Observo a Diego y el está compartiendo una historia sobre una de nuestras misiones con Madame Shiji quién se está riendo incontrolablemente al frente de la mesa, le ha gustado bastante al parecer.
Ser amigo de la esposa del gobernador, no es una mala conexión cuando estas intentando ser jefe de todo un departamento de agentes de elite, pero sé que la amistad de Diego no tiene nada que ver con la ganancia política, su amistad es genuina, esa es la única forma en que sabe como colarse entre las personas. Por eso estoy segura de que va a ser nuestro próximo jefe, porque el es fiel y verdadero, un hombre digno de confianza. Si tan solo los demás líderes fueran así la historia del mundo militar y oficial sería otra.
Luis se sienta junto a Diego riendo y agregando algunos detalles adicionales a la historia de vez en cuando, de todos nosotros él es probablemente el más normal dejando de lado que él fue secuestrado y convertido en una rata de laboratorio cuando era un niño.
A los pies de la mesa Gabriela se sienta en silencio mirando miserablemente al viento pero soy la única que parece notarlo o preocuparse.
Nota mental: hablar con ella y preferiblemente antes de la boda.
Intento atrapar su mirada pero ella no se da cuenta o me ignora a propósito, cualquiera que sea la razón no puedo decir nada ni insistir porque sentado frente a mi esta la causa de mis propias ansiedades.
Si no fuera por la falta de su habitual encorvamiento, cualquier otra persona normal hubiera pensado que era el mismo viejo Travis, pero lo conozco demasiado bien. La mejora en su postura no es por cortesía para nuestra misión actual, el está tenso, es de la misma manera que se pone cuando estamos en otras misiones. Un minuto estará con los ojos caídos, las manos metidas en los bolsillos y al otro minuto con el simple chasquido de una ramita tendrá las armas en la mano y listo para patear traseros y así es como está actuando ahora, como si estuviera en alerta máxima, me pregunto si está teniendo dudas.
¿Está preocupado de que vaya a cambiar de idea?
¿Estoy teniendo dudas? Esto se siente un poco apresurado después de todo. Acabamos de empezar a salir y ¿ya estamos listos para dar ese paso? Y no es solo el tipo de dormir juntos abrazados, como él dijo si voy a él esta noche tendremos...
— ¿Postre señorita? — me preguntan sacándome de mi ensueño.
— ¿Qué? ¡Oh si gracias!
Mirando el plato que acabó de poner el sirviente delante de mí, veo 3 piezas de manju. Uno es verde e inmediatamente lo reconozco como té verde, los otros dos sin embargo tienen el mismo pan de trigo sarraceno y solo puedo adivinar que hay dentro de ellos, seguramente uno está lleno de una pasta de frijoles rojos pero el otro... bueno, voy a averiguarlo. Levanto uno a mis labios y doy un mordisco tentativo.
¡Y que delicioso, es naranja!
Mientras sonrío ante esa sorpresa cítrica capto otra sorpresa, la mirada de Travis fija en mi boca, mirándola con esa misma mirada soñadora y lejana que tenía cuando chupe el azúcar de mi mochi en el festival.
Esta exitado... esta exitado incluso cuando no estaba tratando de provocarlo, ¿que tal eso? Bueno, si estaba teniendo dudas ahora es seguro que no parece tenerlas. Por un capricho, tomo otro bocado de mi manju esta vez mirándolo directamente a los ojos mientras lo mastico lo más lento y sensualmente posible, yendo tan lejos como para lamer mis labios después de tragar.
Lo veo tragar saliva y sus ojos rápidamente se enfocan en los míos, yo le sonrío y él me devuelve la sonrisa. Me chupo los dedos y él se queda sin aliento...
— ¡Ejem! — Gabriela da una tos falsa y levanta una ceja hacía nosotros.
Ambos inmediatamente dejamos de coquetear y agachamos la cabeza avergonzados.
— Uh… gracias por la maravillosa comida señora, pero si no le importa realmente debería...
— ¡Oh si por supuesto Capitan, por favor! Mañana es el gran día después de todo. ¡Que tengas una buena noche de sueño!
— Gracias, buenas noches a todos — dice Travis inclinándose ante Shiji y Gabriela, nos hace un gesto de reconocimiento al resto de nosotros, pero cuando se trata de mí sus ojos perduran un poco más de lo debido, no se puede negar lo que significa esa mirada:
Espero verte pronto.
Siento que un sudor viene a través de mi cuerpo, lo veo salir, bajar por el pasillo, subir las escaleras y girar a la izquierda en la parte superior del descansillo hasta que está completamente fuera de mi vista. Primera puerta a la izquierda, lo tengo.
Cuando me doy la vuelta me alegra ver que Diego y Luis no me han sorprendido mirando fijamente y han continuado contándole su historia a la señora Shiji, sin embargo Gabriela me está dando una mirada extraña.
— ¿Que?
— Ustedes dos son tan obvios.
— Si bueno, tú y tu chico misterioso también.
— No se de que estás hablando — dice tan ruborizada como yo.
— ¡Te vi en los jardines! ¿Quién es él?
— Creo que debería irme a la cama también madre, soy la futura novia después de todo — dice elevando la voz para ser escuchada por todos.
— Por supuesto cariño, no sé qué pensaba, ¡buenas noches Gabi!
— Buenas noches a todos — me mira y le devuelvo la mirada y se marcha.
— Yo también me retiro, me siento un poco agotada.
— Si lo entiendo completamente, ¡buenas noches!
— Buenas noches a todos— digo con una sonrisa y me voy.
Estoy lista para caminar con Gabriela y tener un poco de corazón a corazón con ella cuando la veo deslizarse a través de un pasaje aparentemente solo para ella, mientras me sonríe 2 guardias se deslizan hacía la puerta detrás de ella y continúan en guardia. No la seguiré ni hablaré con ella esta noche.
¡Maldita sea con esta chica!
Rechinando los dientes salgo rápidamente del comedor y camino ciegamente por el pasillo y subo las escaleras, solo cuando me he encontrado en la parte superior del rellano y debo decidir si voy a la izquierda o derecha, lo que me recuerda que Travis está esperando por mí.
De acuerdo, para la mayoría de las personas esto es una obviedad: ¡vete a la izquierda tonta! El te quiere, tú lo quieres, ¡hazlo ya!
Por un momento me detengo ya que Tora me analiza con una mirada asustada, piensa si voy a capturarlo o no y observa si hago algún movimiento al ver que no hago nada se marcha rápidamente de allí, después de que se fue, suelto el aliento que estaba conteniendo y dejo escapar un suspiro. Un minuto después estoy de pie en una habitación vacía mirando una cama sin nadie a la luz de la luna.
Después de todo, ¿que había estado pensando? Estoy tan contenta de haber tomado la decisión correcta.
Detrás de mí, un brazo fuerte se envuelve alrededor de mi pecho y un cálido aliento susurra suavemente en mi oído:
— Tenía miedo de que no vinieras.
— Lo siento, no quise llegar tarde, me dirigía a tu habitación cuando un gato...
— Jane, sabes que hemos estado cerca el uno del otro por mucho tiempo cuando tus excusas empiezan a sonar como las mías — dice mientras tira de mi cabello a un lado para llover besos en un lado de mi cuello.
— Mmm — es lo único que logro decir mientras inclino mi cabeza para darle un acceso más fácil.
Todos tenemos un gato asustado dentro de nosotros, pero si te quedas quieto el miedo eventualmente cede por sí solo y podemos volver a donde necesitamos estar... como yo, que he estado esperando estar así por fin con él y es justo el lugar donde siempre debo estar.
Inclinando mi cabeza hacia atrás y dejándola apoyada contra el pecho de Travis mientras besa suavemente el costado de mi cuello, no puedo evitar preguntarme: ¿es posible moverse muy rápido y aún así estar esperando que esto suceda?
Hace diez años que conozco a este hombre: Un año como profesor, siete años como mi capitan de equipo, seis años como iguales y a lo largo de este tiempo hemos crecido de maestro y alumno a amigos y compañeros de equipo dispuestos a dar la vida por el otro en un abrir y cerrar de ojos.
Hace cinco noches me beso y yo le devolví el beso, tres noches hemos dormido juntos y esta noche dormiremos juntos en todo el sentido de lo que conlleva esa frase, parece apresurado pero al mismo tiempo no lo es.
— ¿Estás segura de que quieres hacer esto? No te hare cumplir ninguna promesa que creas que hayas hecho. Si quieres retroceder ahora no te lo reprocharé — murmura mientras arrastra ligeramente sus labios por un lado de mi cuello hasta que apenas roza la parte exterior de mi oreja.
Siempre me ha protegido, siempre cuidando y reconfortándome, nunca le gustó ver que me lastimaran, incluso ahora que entré a su habitación y me ofrecí a él por mi propia voluntad, el todavía está tratando de protegerme incluso de sí mismo.
— Quiero esto Travis, de lo contrario no habría acudido a ti esta noche y no quiero darme la vuelta, hemos esperado esto por mucho tiempo.
— Pero solo ha sido una semana.
— No, no ha sido solo una semana. Hemos pasado por mucho juntos. Lo único que ha sido solo una semana es que nos hemos dado cuenta oficialmente de cómo nos sentimos realmente el uno con el otro, esto no es solo sexo, si lo fuera no estaría aquí. Te amo y siempre lo he hecho, pero antes no me dejaba creer que te amaba como algo más, porque creía que solo te admiraba, respetaba y crecí junto a ti, pero a través de los años descubrí que realmente te amo como hombre... y creo que tu también me amas de la misma manera.
— Lo hago.
— Entonces muéstrame como lo haces.
— Te amo tanto Jane, pero no siento que tengamos que hacer el amor para demostrarlo — su mirada es suave cuando coloca una mano cálida en mi mejilla y la acaricia suavemente con su pulgar.
— No lo hago para demostrar nada, lo estoy haciendo porque realmente te amo— dije sonriéndole.
— ¿Me amas? — pregunta burlonamente.
— ¿Como podría no hacerlo? Solo mírate, todo caliente y… ¿cómo te llamaste? Ah si gen-sexy — le sonrio.
— Maldita sea que lo soy — me sonríe de nuevo antes de levantar mi cara en sus manos y presionar suavemente sus labios contra los míos.
Lo deje tomar la iniciativa por un momento, dejándolo sostener mi cabeza mientras me besaba en ángulos variables inclinando su cabeza lentamente hacía un lado y luego a otro. Subo mis manos por su pecho y cuello hasta que mis manos también cubren los lados de su cara. Ahora estamos los dos juntos, inclinando nuestras cabezas de un lado a otro mientras capturamos nuestros labios continuando el mismo ritmo lento que comenzó.
Puedo sentir la necesidad crecer dentro de mí, ya que estoy segura de que se está acumulando dentro de él y lo empujo más cerca de mi incitándolo que me bese más fuerte, el responde agarrando la parte de atrás de mi cuello y devolviéndome el beso con tanta hambre y desesperación como lo estoy besando a él. Abriendo mi boca hago que abra la suya, nuestras lenguas se encuentran a medio camino a medida que se deslizan lentamente una contra la otra, está claro que a diferencia del año nuevo, donde el beso fue parcial esta vez el deseo es mutuo.
Sus manos bajan de mi cara para bajar lentamente la cremallera de mi camisa, mis manos imitan las suyas moviéndose lentamente por su cuerpo para bajar la cremallera de su chaleco sin dejar que nuestros labios se separen, los dos nos quitamos la ropa. Mis manos encuentran su camino por su camisa sintiendo la dureza de su pecho a través de la delgada tela de su camiseta ajustada, sus manos acunan mis pechos sintiendo su propia firmeza a través de la tela de mi sostén, rompemos nuestro beso el tiempo suficiente para mirarnos a los ojos y recuperar el aliento antes de que el hunda su cabeza en el hueco de mi cuello otra vez y lo chupe lo suficiente como para dejar una marca, simplemente cierro los ojos, inclino la cabeza hacia atrás y le paso los dedos por su suave cabello presionándolo más fuerte contra mi.
Sus manos vagan hacia mi espalda, soltando lentamente los pequeños ganchos de mi sostén, tiro del dobladillo inferior de sus dos camisas rogándole en silencio que se la quitara. Después de que el último gancho de mi sostén se desabrocha y la atadura se afloja a mí alrededor Travis me ayuda a quitarlo de mis hombros y brazos dejándolo caer en el piso. Lo ayudo a levantar su camisa por encima de su cabeza. Entonces estamos de pie medio desnudos uno frente al otro bañados por la luz de la luna. Cuando mis ojos y dedos recorren su pecho y abdomen ahora expuestos, admirando la piel cicatrizada sobre los musculos endurecidos sus propios dedos aprietan suavemente mis pechos recién expuestos admirando su redondez, firmeza y tamaño contra las palmas de sus manos.
Las manos que estaban masajeando suavemente mis pechos se mueven hacia atrás para acunar mi cara. Miro a Travis a los ojos e intercambiamos sonrisas antes de que baje la cabeza para besarme de nuevo lo más amorosamente posible, es difícil relacionar a este hombre que me trata con tanto cuidado y ternura con el hombre por el que se le identifica y por lo que es famoso un Capitan de elite altamente capacitado que puede matar implacablemente y sin piedad según lo crea conveniente. Pero no estoy enamorada de ese hombre, todo el mundo lo idolaliza y teme. Es este, el defectuoso y vulnerable como todos los demás, el que reserva toques más ligeros para mí y me trata como si valiera más que todas las riquezas del mundo, es este de quién estoy enamorada.
Creo que por eso me enamore de él en primer lugar. Porque mientras un hombre rompió mi corazón y me dejó atrás, este se quedó conmigo y volvió a llenar mi corazón. Amo a Travis por eso y siempre lo amare por todo lo que hemos vivido juntos.
Devolviéndole el beso con mas fuerza que nunca, el lo rompe y mira inquisitivamente mis ojos.
— ¿Jane que te ha pasado?
Dios, si solo supieras que descubrí que te amo intensamente...
— Nada, por favor solo hazme el amor.
Todavía se ve confundido, dudando por unos segundos más, pero al final no dice nada y vuelve a poner su boca en la mía. Por un momento me perdí otra vez en su beso, mi mano se movía por su ancho pecho y su musculoso abdomen hasta que se detuvo contra el bulto que se tensaba contra la tela de sus pantalones.
— Hazme el amor — repito contra sus labios mientras lo froto suavemente.
Gime contra mi boca y me levanta en sus brazos estilo nupcial llevándome a su cama, acostándome suavemente sobre mi espalda, el se recostó sobre mi apoyando la mayor parte de su peso en sus codos y antebrazos para evitar aplastarme, sus caderas llegaron a un suave descanso entre mis piernas. Apretando uno de mis pechos en sus manos para hacer que el pezón se endurezca aún mas baja la cabeza y recorre pequeños círculos alrededor de el con la punta de la lengua, luego rápidamente mueve su lengua contra el antes de envolver su boca completamente alrededor del c*****o rosado y chuparlo suavemente provocando un profundo gemido de placer en mí, poco a poco muevo las manos arriba y abajo por su espalda instándolo a seguir. Bajando su mano entre nuestros cuerpos apretados me toma entre las piernas y comienza a frotarme y apretar allí, el hormigueo que sentí antes ahora se ha convertido en un dolor ardiente y puedo sentir que mis bragas comienzan a humedecerse, cuando el comienza a tirar de mi falda mis pantalones cortos y mis bragas tratando de bajar todo al mismo tiempo no dudo en ayudarlo a quitarlos completamente de mis piernas. Cuando regresa su mano entre nosotros sus dedos asperos se deslizan fácilmente arriba y debajo de mis pliegues húmedos y sedosos.
Bajó por la cama y colocándose entre mis piernas, las separó mas ampliamente rociando besos a lo largo de mi muslo interno, moviéndose hacia abajo hasta que está casi en los rizos de mi montículo, se mueve pulgadas por encima de el. Esta tan cerca que puedo sentir el calor de su aliento contra él, pero en lugar de besarme allí como espero que lo haga comienza a besar el interior de mi otro muslo, su burla me deja jadeando, el corazón acelerado y todo mi cuerpo retorciéndose debajo de el.
— Travis— dije con aire entrecortado.
— ¿Si? — se arrastra, mirando hacia arriba entre mis piernas.
— No me hagas rogar.
— No te haré rogar pero te haré temblar.
Y con eso el lame mi raja de abajo hacia arriba antes de envolver su boca cálida y húmeda alrededor de mi clítoris, chuparlo suavemente y lavarlo con su lengua. Tiene razón, estoy temblando. Desde mis piernas temblorosas e incontrolables hasta mi cabeza y brazos agitados, estoy temblando como una hoja y no puedo hacer nada al respecto porque lo que está haciendo se siente tan bien y tan intenso que no puedo pensar... y como si no fuera lo suficientemente intenso mete dos dedos dentro de mi y comienza a empujarlos lentamente dentro y fuera de mi pasaje. Tengo que tomar una almohada y presionarla contra mi boca para evitar que todo el mundo sepa lo que el y yo estamos haciendo en este momento.
Aumentando el ritmo de su empuje y movimientos de su lengua contra mi clítoris no puedo dejar de sucumbir a la abrumadora sensación de placer que atormenta mi cuerpo haciendo que mis dedos de los pies se enrosquen, mi espalda se arqueé hacía arriba y el musculo interior se contraiga fuertemente alrededor de sus dedos invasores. Cuando literalmente vuelvo a la tierra y vuelvo a caer en la cama, veo a Travis mirándome de una manera que nunca antes lo había visto hacerlo, es una mezcla de amor profundo y lujuria, todo en uno.
Al desabrochar el botón de sus pantalones y bajar su bragueta, el se baja los pantalones junto con sus bóxers retirándolos por completo y tirándolos a un lado pero no antes de sacar el condón del bolsillo trasero. A la luz de la luna veo su erección contra su estomago, observo con anticipación mientras arranca el papel del condón, aprieta la punta de la goma para que no se rompa y luego rueda el resto por su longitud sosteniéndose en su mano se coloca de nuevo entre mis piernas, alinea su punta con mi entrada y se guía suavemente hacía adentro.
Al principio está bien, sus dedos habían estirado y me habían mojado lo suficiente como para dejar que los primeros centímetros de el se deslizaran dentro de mi con bastante facilidad, pero en el momento en que golpea esa barrera delgada que está dentro de mí y comienza a empujarla contra el no puedo dejar de gritar de dolor, lentamente retrocede hasta que vuelve a donde estoy cómoda con su penetración.
— Jane no lo sabía, quiero decir, pensé que quizás aún lo eras pero no estaba seguro.
— Esta bien, de verdad solo sigue adelante.
— Iremos despacio, tomate todo el tiempo que necesites ¿de acuerdo?
Sacudo mi cabeza en afirmación, apretando los ojos con fuerza esperando que el dolor regrese mientras él se baja lentamente hacía mi, mis ojos se abren cuando lo encuentro lentamente empujándose a si mismo dentro de mi, el no está completamente adentro pero por ahora es suficiente, estoy aliviada y agradecida, el lugar de irrumpir en mi al mismo tiempo como la mayoría de los amantes demasiado entusiastas interesados solo en lograr su propio placer, Travis literalmente va a tomárselo con calma conmigo, tomando el tiempo de profundizar gradualmente su penetración hasta que esté lista para que lo haga.
Levantándome al mismo tiempo que él se baja, beso sus labios en agradecimiento, sus caderas se doblan involuntariamente penetrándome un poco más profundo que antes. El dolor solo dura unos segundos antes de que se retire un poco otra vez.
— Lo siento.
— Esta bien — le sonrío y él me devuelve la sonrisa, la preocupación abandonando su rostro.
Pronto me doy cuenta que el dolor es cada vez menos y le doy un asentimiento para que simplemente siga adelante y lo haga, con un rápido empuje está completamente dentro de mi hasta la empuñadura. El dolor sigue siendo insoportable y lo obligo a permanecer quieto dentro de mi durante un par de minutos más para que pueda ajustarme a el... pero ya esta, me ha quitado lo último de mi inocencia y no puedo pensar en una mejor persona para haber perdido mi virginidad.
— ¿Todavía estas bien? — pregunta suavemente quitando un cabello lejos de mi cara.
— Lo estaré — le sonrío débilmente.
El baja la cabeza y me besa suavemente en los labios, le devuelvo el beso y pronto nuestras lenguas se deslizan una contra la otra de nuevo, estoy vagamente consciente de sus caderas subiendo y bajando lentamente contra las mías y el dolor que todavía me está causando pero cierro los ojos y trato de distraerme instándolo a que me bese más fuerte, solo al hacer que me bese mas fuerte también está empezando a empujar más fuerte y más profundo, todo lo que puedo hacer es sujetarlo con fuerza y soportarlo. Pero con el tiempo me empiezo a sentir bien, a medida que el dolor desaparece me encuentro levantando las caderas para encontrarme con su impulso de empuje, siento que sonríe contra mis labios y finalmente estamos haciendo el amor juntos.
Haciendo rodar nuestras caderas una contra la otra, simplemente disfrutamos de los cuerpos de cada uno unidos íntimamente, estoy apretada por el, estoy segura y puedo decir con cada gemido de placer escapando de los labios de el que está disfrutando de la suavidad, humedad y el calor ardiente de mi cuerpo apretándolo tan fuerte, para mi su dureza, grosor y longitud parece que finalmente está llenando un vacío que ha estado esperando que se llene por más tiempo. A medida que nuestro ritmo se acelera ya no es el suave giro de las caderas sino los cuerpos que se golpean desesperadamente uno contra el otro, ansioso por liberarse, se siente muy bien dentro de mí pero sé que si puedo lograr que golpee ese punto particularmente sensible que está enterrado profundamente dentro de mí, entonces me hará sentir mucho mejor. Levantando mis piernas y envolviéndolas en su torso Travis naturalmente se hunde más profundo, ahora con cada movimiento de sus caderas el golpea repetidamente ese lugar que quiero tanto que toque, mis músculos internos comienzan a ondularse alrededor de su m*****o y tomando una última y poca respiración rápida mi cuerpo se pone rígido, mis músculos internos se aprietan con fuerza alrededor de su m*****o, contrayéndose con fuerza una y otra vez. De nuevo mis dedos se doblan y mi espalda se arquea en lo alto de la cama cuando llego a mi climax. Cuando vuelvo a bajar Travis afortunadamente me da un par de minutos para recuperar el aliento y calmar mi corazón acelerado antes de moverse contra mí una vez más. Con un gruñido cerca de mi oído se entierra profundamente dentro de mí con más fuerza cada vez, me está presionando tan fuerte que está tomando todos mi esfuerzos para evitar que me empuje y me levante del rollo de cama por completo, luego con un último duro empujón gime su propio climax en mi oído.
Agotado se derrumba encima de mi. Sin importarme su peso total sobre mi cuerpo, lo abrazo disfrutando de su cuerpo presionando con fuerza contra el mío, su corazón acelerado latía rápidamente contra el mío. Todavía puedo sentirlo retorciéndose dentro de mi y mis musculos internos palpitando acaloradamente a su alrededor cuando nos hace rodar con suavidad a los dos para que este boca arriba y yo sea la que este encima de el. Ambos sintiéndonos saciados y contentos y sin querer realmente perder la conexión que nos tomó tanto tiempo concretar, al final nos quedamos dormidos aún unidos, su corazón que palpitaba suavemente debajo de mi oreja me adormecía.
Es una prisa y mucho tiempo a la vez, pero por ahora el tiempo simplemente se detiene para nosotros: Dos amigos que ahora se vuelven amantes para siempre.