No había en ella, indudablemente, nada que pudiera considerarse vulgar. Mientras lloraba, le había parecido casi una criatura pequeña que se había visto metida en problemas por alguna falta que no había cometido. Se descubrió sintiendo lástima por ella. ¿Cómo era posible que se hubiera encontrado a punto de suicidarse, sólo porque no tenía dinero ni tampoco qué comer? ¿Cómo era posible que hubiera estado dispuesta a morir para no enfrentarse a la indignación de él? ¿Cómo era posible que hubiera deseado dejarle en libertad? El Marqués estaba acostumbrado a tratar con gente de todo tipo. Se había destacado como un excepcional oficial por la forma en que cuidaba y comprendía a los hombres que tenía bajo su mando. Y ahora estaba casi convencido de que Valessa no lo estaba engañando. Tambi