirada hacia mí sea de miedo, deseo que sus ojos me vean como los míos la ven a ella con el mismo deseo. Cada noche se despierta al sentirme cerca obligándome a desaparecer de sus aposento tan indignos para una reina como ella, quiero llenarla de riquezas quiero que sea solo mía, como lo es cuando la hipnotizó para que me diga todo lo que sabe, pero hasta el momento solo su curiosidad por saber que es lo que hay en la tumba de Pedro es lo que crece a grandes pasos. De nuevo me voy de su lado sin ganas de hacerlo, pero tampoco puedo quedarme, las cortinas cerradas no me impiden ver sus movimientos dentro de ese departamento sé que por la mañana no recordara que estuve allí susurrando a su oído el deseo que ha despertado en mí. —Bertuccio, necesito que encuentres la forma de acercarme a ella sin que sospeche de mí —a lo largo de mi vida en este mundo he sido tantas personas que mi fortuna abarca generaciones infinitas, controlo a todos los clanes que han nacido de mí y en la actualidad soy dueño de empresas que nunca han visto a su verdadero propietario, pero es hora de hacerme conocer, es hora de que todos vean la imagen que controla el Grupo Siglos. —Como pidas Benjamín, pero imagino que hemos pensado en lo mismo —siempre tan autosuficiente, sabe lo que voy a pedirle antes de que lo haga. —Es por eso que estas a mi lado, y posees toda mi confianza —alabo a sabiendas de que lo hace sentirse orgulloso que lo haga —, Infórmame cuando todo esté listo y también requiero que no la pierdas de vista y te encargues de su seguridad —pido antes de retirarme a mi habitación. —Todo está listo, la señorita Swining es protegida con discreción y en la constructora lo esperan, además informe en el museo de Historia que es muy posible que usted requiera de cambios informa antes de que desaparezca por completo. — ¡Bravo! —celebro con un aplauso silencioso, a pesar de haber hecho ya eso fuera de su vista sé bien que me escucho. Solamente Bertuccio tienen permitido escuchar todo lo que sucede en esta mansión que ocupo ahora, es una de nuestras habilidades poder escuchar y ver a una distancia relativamente grande, pero yo soy mucho más poderoso tengo habilidades que nadie se imagina que de verdad existan.
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