León remoja sus labios sintiendo la obligación de pasar una mano por su nuca para distender la atención que siente en estos momentos.
Y a pesar de que está muerto de sueños no hace más que a sentir con la cabeza, para poder darle la tranquilidad a su mejor amigo de que va a responder a algunas de sus preguntas.
—No, sólo la traje hasta la casa.— Traga saliva.
Nick arquea sus cejas escuchando seriamente sus palabras y no pudiendo creer que sea la misma persona que tiene enfrente, la que esté diciendo que llevó a la castaña hacia su hogar.
—¿Vos llevaste a la hija de tu entrenador a su casa?— Se carajea. —¿En su propio auto de lujo?— Agrega risueño.
León suspira dirigiéndose hacia el sillón, no estando de buen humor para tolerar chistes de ese modo.
—Lo siento, es que esto es demasiado extraño para mí, y tenés que darme la razón de que me cuesta comprender un poco toda esta situación.— Insiste siguiéndolo.
Y luego lo señala.
—Ademas de que sigue siendo lo suficientemente extraño el hecho de que estés completamente bañado y perfumado, teniendo en cuenta que se suponía que venías de la pelea.— Agrega al echarle un vistazo de arriba a abajo.
—Me bañé en el gimnasio, y después vine para acá.— Explica tirándose en el sillón, dispuesto a descansar un poco su cuerpo.
Y si había alguna posibilidad al respecto de descansar también su mente, quería aprovecharla en este preciso instante y no desperdiciar ni un sólo segundo.
—¿Y eso fue antes de que ella te persiguiera o eso fue después?— Sonríe manteniéndose de pie a un costado del sillón de brazos cruzados.
Tenía que admitir que era un completo cotilla, y que no lo estaba haciendo tan sólo por la diversión de saber respecto al chisme, le preocupaba con muchísima demanda cómo es que había sucedido todo aquello y la estabilidad mental que León podía tener en estos momentos.
—Fue después.— Bufa entre cerrando los ojos.
—¿Podes dejar de responder con inútiles monosílabos?— Demanda alzando sus manos. —¡Necesito saber qué carajos te está pasando para poder ayudarte, y antes de que me detengas y me digas que no necesitas mi ayuda, eso me importa una verdadera mierda, sos mi mejor amigo y necesito saber que estás bien mentalmente!— Escupe y lo observa fijamente.
León cruza sus ojos para con los de él y coloca ambas manos en su rostro, tirando hacia abajo el mismo en un gran gesto de frustración.
—Estoy bien, descubrí que me estaba siguiendo, y me arrepiento de no haberlo descubierto con antelación, pero ya había caminado unas treinta cuadras, era obvio que no podía ir a una plaza, cómo pensaba hacer para poder darte el tiempo que necesitaras.— Explica colocando sus ojos en blanco.
Y es en ese preciso instante en el que Nick quiere golpearse para sus adentros al escuchar aquello, esperaba que León pudiera ir a un bar o que continuara la fiesta de su celebración de la pelea con el grupo de gimnasio, cómo se suponía que tendría que hacer.
Luego, le había ganado la calentura por completo y si había olvidado de que su mejor amigo no era simpatizante de regodearse junto con otras personas, y menos que menos, iba a ir a celebrar y a festejar con la familia Melle.
—Tranquilo.— Le hace saber ronco.
No necesitan ver su rostro para saber que se estaba arrepintiendo por completo de haberse acostado con esa mujer, y lo que él le quería hacer entender es que no tenía la culpa, ni tampoco la obligación de hospedarlo en su departamento.
Nick alza sus manos sin poder dejar de sentirse así.—Carajos.— Maldice.
León niega. —En fin, la descubrí e intenté ver qué quería lograr, y cuándo me di cuenta de que estaba más perdida de lo que ella misma podía llegar a admitir tuve que acercarme.— Escupe rodeando los ojos y queriéndole sacar tensión a cómo es qué Nick se encontraba.
Y parece que lo logra, por el momento, ya que su mejor amigo se vuelve a interiorizar en el tema de de Noah.
—Eso debió de ser lo suficientemente vergonzoso.— Muerde su labio inferior.
—Parecia un conejito asustado.— Se carajea y Nick suelta una carcajada al respecto, de la misma manera que lo está haciendo el músculoso.
—¿Cómo fue que lograste llevarla vos hacia su casa y no que ella fuera la que condujera?— Sube sus hombros.
León infla su pecho. —Los mismos que te dijeron que me vieron junto con ella y un auto costoso fueron los que estaban a punto de ir a robarle, o al menos acosarla.— Explica alzando levemente su mano.
Nick frunce sus labios. —Tienen suerte de estar con vida.— Murmura.
—Si.— Responde pensativo.
No era de esas personas que se interponían en las cosas de los demás, pero tampoco era un enfermo que iba a dejar que violaran o acosaran a una mujer.
Y había sido por eso que había salido a su encuentro, aprovechando el encontrarla espiándolo, para llevar eso hacia su beneficio y que los demás se espantaran de tan sólo saber quién se trataba la persona que estaba con ella.
—Supongo que eso explica un poco las cosas, y ya que no me vas a querer decir porque tenés el pelo mojado y lo más probable es que no te hayas acostado con ella, cómo ya me lo dejaste en claro con anterioridad, voy a suponer que te permitió ingresar al gimnasio para que te pusieras más cómodo.— Sonríe levemente.
León traga saliva y hace una mueca con su rostro no muy convencido. —Respecto al no haber explotado con ella, quizás lo hice levemente y di un poco de información por demás.— Bufa observándolo por primera vez hacia los ojos con total sinceridad.
Nick entre abre sus labios observándolo de la misma manera, y esperando a que él pueda proseguir con su explicación.
—No le dije quién era, solamente le dije que no tenía un lugar fijo dónde vivir y que dejara de meterse en mi vida, probablemente no se lo dije de esta manera pero más o menos fue algo así.— Sube sus hombros.
—¿Probablemente?— Niega suspirando. —Carajos, León.— Maldice mordiendo su labio inferior.
—No quiero hablar de eso ahora, lo único que logré es que ella me tenga más pena de lo que ya me tenía, y además incrementar su curiosidad.— Sisea tomando uno de los almohadones para utilizar cómo almohada.
Nick observa la hora en su reloj pulsera y alza las manos dando el tema por sentado.
—No te frustres por eso y no dejes de ir al gimnasio, acordate de lo que hablamos el otro día.— Propone con un pequeño guiño de ojo.
León asiente tragando saliva y no vuelve a salir otra palabra de sus labios. Siendo la salida de escena de su mejor amigo para dejarlo descansar.
En algún otro momento podrían llegar a hablar sobre el asunto y poder obtener un poco más de información al respecto, siendo que de esa manera podría llegar a ayudarlo al momento de saber cómo actuar y reaccionar para con la castaña, teniendo en cuenta que comenzaba a mover fibras demasiado intensas en su mejor amigo y eso no era para nada bueno.
No con las reacciones que tenía la bestia Black al momento de explotar cuándo algo le molestaba por completo.
Sin importar si fuera hombre o mujer.
Cuándo se nublaba su coherencia veía todo rojo.