Con el corazón latiéndole a mil por hora, la respiración de Linny se agita porque espera que en verdad el conductor de ese auto sea Graham
"Oh por favor, por favor, por favor, que sea Él..."
"Que sea Graham."
Greg observa a la niña desde lejos que esta de pie observando sin reservas hacia el único auto que se encuentra en el estacionamiento a esa hora.
Pero el conductor no sale del auto y la chica que esta de pie en la puerta exclama.
"Oh lo siento, no sabía que estaba cerrado ya!"
"Solo quería dos helados, por los que son tan famosos ustedes..."
"Podrían venderme uno por favor?"
"No perdón, dos helados, por favor, por favor?"
La chica ruega con las manos juntas.
"Yo la atenderé Linny."
"Tu puedes terminar de recoger tus cosas."
Greg habla hacía la chica y se prepara para atender a la chica joven quien salta en su lugar como una niña pequeña.
"De acuerdo jovencita, dígame, de que sabor serán sus helados para llevar?"
Cuestiona Greg a la rubia escasamente vestida con sencillo short de mezclilla muy corto junto con un top n***o.
"Huuummmm yo quiero un helado de vainilla..."
Después, la joven se gira para abrir más la puerta y gritar algo al conductor del auto.
"Oye Biers, de que quieres tu helado?"
"De fresa o chocolate?"
Ese grito dejó helada a Linny en la cocina a quien se le escapa el trapo de cocina de las manos con el cual estaba secando algunos platos.
"Chocolate o fresa Biers?"
"Por que no bajas para que elijas tu mismo el sabor?"
La chica rubia sigue gritando, por lo que tanto Linny como Carlos se acercan a la ventana muy interesados en ver hacía afuera.
Greg ruega porque sea otro Biers.
Linny ruega porque sea Graham Biers.
Un hombre alto, de cabello café claro con algunos mechones plateados por las canas, de unos cuarenta y tantos años baja del auto cuando lo apaga.
Vestido solo con una playera polo blanca, bermudas negras y sandalias negras en sus pies y lentes oscuro, Graham Biers sale del auto.
Linny siente de pronto que todas las lágrimas que no se había permitido llorar se le acumulan en sus ojos.
"Quiero un helado de fresa, bebé, de fresa."
Tanto Graham como Linny repitieron esa frase.
Graham escucha que alguien más habló desde dentro del restaurante, por lo que busca a la propietaria de esa voz.
Tanto Él como la chica no pueden creerlo!
"Linny!"
"Dios mio, Linny, por fin!"
"Al fin te encuentro!"
"No puedo creerlo...Linny!"
"Linny Janders!"
Sin importarle el dolor en sus pies, la chica se lanza a los brazos de Graham quien la abraza paternalmente.
La joven permite que sus lágrimas se deslicen por sus mejillas.
Abrazandola fuertemente, Graham la consuela a la joven que solloza lastimeramente.
"ssssshhhhh nena, todo está bien, todo está bien ahora."
"Nada nos volverá a separar, no permitiré que te vuelvan a apartar de mi lado."
Con esa declaración, Greg baja la cabeza derrotado porque sabe que su mesera estrella esta a punto de dejarlo.
Y se llevará su buena suerte con ella.
Con la cabeza fuertemente enterrada en el pecho de Graham y rodeando con sus brazos el torso del hombre, Linny se siente, al fin, segura.
De pronto, la colonia de Graham penetra con violencia las fosas nasales de la jovencita.
Una nueva arcada y oleada de nauseas.
Linny se apartó lo más rápido que pudo de Graham para correr de nuevo al baño tapándose la boca con su mano.
Graham se quedó anonadado con su reacción la igual que la chica que no entendía nada.
Greg también se extrañó del comportamiento de la chica al igual que Carlos, quien había salido de la cocina cuando escuchó que Linny estaba llorando.
"Greg, que le ocurre a Linny?"
Suspirando derrotado, Greg le indica que deben de hablar en ese mismo instante.
Carlos pone el letrero de "CERRADO" en la puerta.
La rubia se acerca a Carlos para pedirle su helado y el joven se alegra de poder tener a esa joven hermosa para charlar un minuto.
Graham permanece de pie mirando la "habitación" que había ocupado en el tiempo que ella había estado trabajando en ese lugar.
"Entonces me dices que ella llegó hace como un mes y medio aproximadamente?"
Graham cuestiona a Greg.
"Así es Graham."
"Nadie la trajo, ella llego sola."
"Y me pidió un empleo solo en lo que tu aparecías, aunque le dije que..."
"Bueno, le dije que no habías estado en el restaurante desde hacía bastante tiempo."
Graham toca las pocas cosas que Linny tiene en ese lugar...
"Ella llegó como si hubiera estado viviendo en el desierto o en algún lugar muy polvoso..."
Graham siente una punzada de rabia y tristeza al escuchar eso.
"Está bien, gracias Greg."
Linny se sentía mejor después de volver a toser infructuosamente en el excusado.
Solo había sido la horrible sensación de querer volver el estomago.
Cuando descendieron las escaleras, Graham pudo ver a a la chica sentada en una silla sin quitarle la vista de encima.
"Linny."
Los brazos del amigo de su madre se abrieron para que ella pudiera refugiarse en ellos.
"Nos vamos ya pequeña Linny?"
Graham la abraza ignorando por completo a la rubia que sigue coqueteando con Carlos.
"Primero..."
Linny titubea un poco.
"Graham, debo dinero a dos personas..."
"Podrías prestarme algo de efectivo para poder pagarles?"
Graham se sorprende por las palabras de la joven quien está un poco pálida.
Graham observa su cabello opaco, su tez más morena debido al sol...
"Le debo a Greg y a Braulio, el camionero que me trajo hasta este lugar."
"Prometí pagarles tan pronto te encontrará."
"Por favor Graham."
Greg sea acerca a ellos negando con la cabeza.
"Ya te dije que no me debes nada, de hecho, esto es tuyo."
Greg le extiende su paga en sobres a Linny.
"Entonces, podríamos dárselo a Braulio?"
"Con este dinero podría pagar su amabilidad y lo que gatsto en comida en mi esa madrugada."
Graham afirma levemente.
Linny marca el número de Braulio con ansiedad.
Para su buena suerte, el camionero no está lejos del restaurante.
Braulio le comenta a Linny que llegara en tan solo veinte minutos, aproximadamente.
"En verdad no quieres llevarte nada de tus cosas Linny?"
Graham le pregunta a la joven que no le ha soltado la mano en todo ese tiempo.
"No, nada de eso quiero."
"Trish, mi compañera tal vez lo pueda usar."
Asevera la joven.
"Es cierto!"
"Debo de hacerle una carta de despedida a Trish!"
"Ella fue muy amable conmigo!"
Saltando con alegría, Linny fue hasta la oficina de Greg para tomar un hoja y un bolígrafo.
Dejando la nota de despedida en el lugar junto con todas sus escasas pertenencias, Linny echó un último vistazo a su dormitorio por más de un mes.
Cerró la puerta con alegría con la esperanza de no regresar nunca más.
Cuando descendió las escaleras pudo ver el camión blanco de Braulio que se estacionaba.
Del lado del conductor la puerta se abrió y cerró.
El hombre que había salvado a la niña apareció por la puerta.
Linny presentó a Braulio con Graham y este último le agradeció todo lo que había hecho por ella.
"Sabe que lo haría con gusto de nuevo, no es verdad Linny?"
La joven feliz asiente mientras que abraza a Graham con afecto.
La rubia y Carlos intercambian números de teléfono cuando Braulio vuelve de nuevo a su cabina de conductor.
Esta vez, la preocupación que sentía en su pecho desde que había dejado a Linny sola en ese lugar se desvanece cuando observa a la feliz joven despedirlo con la mano.
Por más que lo intentó, Braulio no pudo convencer a Linny o Graham de que no podía aceptar su dinero.
Ellos insistieron tanto que terminó cediendo.
Y era una cantidad mucho más alta de todo lo que había gastado en comprarle comida a la chica..
"Nos vamos?"
Le preguntó Graham a Linny.
"Es lo que más ansío Graham."
"Ir contigo a casa."
Linny quería regresar a esa casa donde paso tantos años de felicidad absoluta.
"Andando."
La rubia esta vez sube en el asiento trasero del auto debido a que Linny ocupa el lugar privilegiado del copiloto.
En el restaurante, Greg y Carlos observan la escena.
El Corvette rojo ruge cuando sale del estacionamiento para mezclarse con el trafico de los demas autos.
"Y así se marcha mi mejor camarera..."
Se queja un poco Greg exhalando.
Carlos camina hasta Él para ponerle la mano en el hombro al gerente, quien también es su amigo.
"Y yo no quiero pensar en lo que Trish dirá cuando le comentes que ella será la única camarera..."
"De nuevo."
Ese era un enorme problema para Greg.
El anuncia de "Se solicita camarera" fue colocado en la puerta delantera.
Por pura casualidad una jovencita lo leyó.
Ella tocó la puerta justo en el momento en que Greg terminaba de colocarlo.
"Podría darme informes del anuncio de la puerta por favor?"
"Estoy buscando desesperadamente trabajo!"
La chica de cabello castaño sonríe ampliamente derritiendo el corazón de Greg con esa mirada.
"Claro, pasa y te daré mas informes."
Greg pensó que su buena suerte tal vez, no lo había abandonado por completo.
Después de dejar a la chica rubia, una amiga, muy joven cabe recalcar, de Graham en su departamento, Graham y Linny se ponen en marcha hacia la casa.
La joven está sumamente feliz de estar en compañía de Graham quien es más su tío materno.
Graham se debate si preguntarle o no a Linny donde estuvo todo ese tiempo.
***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión.