Benjamín Drake El primer vampiro

El sonido de las monedas de plata al chocar con el piso sellaron su destino cuando con un beso traiciono a quien estaba destinado a limpiar al mundo de los pecados del hombre, encerrando en su cuerpo vacío todos los vicios de la humanidad para crear una nueva alma con ellos, oscura, despiadada y sedienta de la sangre de inocentes que se esconden en sus hogares pidiendo a Dios que no los abandone. Solo a la orilla de un acantilado ato una soga al brazo de un esquelético árbol, en el extremo contrario el lazo que enrollaría en su cuello para que se quiebre al caer al vacío, no contaba con que el creador del cielo y de la tierra desataría su furia sobre él por haber entregado a su único hijo a manos del hombre y lo enviaría de nuevo a la vida, pero sin alma y con un corazón muerto que no siente nada y necesita absorber la vida de otros para poder seguir latiendo. Era tras era las personas me han conocido con distintos nombres, culturas enteras me han ofrecido sus sacrificios creyendo que soy un Dios, otros me han perseguido queriendo acabar con mi existencia en nombre de la iglesia católica, he visto nacer y morir tantos Papas uno más falso que el otro y todos enterrando en el olvido mi presencia en la tierra. Nadie conoce mi origen, solo aquel que lo dejo plasmado en los antiguos escritos y que están sepultados junto con el cuerpo de mi hermano Pedro, quien resguarda con su alma una verdad siniestra debajo del gran templo del cristianismo, El Vaticano. Soy Judas Iscariote, el Conde Drácula, el Príncipe Vlad Draculea y ahora me llaman Benjamín Drake, camino en este mundo desde el tiempo del hijo de Dios, pagando mi condena sin que mi arrepentimiento sirva nunca para recibir el perdón. Actualidad - Roma Emily Demonios de nuevo voy tarde a clases y solo por quedarme hasta tarde leyendo sobre Lilith, si no fuese por mi interés en descubrir si todo lo relacionado con los vampiros es un mito o si de verdad existen, puede que para muchos de los que me conocen piensen que estoy perdiendo mi tiempo con esto, pero desde que termine mi licenciatura en historia y arqueología descubrir más sobre este punto se ha vuelto casi mi obsesión, no por nada siempre fui una alumna destacada aunque ahora solo este impartiendo clase de historia, gracias a Frank encontré que el Papa me permitiera una audiencia mañana a las tres de la tarde en el Vaticano para exponerle todo lo referente con mi investigación que se encuentra detenida, ya que todos los caminos siempre me conducen a los escritos antiguos, algo hay en ellos oculto o que no han podido descifrar por alguna razón. Al fin veo el imponente edificio del Sapienza University of Roma, una de las mejores universidades de todo Roma, la universidad es muy selectiva con sus estudiantes, cada uno debe pasar por una muy difícil prueba que mide su coeficiente intelectual y con eso su posible ingreso o no a la matrícula estudiantil, a los profesores se nos realiza una evaluación psicología con el fin de descartar problemas mentales de cualquier tipo, gracias a que estudie en esta misma universidad y me gradué con excelentes calificaciones no tuve que esperar mucho para obtener mi cargo, como profesora. — Buenos días, siento el retraso. — me disculpo entrando al inmenso salón de clases. — Hoy vamos a tratar el tema de historia precolombina y veremos como influye en la actualidad. — observo a cada uno de los estudiantes esperando que alguno tome la palabra con respecto al tema, pero como nadie lo hace empiezo por abrir el debate exponiendo una simple idea. — Como bien sabemos, América precolombina es el nombre que se le da a la etapa histórica del continente americano que comprende desde la llegada de los primeros seres humanos hasta el establecimiento del dominio político y cultural de los europeos sobre los pueblos indígenas autóctonos de la región americana, esta época se basa en miles de años de estudios, podría decirse que los sucesos más relevantes son la primeras migraciones humanas desde Asia a través de Beringia y la revolución neolítica. — continuo mi discurso mientras la mente se me va a los primeros humanos de la historia, Adán Y Eva, aunque según mis estudios hay quienes relacionan a Lilith como la primera mujer del mundo, ella fue la primera en copular con Adán, pero este la rechazo, ya que no había sido creada exclusivamente para él como lo era Eva, Lilith hizo pactos con los demonios que le dieron inmortalidad y belleza a cambio de esto debía tomar la sangre de otras mujeres y niños recién nacidos. Retorno de mis pensamientos cuando las voces de mis estudiantes uniéndose a mi palabrería sobre la época precolombina se dejan escuchar en el espacio y convierten la clase en una actividad más dinámica y animada. Tengo estudiantes brillantes con mucha capacidad de análisis y una forma mucho más aguda de percibir los hechos plasmados sobre el papel, algunos demuestran deseos de ir más allá y establecer sus propias investigaciones como parte de su trabajo especial de grado, yo incentivo su curiosidad al orientarlos y guiarlos a un punto de partida seguro para ellos, ya que este tipo de investigación requiere de campo y a veces solo a veces pueden ocurrir algunos accidentes. Termino la clase encargándoles un trabajo detallado con lo discutido además de agregar sus propias anotaciones y opiniones con respecto al tema para la próxima clase, soy del tipo de profesor que le gusta explotar el conocimiento del estudiante y empujarlo a ir por más, esa es la forma de crear excelentes profesionales. Después de mi jornada laboral decido ir de compras para adquirir un atuendo algo más discreto de lo que uso normalmente, no quiero tener trabas mañana en el Vaticano, mañana no tengo clases así que dispongo de la mañana para prepararme muy bien y preguntar sobre lo más relevante en mi investigación, espero contar con la aprobación del Papa para que me deje ver los registros antiguos, espero encontrar algo que arroje luz sobre todo el misterio que envuelve al tema de los vampiros. Benjamín —Amo el infiltrado que tenemos en el Vaticano me informa que hay alguien investigando sobre los vampiros y sobre todos los sucesos que han tenido durante toda la historia, donde usted ha estado involucrado sin que nadie pudiese señalarlo realmente —anuncia Bertuccio, un sirviente leal y que cuanta con toda mi confianza. —Bertuccio amigo mío, ¿Estás seguro? —pregunto a mi más fiel sirviente, es el único que está cerca de mí, los demás convertidos están esparcidos por el mundo aprendiendo a vivir bajo las sombras sin llamar mucho la atención, soy el único al que no le afecta el sol y poseo mi reflejo, los convertidos no tienen la misma suerte aunque en esta era donde la tecnología y las ciencias están tan avanzados han creado una forma de poder salir de día sin preocuparse por las quemaduras. —Muy seguro amo, nuestro infiltrado dice que se trata de profesora, que lleva años investigando todo lo referente a nuestra especie —muchos han perdido su vida en el inútil intento de llegar hasta mí. —Con que ahora tenemos a una mujer, tal parece que los hombres en esta época se han vuelto más cobardes y le están dejando todo el misterio a las damas —quizás me pueda alimentar de ella, hace mucho que no bebo directo del envase y mucho menos del delicado cuello de una damisela. — ¿Amo que piensa hacer? —pregunta, odio que me llame amo, pero el hombre es terco. —Si me vuelves a decir amo, drenaré tu sangre y te quitaré la vida eterna que te di, mejor explícame que trata de investigar esa señorita y dime como se llama — pido haciendo que mis ojos destellen. —Según lo que me han dicho es una señorita que estudia la historia aparte de impartir clases en la universidad, ha viajado a muchos lugares en busca de pruebas que demuestren la existencia de los vampiros, muchos la creen loca, pero al parecer ella está muy segura de sus descubrimientos —explica. —Su nombre —exijo de forma demandante. —Emili Swining —responde pronto. —Apellido extranjero, ¿Qué hará una extranjera indagando sobre mi pasado? —cuestiono al aire. —Eso solo puede averiguarlo usted mismo, estará hoy a las tres de la tarde en el Vaticano —informa y una sonrisa se dibuja en mis labios dejando mis colmillos al descubierto. —Prepara el auto, vamos a salir —anuncio. Nunca he querido este tipo de vida que llevo y a pesar de despreciarla con todo lo que soy, no me quejo de todo lo que me ha permitido disfrutar, como los placeres que ofrece el cuerpo delicado de una mujer. He tenido a tantas y todas me saben insípidas y sin gracia, creen que por darme el fruto de su cuerpo tienen derecho de llamarse mi reina. Voy a disfrutar seducir a la encantadora profesora que ansia descubrir la verdad oculta por siglos de secretos y engaños.