KATRINA
Le entregué la cerveza y él la tomó, la verdad creí que ni siquiera me la aceptaría, pero, pues, me equivoque. Supongo que no sabía cómo actuar frente a mí, mire a Em, quien me alzo sus pulgares y entonces me atreví a hablar.
—Así que tú eres el misterioso y sexy de este clan —al parecer mi afirmación le causó gracia, puesto que sonrió de lado y enseguida me miro.
Su mirada me congelo, había algo en ella que me atrapo de inmediato, mi cerveza se quedó a mitad de camino de mi boca y después el tomo un largo trago de la suya, sacándome de mi ensoñación, también tome un trago para disimular.
—¿Misterioso y sexy? —se burló por mi afirmación y negó con la cabeza.
—Lo sabes, solo tienes que aceptarlo —ahora rio.
—¿Y cómo fue que llegaste a esa conclusión? Si se puede saber, porque la percepción que me han dado las mujeres con las que he estado, ha sido una muy diferente —ahora la que rio, fui yo.
—Pues no sé con qué tipo de mujeres has estado, pero claramente no han sido las correctas —soltó una risotada.
—Yo jamás te dije lo que me han dicho —tomo otro sorbo a su cerveza y lo miré.
—Pues entonces explícate —ladee mi cabeza y espere su respuesta, empezó a acercarse lentamente hasta que se quedó a unos centímetros de mí, sentí su aliento en mi mejilla y mi piel se erizó, es realmente cálida y no comprendo por qué me sentí así.
—Me han llamado… pienso que es mejor que tú lo averigües por ti misma —puse los ojos en blanco y él se burló de mí, obviamente solo está jugando conmigo.
—Si no me lo ibas a decir, entonces hubiera sido mejor que te quedaras callado —espeté.
—Jamás dije que no te lo diría, solo quiero que lo descubras por ti misma —sonrió lobuno y paso su lengua por su labio inferior.
Claramente, es un signo de coqueteo, este hombre de verdad que me confunde, primero me hace el feo y después coquetea conmigo, ¿y si solo está jugando?, quizá no pierda nada por seguir su juego, ya veremos hasta donde llega.
—De acuerdo, entonces, ¿Cuándo podré descubrirlo? —alcé mi ceja para que entienda que no me intimida, no me conoce y no sabe qué tipo de mujer soy, pero estoy bastante segura que se sorprenderá.
Las siguientes horas, yo fui quien me mantuve hablando durante todo el tiempo, él participó algunas veces respondiendo lo que le preguntaba, pero no más, tal vez yo no le llame la atención como él a mí y es por eso que se porta de una manera un tanto cortante; sin embargo, nada de lo que pensaba es lo que imaginaba y más tarde lo comprobaría por mí misma.
De pronto vi salir a Anne y detrás de ella venía el rubio, quien por sus caras rojas y esa risa tonta, seguro que ya ha follado con él, negué con la cabeza y fingí no darme cuenta de nada, así como los demás.
Más tarde, me avisaron que saldríamos a un lugar para bailar, establecimiento que pertenece a la familia de Alex, por supuesto que usaría mi mejor vestimenta para esta noche, todas las chicas nos fuimos a arreglar, ellos por su parte, se quedaron bebiendo algunos tragos más, no sé cómo es que aguantan tanto.
Todas nos encontrábamos demasiado emocionadas, sería nuestra primera salida, desde hace mucho y una noche un tanto desagradable, ya nos aguardaba.
No sabía que ponerme, ya me había medido varias prendas y ninguna era de mi agrado, hasta que muy al fondo, encontré una falda demasiado corta para mi gusto, pero que podría funcionar.
Me coloqué un crop top, que no dejaba nada a la imaginación, me coloque mis tacones de puta, me maquille los ojos en tonos oscuros, un poco de gloss en mis labios y me uní a las chicas, quien al verme se quedaron con la boca abierta, les modele dando una vuelta de 360 grados, todas rieron excepto Jud, quien solo negó con la cabeza.
—Y bien, ¿Cómo me veo?
—Kat, ¿acaso iras a un burdel? —por supuesto que Jud no podía guardarse sus comentarios mordaces para ella, si no los externa, supongo que su propio veneno la carcome por dentro.
—Deberías aprender más a nosotras Jud, traerías babeando a Logan aún más —puso los ojos en blanco y replicó.
—No necesito de esos trucos, cuando ya tengo otros mucho más efectivos —se sonrojó al darse cuenta de lo que había salido de su boca.
Todas reímos y decidimos no decir nada, no quiero pelear en nuestra primera noche de reencuentro, consideró que ya habrá más; además, poco me importa lo que diga Jud, mientras yo me sienta segura con lo que traigo puesto.
Ya los chicos nos esperaban para salir, pensaba irme con Emily o Anne, pero en cuanto estuve frente a Elliot, no me soltó la mano. Lo noté un poco extraño, pero quizá únicamente fue mi imaginación.
Nos subimos al auto y nos pusimos en marcha, durante el trayecto, conversamos muy poco, puesto que él iba demasiado concentrado en el camino, seguí notando algo extraño su comportamiento, por eso termine preguntándole.
—¿Te sucede algo Elliot? —creí que no respondería; no obstante, si lo hizo.
—No, ¿Por qué tendría que sucederme algo? —hablo un poco a la defensiva.
—No lo sé, es por eso que te lo pregunto, pero si no me quieres decir, por mí está bien —subí el volumen de la música y me dedique a mirar por la ventana.
En cuanto llegamos al sitio, una fila de autos y personas ya se encontraban esperando, supuse que esperaríamos una eternidad para entrar; sin embargo, ni siquiera tuvimos que formarnos, cuando Elliot ya se encontraba bajando del auto y rodeándolo para abrir mi puerta, al igual que todos los demás. Los del valet parking, se llevaron los autos de cada uno y los de seguridad nos dejaron entrar sin tener que esperar.
Me colgué de su brazo y él mantuvo su mano prácticamente en mi culo durante todo el trayecto, la verdad es que no me importo, estoy más que segura que muy pronto lo tendré en mi cama y averiguaré exactamente a qué se refería con lo de hace un rato.
Por supuesto, nos ofrecieron el mejor lugar de todo el sitio, ellos se quedaron sentados mientras nosotras salimos a menear el bote. Y entonces todo se complicó.
Estábamos de lo más divertidas cuando un degenerado se le ocurrió tocarle el culo a Ev, ella lo abofeteo y de repente, como si de un rayo se tratara, Alex se encontraba detrás del desagradable cerdo apuntándolo en la cabeza. Y los demás se hallaban a su alrededor, de la misma forma, apuntándolo.
Estaba que no me creía lo que mis ojos contemplaban, ¿será que a esto se refiere Elliot?, debe de convertirse en todo un semental en la cama, mi centro comenzó a palpitar de solo imaginar la noche loca que me estaba imaginando, pero detuve mis pensamientos, cuando nos llevaron a un privado. Decidimos no darle la mayor importancia, pero ya mi cabeza maquinaba miles de preguntas para Elliot, obviamente, en cuanto se presente la oportunidad.