CAPÍTULO 10. ANTONELLA SALVATORE. SOY TUYO Y TÚ ERES MÍA Me estremezco, sintiendo cómo mi cuerpo tiembla, la piel se me pone chinita. Reaccionando, todas mis células vivas o muertas en mí —Emiliano— pronunció. —¡shhhh! No digas nada, principessa, no va a pasar nada que tú no quieras que pase. Solo quería besarte, sentirte y saber si siente lo mismo que yo. Me doy cuenta lo que dice tus besos, la reacción de tu cuerpo cada vez que te tocó. Te deseo, Antonella, pero más allá del deseo está el respeto y a ti te respeto. —Emiliano, yo. Yo nunca he estado con ningún hombre, tú eres el primero que existe en mi vida, el primero que me besa, el primero que me hace sentir mil cosas, sensaciones que antes no había sentido. También te deseo, Emiliano, y no dejo de sentir miedo. Miro su cara c