La mañana siguiente me levanto motivada y con fuerzas renovadas. Me visto con una blusa blanca de pico en v que deja a la vista mis pechos mucho más de lo acostumbrado. Una falda negra estilo lápiz que me abraza el culo, con medias pantis hasta el muslo sujetas por ligueros, que si tan solo me inclino un poco quedaran a la vista. Ato mi cabello en una cola de caballo y me observo en el espejo. Estoy lista para un nuevo día. ―Hoy vas dispuesta a matar, ¿verdad? Cada vez que te veo con una cola alta siento que ganarás una guerra.―Dice Jesse caminando a mi lado mientras vamos via a NK. Me río. ―Esa es la idea, Jesse. Voy a hacer que esté tan enfermo de verme en todas partes que me quiera sacar de su vista. Ella niega con la cabeza y rie. Jesse se ha convertido en mi complice, y au