Madison colgó la llamada con París luego de decirle todo respecto a Henry, mordió la uña de su dedo pulgar y de inmediato comenzó a pensar en que pasaría en ese salón de música cuando se retiró de ahí; cada segundo que pasaba sin que París le llamara y le dijera que ocurría con Henry parecía ser una eternidad. Madison ordenó al chófer que envió su padre llevarla al café de Paris, ese era un sitio que solía tranquilizarla y ahí podría esperar a que llegara la noche para ver a Henry, aunque por supuesto, esperaba ver antes a Paris. Madison se retiró su abrigo una vez dentro del lugar y saludó a Nick con una sonrisa amigable. —Deberías de trabajar aquí —mencionó Nick, pues Madison pasaba gran parte de su tiempo en ese lugar. Eran horas las que ella solía ir a ayudar a su amiga y aunque en