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2045 Words
—Excelente, León, no jodo más.— Anuncia con un pequeño guiño de ojo. El fotógrafo que los estába esperando hizo las tomas rapidísimo, y para alegría de la castaña no había sido ella quién había tenido que tomar dichas fotos. Habiéndo tenido que hacerlo demás de una oportunidad en el pasado, para con su hermano y para con los boxeadores que su padre tenía bajo su baa. Siendo un gran alivio que no había tenido que fotografiar al musculoso, teniendo en cuenta que no había mucha química entre los dos, y menos que menos paciencia por parte de León para con ella y las actitudes poco amable es con las cuáles se trataban entre ambos. —Genial.— León sisea por lo bajo, y el fotógrafo ni siquiera lo escucha. Pero Noah se da cuenta de forma inmediata de que no está a gusto con lo que tuvo que hacer, y que necesita salir del foco de atención en el menor tiempo posible. —Las fotos quedaron bárbaras.— Le habla a Noah, quién recién llega hacía ellos. La misma se estaba deleitándo con el paisaje, le encantan los aviones y le hubiera gustado saber más de ellos, manejarlos o algunos de sus funcionamientos, y es por eso que tampoco ponía mucho interés en la sesión de fotos, ya que al contar con un fotógrafo profesional y no tener que hacerse cargo de dichas imágenes, prefería poder disfrutar de ese momento antes de ingresar al avión para compartirlo con su propia soledad y tomar alguna que otra fotografía que pudiera llegar a subir a sus r************* . —Espero que sirvan para la campaña y que eso incentive a la firma a poner un poco más de dinero para el sponsoreo.— Murmura achinando sus ojos y observando la pantalla de la cámara que él está mostrando. —Tenias razón de que iba a ser bastante difícil.— Susurra bajitos. Noah muerde su labio inferior, subiendo levemente sus hombros. —Si, igualmente eso pasa con todos los boxeadores, al único el que le gusta estar frente a las cámaras es a mi hermano.— Chasquea la lengua con aquél pequeño latiguillo hacia el mayor. —Y lo hace muy bien.— Le guiña un ojo. Ella sólo sonríe conforme mientras el fotógrafo continúa mostrándole las fotos, bajo la atenta mirada de la castaña que termina de consumir su café prestando atención a dichas imágenes. Lo más probable es que luego tuviera que elegir alguna de las mismas para poder subir a las r************* del gimnasio, y de su padre, para continuar incentivando a que el público apoye a su reciénte estrella. —¿Están buenas, verdad?— Sube sus cejas divertido. Noah asiente saliendo de su distracción y se adelanta a abservar lo que le dice el fotógrafo, es cierto, en las fotos León se ve espectacular, y eso qué, aún, no están editadas... De cualquier manera el pensamiento de que León se ve bien de cualquier manera llega a su cabeza fugazmente sacándole una sonrisa. —Hiciste un gran trabajo, cómo siempre. —Niega con la cabeza y relame sus labios una vez que termina de pasar las fotos. Y para cuando se quiere dar cuenta y elevar su vista hacia el jet privado que los espera en la pista, y el que fue participe de aquella dicha sesión de fotos para la campaña publicitaria, se encuentra con que solamente están ellos dos en la pista junto con los operarios y trabajadores del aeropuerto. Su hermano y León ya se encuentran acomodados en sus asientos, y se entera de aquello por un rápido mensaje de w******p que Enzo le envía, y es por eso mismo que muerde su labio inferior, dándose cuenta de que está, probablemente, demorando el despegue. Y luego de ese simple gesto se despide cordialmente del fotógrafo de la aerolínea y sube dando un último suspiro. Noah traga saliva observando a su alrededor, al haber ingresado a dicho avión, colocando su cartera en el primer asiento que ve libre, y volviéndola a quitar de forma inmediata al darse cuenta de que el asiento continuo era ocupado por la bestia Black. Teniendo más que en claro que ninguno de los dos quería compartir un viaje, por más corto o largo que fuera sentado al lado del otro, y gracias a que ella era la que había llegado tarde y subido última, sería la que escogiera otro lugar que estuviera disponible para su confort. —Las fotos salieron muy bien y quedaron conformes, espero eso nos atraiga más dinero a la cuenta de los sponsors.— Murmura hacia Enzo. Quién chasquea los dedos de su mano derecha y la señala con una media sonrisa de costado, estando por demás orgulloso del trabajo que hacía a todo momento su hermana por aquel equipo. —Fue divertido, y estoy más que seguro de que León quiere seguir sacándose fotos con cualquier tipo de sponsor.— Murmura señalando a León. El cuál no hace más qué colocar sus ojos en blanco. Noah muerde su labio inferior, entendiendo perfectamente que no era su ambiente y reconociendo que era obvio que él no quería sacarse aquellas fotos, y que había estado haciendo un esfuerzo verdaderamente sobrehumano para poder tolerar la sesión. —Disfruten el vuelo.— Canturrea hacia Enzo, apoyando una mano en su hombro y avanzando más hacia atrás. Todos aquellos movimientos que estaba haciendo, los hacía bajo la atenta mirada del rubio, sin siquiera darse cuenta de que estaba siendo observada por él. A favor de León, que tampoco entendía porque la estaba mirando de aquella manera. ~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~~⁠>⁠`⁠)⁠~⁠~⁠~ —Tengo hambre.— Se queja el castaño cuando aterrizan. Su hermana se ríe y niega con la cabeza. —¿No me digas?— Canturrea al observarlo burlona. No era ninguna novedad qué tuviera hambre, ya qué Enzo siempre quería estar comiendo. León sigue cómo en el inicio del viaje, con sus auriculares puestos y sus ojos concentrado en la ventana, nada más que eso hizo, no durmió, no bebió nada, y tampoco charló con nadie... Noah lo había analizado breves segundos antes de despegar y luego, entre medio cuándo les sirvieron unos pocos tentempié para pasar el viaje y no podía evitar ese bichito de curiosidad de querer entrometerse y acotar o insistir en que consumiera algo. —¡Ey, más respeto!— Enzo lleva una mano a su pecho fingiendo estar dolido. Ella se levanta y toma su cartera ofreciéndole una barra de cereal que su hermano devora en instantes, causándole risas a la mismísima Noah y a su padre, para sorpresa de todos. Dicho sea de paso, Alaric es el primero en bajar junto con el masajista... Noah le sigue y luego, Enzo y León, despidiéndose estos últimos tres de la tripulación con una agradable sonrisa. —Esos son los vehículos.— Noah señala hacia adelante en cuánto tienen sus maletas de mano. Siendo un enorme privilegio poder saltarse la fila de recolección de maletas teniendo las de ellos en el jet y a su libre disposición. Dos autos los esperan, ya que los antes dos mencionados primero irán a conocer la arena, y a charlar con viejos amigos, en cambio León, Noah y Enzo pueden ir directamente al hotel en dónde se van a hospedar. —¿Uhm?— Enzo arquea sus cejas al no haber prestado atención. —¿Todavía comiendo?— Se carajea negando. Su hermano sube sus hombros. —No es suficiente pero se agradece.— Murmura aún tragando el último pedazo. León se saca los auriculares y toma su mochila con más firmeza, manteniendo su rostro serio tan característica en él. —Almorzamos en el hotel en breves, asi no te morís de hambre.— Propone con algo de gracia y burla en su voz. Él asiente tomando sus cosas y viendo que no se olvidan nada... —¿No nos falta algo?— Achina sus ojos. Se toma las palabras de la castaña muy en serio ya que de verdad tiene hambre, pero siente qué algo de bulto falta a su alrededor. —Las valijas las tienen ellos.— Mira su reloj y sale encontrándose con un las vegas nublado y a punto de llover... Enzo la sigue después de haber palmeado la espalda de León en un gesto amable. Y así cómo Noah lo había predicho las valijas y el bolso de León estaban en un carrito especial en el aérea vip esperando por ellos, el carro lo tomó el castaño buscando la camioneta qué sería de ellos, ya qué no no había rastros ni de Alaric ni de Joseph. —Es esa, te dije.— Señala nuevamente al mismo lugar. Enzo sólo bufa cuándo ve la camioneta. —Se suponía que era Jeep.—Se queja y rueda los ojos. León hace el mismo gesto burlándose de él internamente... La castaña lo mira dándole las llaves con su peor cara de disgusto por su comentario. —Es lo que había.— Achina sus ojos al hablar. —Te recuerdo qué es canje, si querías una jeep hubieramos traido la tuya... Cuándo sea tu pelea te conseguís el auto que quieras.— Refunfuña y abre la puerta de atrás para subir allí y dejar a León adelante para más comodidad. Este último ayuda a Enzo a subir las valijas al baúl de la Mercedes Benz, observándolo seriamente. —Fui un imbécil.— Se maldice y mira a León, quién asiente con una mueca en su rostro, manteniendo su postura neutral. —Tener hambre me hace sentir estúpido.— Niega con la cabeza riendo mientras cierra el baúl. Noah coloca sus ojos en blanco cuándo él castaño cuándo todos están adentro le envía un beso volador a su hermana con una tierna sonrisa desde el espejo retrovisor. —Gracias por organizar todo siempre, perdón pero es que tengo hambre y todo me molesta.— Susurra. Siendo esa es su manera de disculparse por la forma de hablar que tuvo antes, que no lo decía del todo cierto, pero un poco de su capricho salió a luz... —No es nada.— Aprieta sus labios y envía un mensaje al hotel para que este preparado todo. Dos guardias van a cuidar el piso en el que los cinco van a dormir durante estos cuatro días... —Espero les gusten las habitaciones, sino podemos cambiarlo.— Asegura moviéndo sus manos nerviosa. Enzo asiente mirando al camino. —Va a estar perfecto.— Le asegura guiñándole un ojo. —Con una cama me conformo.— Anuncia León. Ella sólo asiente y mira en su dirección, en el momento exacto en él qué León también la está obsérva, ambos se miran por unos instantes qué parecen eternos. La castaña decide mover su vista hace el frontdesk, ya qué no puede evitar sentirse, todavía, incomodada ante la mirada tan azul del rubio... —¿Conocías las Vegas, bestía?— Enzo cuestiona risueño. León niega con la cabeza y mira todo a su alrededor, prestando mucha atención a los custodios que van a estar a cargo de ellos. Siendo qué se siente completamente fuera de lugar e incómodo... Pero lo oculta bastante bien tras sus facciones tan serias... - —¿¡Ves!?— Mira su hermana con una sonrisa y ella lo mira sin entender bien que está queriendo decir. —¡Mientras tengamos tiempo después de entrenar podremos ir a pasear para que León conozca la ciudad!— Canturrea con más ganas de salir qué cualquiera de los tres. Noah asiente, mientras aprieta sus labios. León hace caso omiso a las palabras del castaño dándose cuenta de qué acaban de llegar a dicho hotel.
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