Las manos de Henry presionaron la tela del vestido con estampado de cuadros que ella usaba esa tarde, con firmeza, como si quisiera evitar que ella se soltara de su agarre, aunque soltarse era lo último en lo que Madi estaba pensando.
Madi rozó la tela del abrigo de Henry con sus manos, con lentitud subió por sus brazos hasta colocarlas sobre sus hombros y comenzó a retroceder sus pasos cuando él comenzó a guiarla hasta el piano.
Henry tomó a Madison por la cintura y la subió en el gran instrumento, por inercia ella separó sus muslos permitiendo que Henry se colocara en medio mientras ella lo rodeaba con sus piernas.
Las manos de Henry acariciaron los muslos desnudos de Madi al tiempo que ella comenzaba le retiraba la bufanda y después comenzó a desabrochar su abrigo, este pronto cayó a
