Paris y Henry se aseguraron de que nadie los viera juntos en su auto, por esa razón la dejó un par de calles antes de llegar a la universidad, tal y como hizo con Madison. Eran cerca de las nueve de la mañana cuando Paris llegó a la universidad y en el pasillo rumbo al salón de clases de Sebastián se encontró con Christina. La joven sostenía algunos libros de teoría del arte en sus manos y mostró una sonrisa altanera al tiempo que pasó junto a Paris. Christina avanzó hasta el escritorio de Sebastián, colocó su bolso sobre este al igual que su bolso y se sentó en su silla, recargó su espalda en el respaldo acolchado, cruzando también una pierna por encima de la otra. Paris observó a su compañera y rodó los ojos, para nadie era un secreto que Christina estaba interesada en el profesor d