Enamorada de mi ex el ceo

Prefacio Este termina por ser el día más feliz de mi vida, cuanto quisiera gritar de emoción, pero todo lo tengo que hacer prudente para no generar sospechas de mi adorado esposo, es que soy tan afortunada, de tenerlo a él es que de tantas mujeres que tuvo, él me eligió fue a mí, las demás se quedaron con las ganas de sentir su amor. Williams Martins es el hombre que me enamoró desde hace años, es por eso que hoy estamos cumpliendo nuestro quinto aniversario, estos cinco años para mi han sido los mejores de mi vida, así que por eso le imploro a la vida que no vaya a separarnos. Llegó la hora la puerta está sonando, con ese timbre que se entra en mi piel, mis nervios están de punta y la compañía de todas estas personas me hacen sentir más animada, todo para continuar con esta magnífica noche, donde nuestro amor por fin será fortalecido para siempre, pero que mejor que exaltándolo delante de todos y sobre todo de las envidiosas, que desde hace mucho buscan ganármelo, no obstante, jamás podrán hacerlo, porque yo si soy una dama. William entra, lo primero que hace es caminar hacia todo lado, de repente todos gritamos y mis ojos se colocan vidriosos de la alegría que tengo estancada, él les sonríe a todos, sin embargo, cuando sus ojos están ya concentrados en mí se opacan, pero no me puedo dejar desanimar, estoy luchando todo para que él me vuela amar, tal y como lo hizo el primer día, porque, aunque a veces lo dudo yo sé que es así. —¿Qué significa todo esto Noemy? —William grita, aun cuando su rostro tiene lindas expresiones. Mi esposo solo se acercó a mí para reprocharme, ya esto es tan común, sin embargo, yo todavía no logro aceptarlo. Los gritos emocionantes de los demás solicitando que juntemos nuestros labios, se terminan esparciendo en el ambiente hasta perderse. Es que ellos todo lo hacen para que nos demostremos amor, pero a William no le parece tan divertido, puesto que no lo dejan continuar con las palabras que estaban en la punta de su lengua, él aprieta su mano tan fuerte mientras que la sonrisa le sale con falsedad, algo me hace sentir que siempre es así conmigo. Agarré dos copas de esa bebida que antes nos provocaba mariposas en el estómago, William me roza con su mano hasta quitarme una de esas, solo puedo preguntarme ¿cómo puede sonreírles a todos menos a mí que soy su esposa? ¡Esto definitivamente que es increíble! Extraño tanto todo, pero la vida me la está quitando mucho más, aguantar es la frase que más se cumplir. Yo no me enamore de toda esa indiferencia que estoy notando, ya me está doliendo el alma, tantos momentos felices que vivimos, aunque a quien le miento si fueron muchos más los tristes. —Esta fecha no la podía dejar pasar por alto mi amor —pronuncié, luego decido quedarme en silencio unos cuantos segundos, puesto que cada palabra que digo está siendo desperdiciada, parezco ser lo menos significativo, pero al mismo tiempo la que llena las cabezas de cada uno de los chismosos que están aquí, es que gracias a mi tendrán un tema para conversar. Para William es más interesante todo menos yo, él levanta sus cejas haciéndome entender que yo no soy sincera. —No quiero parecer grosero con absolutamente nadie, pero deseo estar solo con mi esposa. —William de una vez le da un abrazo a cada invitado, no los deja ni pensar cuando él ya les estaba abriendo completamente la puerta para que salgan de allí, sé que su prestigio debe estar cayendo demasiado bajo, de hecho, es por mí. —¿No me digas que vamos a celebrar los dos solitos? ¡Eso me emociona! hace mucho lo anhelo y tú me lo vas a conceder mi amor, me refresca todo momentos como este, sé que el dinero que invertí en la celebración lo voy a recuperar con tu amor. —Lo observó con picardía, todavía hay demasiadas cosas que nos faltan por vivir, definitivamente de nada nos vamos a perder. Me acerco dando unos suaves taconazos y acaricio su mejilla, cuando terminó él no tarda ni un segundo en limpiarse, se alcanza a percibir un asco en sus movimientos, como si yo fuera un arrume de basura. —Celebrar Noemy… Todos los días ya se convirtieron en lo mismo, ¿por qué no entiendes que esto no tiene ni sentido continuar?, está vacía relación deberíamos tirarla en un bote de estiércol, todo para que tú me olvides como yo ya lo hago constantemente contigo, porque solo te… Mejor me debo callar —habla William, tal parece que fue suficiente. Alcanzó a tocar sus manos y están tan frías como sus palabras, más rústicas que nunca debe faltarle cariño para que se suavicen. Hago caso omiso a sus palabras. —Esto es para ti William. —Sacó un sobre de mi cartera y se lo entregó a él, William lo destapa de inmediato, sin embargo, su rostro se torna más blanco de lo que es. —¡Esto no puede ser! —William grita se está sulfurando bastante, sus ojos se entrecierran por unos cuantos segundos y guarda silencio. —Si mi amor ¡vamos a cumplir nuestro sueño de ser papás! —Una lágrima se desliza por mi mejilla, estoy intentando que la melancolía no me gane, puesto que tenemos que estar felices, pero con William tan distante es casi imposible, aunque yo tengo las esperanzas de que mañana va a cambiar. —¿Cómo dices? si yo soy estéril —exclama William. Las palabras de mi esposo me lastiman, como puede estar dudando de mí, yo que constantemente evado a todos los hombres que me dicen que estoy bella. Pero como lo juré en el altar siempre seré su paño de lágrimas, todo porque lo amo, esas palabras llenas de odio procuraré esquivarlas, a lo mejor nos falta simplemente es tiempo para compartir. —El cielo escuchó cada una de nuestras súplicas, mira nos regaló esta hermosa bendición que sin duda nos hará amarnos mucho más. —Le sonrió, pero ni mis expresiones funcionan en realidad ya me estoy asustando, este no parece mi esposo, me da la impresión de que alguien le ha estado aconsejando; sin embargo, todo ha sido en mi contra. —Noemy yo a ti ya no te amo, claramente ahora mucho menos que me fuiste infiel, ¿Quiero saber quién es el hombre con el que te revolcaste? Estoy cansado de intentarlo, para que me salgas con esta traición ¡Vete de mi casa! No me hagas perder más tiempo —dice William. Él me habla como si nada le importara ya, me está rompiendo el corazón en miles de pedazos, uno por uno de mis planes comienzan a derrumbarse hasta convertirse en cenizas y desaparecer. —William… Piensa bien las cosas, mi amor —mi voz se entrecorta entre tanta lágrima que derramo, pero tal parece que para William responder no termina ni siendo necesario, solo me falta que busque un escondite. —¡No! ¡Largo! —él grita tan fuerte. La mente se me coloca totalmente en blanco, solo pienso impulsivamente en irme con las manos vacías, camino lentamente hacia la puerta convirtiendo todo en más tormentoso para mi ser. Intento observar a los ojos a William todo para que él me detenga, pero él me da la espalda, con las manos sobre mi vientre salgo dejando mi vida entera en esas cuatro paredes. Mis ojos se están nublando, me siento tan débil y un fuerte golpe contra mi cuerpo me hace despertar de una vez, no sé en qué momento olvidé que no debo estar flotando, pues ya no soy la señora de William. Voy alzando mi cabeza y el rostro de preocupación de Evamm Teles, es indescriptible, él es el mejor amigo de William, los dos seres más inseparables del mundo, desde hace muchos años han sido los confidentes el uno del otro. Me asombra que Evamm con sus manos tan tiernas seca mis ojos, involuntariamente se me sale una sonrisa, pese a todo se me desaparece cuando recuerdo lo que acabo de pasar. —Noemy… Disculpa por llegar tarde —percibo la voz de Evamm como un suspiro, precisamente me está tranquilizando. Está siendo mi salvador, precisamente estoy en un estado de confusión porque él estará con su amigo. —Puedes seguir a la casa de William, porque ya no es la mía, de mí no tienes que preocuparte Evamm, aunque para que te digo eso —expresó extrañamente. —Lo dejo solo y me voy caminando, escucho como Evamm grita mi nombre pidiéndome que pare, lo hago cuando ya me estoy alejando de la casa y acomodo mi cabeza sobre una fría pared, él llega corriendo su respiración se escucha a mil. —Puedes confiar en mi Noemy —él habla calmado, pero no sé si creerle. —¿Para qué apoyes a tu amigo? es que… ¡Mejor déjame en paz! —No aguanto más y cubro mi rostro con ambas manos, todo para que Evamm no note más lo frágil que soy. —Estoy de tu parte, Noemy siempre lo estaré ¿Qué sucede? —él me pregunta, tal vez si tengo que desahogarme todo para que los nudos de mi garganta se suelten. —Me dejó, porque estoy esperando un hijo de él. —Agacho mi mirada, él me va levantando la cara regresando en mi mucha dignidad, Evamm es el mejor eso lo confirmo. —Yo no te dejaré sola, Noemy. —Los ojos de Evamm le están brillando como nunca lo había visto. —Pero Evamm —no terminó de decir, cuando él ya me está dando explicaciones. —Estoy contigo Noemy, puedo estar mal de la cabeza, pero eres tú la que me necesita y seré yo el que te de esa mano que necesitas, no te vayas a desgastar diciéndome que no; porque yo no me rindo, te juro que este será nuestro más grande secreto. —Evamm me abraza tan fuerte, haciéndome sentir algo bonito.