• Regla número 14. No confíes en todo lo que ves, la sal también parece azúcar. Ariadna. De nuevo en Londres. De nuevo en la ciudad con la que tanto soñaba de pequeña y en la que he sido feliz. O eso creía. Ahora miro hacia atrás y veo que... podía haber dado más de mí. Podía haber aspirado a más, podía haber luchado más, podía haber mirado más hacia arriba, haber sido más ambiciosa, más egoísta conmigo misma, más libre, más soñadora... más... yo misma. Me visto con una falda de tubo negra, una camisa celeste de seda y unos Louis Vuitton en color n***o. Me aplico serum en las ondas que me he hecho en el pelo y me rocío un poco de perfume. Estoy lista. Cojo mi bolso y detengo un taxi para que me lleve a mi cafetería favorita. No voy a dejar de hacer mi vida. Me siento en mi