•Regla número 15. No todos los finales son felices. Oliver. El sol del mediodía me daba en la cara mientras me tomaba unos huevos rotos con salmón en mi cafetería favorita. Era una de mis inquebrantables rutinas y no la cancelaba por nada. Cuando levanto la vista me quedo sin aliento. Una preciosa castaña estaba parada delante de mí con un mapa en las manos. Tiene una bonita piel pálida. Va vestida informal. Unos vaqueros que se le ciñen a las caderas realzando sus bonitas curvas, unas cómodas Converse y una ceñida camiseta blanca con el logo de un dragón y la frase: No soy una princesa, soy una khaleesi. Sonrío. Se quita la americana negra y la cuelga en las correas de su mochila de piel negra. Tiene una nariz pequeñita y respingona, unos labios carnosos y apetecibles con un