—Bien... Usted manda de cualquier manera.— Dice con algo de recelo.
Alaric se ríe y asiente mirándolo divertido, aúnque, a el rubio no le hace nada de gracia la situación, detesta que le den ordener y no será la primera vez qué discute con una persona por eso.
—Tenes que aprender a controlar la ira y las ganas de aniquilar a lo que tenés adelante, en tu carrera profesional no va a ayudarte de mucho. Respeta los tiempos, descansa, alimentate y entrena de manera consciente, León, es la única forma en la qué vas a lograrlo.— Sisea señalando a su alrededor.
—Yo se pelear.— Escupe inflando su pecho. —Y qué me hagas descansar no va a cambiar las cosas, por algo fue qué me buscaste por tantos meses, algo tengo que estar haciendo bien.— Sisea rodeando los ojos.
Alaric observa a su hijo de reojo y luego se ríe, subiendo sus hombros. —Te aseguro que si, se llama disciplina y es lo que vas a aprender día a día entrenando conmigo y mi gente.— Lo señala comenzando a enojarse.
—¡Genial!— Escupe frustrado.
Enzo solo sonríe burlón.
—Reglas son reglas, está no es la mierda del underground al qué estás acostumbrado.— Lo señala frunciendo su entrecejo. —Un claro ejemplo lo vas a ver hoy con Kalesi, lo arruinó todo y ahora vive en las cuevas.— Se burla al decir su nombre.
Enzo se pone serio y cruza los brazos algo tenso, León no pasa por alto aquel gesto, pero cómo no e algo qué le incumbe no dice absolutamente nada al respecto.
—Algunos preferimos el anonimato, Melle, no nos interesa la disciplina. Y tampoco le tengo miedo a un idiota qué no supo manejar la fama, puede qué fuera bueno, pero no es mejor qué yo.— Escupe sin emoción.
El entrenador chasquea la lengua y niega con la cabeza...
—Ganarle no va a ser muy dificil, hace mucho no se presenta, y tenés qué mantener eso a tu favor.— Escupe Enzo al ver que su padre no responde.
El mismo se encuentra hechándole un vistazo al trabajo que Noah le entrego hace quince minutos, teniendo qué reconocer qué se encuentra bastante conforme con lo que está leyendo, a tan sólo dos horas después de que se lo haya pedido.
—Tiene algunos puntos débiles que jamás pudo cambiar, y qué no lo hará a esta altura del partido.— Explica señalando las hojas que su padre le pasa.
León acepta dichos papeles y deja la botella a un lado del suelo ya vacía y los lee atentamente. —Parece que lo conocen lo suficiente, más bien parece su maldita hoja de vida...— Murmura releyendo.
—Fue uno de mis chicos.— Explica Alaric sin mucha emoción.
León alza sus ojos hacia ambos. Aquello lo había tomado levemente por sorpresa, ya qué no había escuchado su nombre nunca y por ende era extraño, ya qué todos los campeones qué habían pasado por la mano de Alaric eran por demás conocidos.
—¿Y por qué no es campeón del mundo?— Relame sus labios maldicioso ante su pregunta.
—No supo lidear con la fama, entre otras cosas.— Se burla y rasca su frente no queriendo tocar mucho dicho tema. —Espero lo contrario de vos, no lo arruines cómo lo hizo él.— Sisea de manera tosca.
La bestia continúa observando dicho documento, no creyendo qué el mismo fuera tan completo.
Alza su vista hacia Enzo por unos instantes y vuelve a las hojas qué tiene en su mano. —Peleaste con él...— Achina sus ojos y lo mira.
Recuerda haber visto un especial en nueva york de ellos dos, en aquellos momentos en los qué vivía en un hogar normal junto con su familia, antes de que sucediera la catástrofe qué los destruyó a cada uno de ellos.
Enzo asiente mientras se levanta del banco, da a entender que por eso conocen las falencias del morocho a la hora del combate, pero ninguno de los dos responde.
—Tomemos un cafe.— Propone cuándo su padre los deja solos.
—¿Ahora?— Lo mira incrédulo.
No quiere pasar tiempo de caridad con él, sólo quiere entrenar y no tiene idea de a dónde se fue Alaric.
—Él no te dejará volver a entrenar hasta qué te alimentes y descanses.— Le hace saber señalando a su padre a lo lejos. —Ademas tengo algo de información qué puede ser útil si sabes cómo usarla dentro del cuadrante.— Explica pasando una mano por la comisura de sus labios.
Enzo quiere que kalesi pierda por lo que está dispuesto a pasarle cualquier dato que le sea de color al rubio.
—Ya vuelvo.— Toma las hojas y la botella, encaminandose a los vestuarios.
Enzo aprovecha aquél momento de soledad para enviarle un rápido mensaje de w******p a su hermana.
Para Noah: —¿Te enojas si vamos en autos separados? Tengo un huesito después y no voy a llegar a mi hermanita en el medio.—
De Noah: —"Para nada, voy con el auto y aprovecho a irme apenas termina, te veo allá."—
Sonríe al ver su respuesta, luego guarda el teléfono en sus bolsillos deportivos y agradece llevarse bien con su hermana.
Desde hace dos años que son más unidos que nunca, nada que ver a lo que solían ser, pero en vez de lamentarse aprovecha y recupera el tiempo perdido, siendo más qué consciente en qué la vida es una sola, y todo se puede ir al demonio si no se lo aprovecha y cuida.
Y Enzo, desde hace algún tiempo qué ya no es de lamentaciones, sino qué de vivir la vida.
Pasa una mano por su rostro, quitando viejos pensamientos del pasado, y se encamina hacía la cocina para nada improvisada qué tienen en el piso.
Toma asiento frente al mostrador y pone a hacer café para León, mientras lo espera que terminé de bañarse y cambiarse.
Toma de la mini heladera unos sandwich de miga que sobraron de la mañana y los coloca en la mesa de no tan buena manera cómo lo haría la castaña.
Aprovecha que hay bastantes y lleva dos a su boca saboreando cada bocado qué da. —¡Qué delicia!— Sisea con la boca llena.
El entrenamiento le abre muchísimo el apetito y no puede negarse a unos riquísimos sándwich de jamón y queso y jamón crudo.
Carraspea cuándo ve venir a lo lejos a León, el mismo sale de los vestuarios con las misma sudadera negra de siempre y con su bolso semi vacio.
Desde que su hermana le comentó algunas cosas que notaba sobre él, ahora Enzo comenzó a prestar atención a esos detalles, pero lo deja pasar para poder comentarle los puntos débiles de su contrincante en la noche de hoy...
Aúnque, la curiosidad que le pegó Noah respecto a León no puede evitarla...
Y lo peor de todo es que no lo está haciendo a modo de chisme, o de burla, si no para qué en caso de necesitarlo poder ayudarlo con lo qué sea qué este pasando y no quiera o pueda decir...
Por más que para el mundo sean chicos que lo tienen todo, el tener dinero o encontrarse en una buena posición económica y haber tenido una buena educación no significa tenerlo todo.
Enzo lucha día a día con la presión que su padre le pone, él tiene que ser el mejor en la mma, y no puede negarse en ningún momento a seguir las reglas de juego que Alaric carga sobre él.
De todos modos son concientes de qué no tienen la culpa de haber perdido a su mamá y a sus hermanos en el accidente, pero al Alaric los hace que eso sí parezca verdad, y gracias a eso se genera una mayor presión en cada cosa qué sea pedida por él.
Tanto del lado de Noah cómo de Enzo, aúnque, este último intenta cargar con toda aquella presión para liberar a su hermana de tantos pedidos.