William Qué se cree ese idiota que me va a humillar como si nada, eso no se lo pienso permitir a nadie es que la sangre me está hirviendo ya. Tanto que le ofrecí a mi supuesto amigo, para luego enterarme que mi propia esposa le hacía agua la boca. Evidentemente tendría que hacerme a un lado, pero no lo quiero hacer, son demasiadas las cosas que no me cuadran; principalmente la existencia de ese niño, que una parte de mí sí lo está sintiendo como si fuese mi hijo, aunque en realidad no debería ser así porque fue fruto de un engaño. —Precisamente nos cayó en bandeja de plata —escucho que dice eso un hombre. —¿Disculpe? Seguramente usted se está confundiendo de persona —habló, aun sabiendo que aquel hombre no debe querer nada bueno, su cuerpo robusto, mirada imponente y una gran cicat