Presente de Thomas.
De desperté a mitad de la noche para ir a buscar agua al refrigerador, cuando volví a la habitación aproveché para observarla mientra bebía del vaso en mi mano. Su cuerpo estaba envuelto en mis sábanas y había sacado una de sus piernas para refrescarse, su pelo tapaba sus pechos y parte de su rostro.
Deje el vaso sobre el velador a mi lado para volver junto a ella, metí mi brazo bajo su cuello y la atraje junto a mí para sentir su calor, pero al minuto siguiente me estaba montando. Mi sangre fluyó hasta mi aparato en un par de segundos...Pero al parecer ella solo quería dormir sobre mi, porque no volvió a moverse.
Traté de calmar mis ganas de volver a estar dentro de ella. Pero sentir su cuerpo así, no ayudaba mucho. La bajé de mi con cuidado. Y me levanté para vestirme, saque el primer pantalón de buzo que encontré dentro del armario y tomé una de las mantas que había en el piso y fui a tenderme al sofá. Cuando por fin me estaba quedando dormido, una luz me despertó. Elli se había levantado para usar el baño seguramente y no tardó mucho en regresar
—¿que haces?—preguntó suavemente. Mientras caminaba desnuda hacia mi, parecía una maldita afrodita.
— cuando me levante al baño, no quise volver para no despertarte— mentí
— esta bien..., ahora puedes volver, si planeas ir a trabajar.. deberías dormir bien ahora.
Me senté envolviendo mi espalda con la manta que había llevado y me acerque a ella, la tome en brazos.
—y tu te vas a c******r ahí parada.
La tendí suavemente en la cama mientras me metía con ella y la abrazaba. Seguí con mis dedos las líneas de sus tatuajes alrededor de sus hombres hasta conciliar el sueño.
Dormimos abrazados el resto de la noche. Cuando sonó mi alarma al dia siguiente, la apague y me quedé casi media hora pensando en si debía faltar o debía quedarme. Hasta que Elli me empujó fuera de la cama.
— ¿que haces?, tu alarma sonó hace rato, ¿acaso no piensas ir? — habló mientras se giraban para dormir del otro lado.
—¿te quedarás a esperarme?
—hmm... debo ir a mi casa.
—entonces creo que no iré — contesté volviendo a la cama para abrazarla
—Anda.. si quieres voy a buscar ropa y vuelvo, pero debo ir —dijo mientras se daba la vuelta para mirarme.
—¿porque no traes todas tus cosas y te quedas aquí conmigo.
—¿porque no dejas todo y te vas de viaje conmigo?- preguntó sentándose en la cama con una sonrisa burlona.
—¿porque no puedes?— contesté ignorando su pregunta.
—Porque tengo mi casa y tu tienes la tuya. Dijimos que empezaríamos de cero, Y de cero no es acostarnos un día, vivir juntos al segundo y tener un hijo al tercero —dijo mientras comenzaba a cabrearse.
—pero tu ex podría atacarte de nuevo y no voy a estar ahí. — contesté como si solo pensara en ello por precaución.
Al parecer lo había olvidado por completo hasta ese minuto y quedó pensativa unos minutos.
—iremos por tus cosas, todas...—dije levantándome de la cama y cogiendo el celular para hacer una llamada.
—pero no..
La interrumpí antes de que dijera algo más:
—no es como que seamos solo amigos y lo sabes.. sabes que no podemos dejarlo en cero..
Salí de la habitación y alguien contestó el teléfono del otro lado.
—Buen dia René...Creo que tendré que tomar mis vacaciones desde hoy... si, surgió algo .. lamento no haberte avisado con anticipación...gracias
Para mi buena suerte, René era un buen amigo, y ya que tenia mis vacaciones pendientes aprovecharía de tomarlas.
Entré de nuevo en la habitación y Eloisa seguía sentada sobre la cama con la sábana cubriendo su pecho.
— Solucionado. Me iré a duchar y luego iremos por tus cosas. — Le dije mientras me acercaba a ella para besar su frente.
No contestó, algo seguía craneandose en su pequeña cabecita.
Me saque el buzo y me metí en la ducha. Me volvía loco, de mil maneras diferente. ¿Quizás estaba sintiendo que la quería aprisionar al tenerla cerca?, era lo más probable. Tampoco me entendía, sabía que estaba siendo irracional, pero no daría marcha atrás.
Salí de la ducha , me lave los dientes y fui a la habitación para vestirme. Elli se había vuelto a acostar.
—¿ y donde dormiré?—preguntó sin desenterrar la cara de la almohada al sentirme en la habitación.
—aquí.. conmigo, Acaso..¿Quieres dormir en el sofá? —Pregunté mientras elegía una polera al azar.
— si.—contestó mientras se levantaba de la cama y buscaba dónde guardaba las toallas.
Sonreí, era orgullosa y le gustaba retarme, y a mi me gustaba ponerla a prueba. Nunca daba su brazo a torcer, aunque estuviera muriendo, no lo haría. Ella jamás perdía.
Terminé de vestirme y la esperé con el desayuno listo. Cuando por fin salió de mi habitación, Había usado una de mis camisas para usarla de vestido; era una de manga cortas con llamas en los bordes inferiores de la prenda, y con uno de mis cinturones habia atado su cintura para darle forma, y su pelo estaba separado en dos trenzas largas que pasaban la cima de sus pechos. Caminó hasta el sillón donde aún permanecia su mochila y de ella sacó su short y se lo puso frente a mi, para luego tomar la taza de café que sostenia en mi mano.
— Estoy lista.
Cuando llegamos al pequeño apartamento, no había mucho más que una cocina, un refrigerador, una tele y una cama. Y su mochila estaba casi intacta; guardo lo poco que tenía afuera de ella y salimos del lugar.
Tocó a la puerta de al lado y salió una viejecita de unos 70 años para contestar.
— buen día señora Blanca, Quería entregarle el departamento —le dijo Elli con una voz cariñosa.
— mi niña.. ¿ya te vas?.. ¿y el es tu novio?— preguntó sonriendo y le dio un pequeño codazo juguetón a Elli.
— buen día señora Blanca —respondí
—no te preocupes mi niña. Yo se que tu eres una buena muchacha., déjame las llaves no mas...cuídate, y que les vaya bien — se despidió de Elli con un abrazo y unas cuantas palmaditas en la espalda.
Cuando caminabamos hacia la salida le quité la mochila a Eloisa, pesaba bastante. ¿Como era posible que cargará tanto peso un cuerpo como el suyo?. Al principio se negaba pero pronto perdió el interés por qué se la devolviera.
—ya que no somos cero... ¿Por qué no me llevas a una cita? — Preguntó de pronto.
—lo haré, pero iremos a casa a dejar tus cosas primero que todo— Contesté rápidamente, eso me daría tiempo suficiente para pensar en algún lugar para llevarla.
Cuando subimos por el elevador hasta el último piso, Elli salió disparada hacia los ventanales gigantes que nos rodeaban.
Caminamos alrededor y cada tanto miraba por los binoculares disponibles en el lugar.
"se ve la cordillera desde aquí", "no logro encontrar mi casa..", "¿tu ves la tuya?", "mira, ese es el estadio.."
Eran algunos de los tantos comentarios que hacía mientras miraba fascinada.
— mañana te toca a ti llevarme a una cita, los hombres igual merecemos que nos lleven a una.
Dije sentandome en el suelo a su lado miraba ella seguia viendo por un binocular los alrededores de la torre.
— te mereces una cita. Y te daré una como la de hoy.
Luego de eso,caminamos por la ciudad tomando helado mientras las luces que alumbraban las calles de prendían una a una. El cielo poco a poco iba perdiendo color, y los letreros de la ciudad iban ganaban los suyos.
—¿Por qué no contestaste mis llamadas?— preguntó, mientras sentia que a mi se me helaba la sangre.
—tu madrastra me dijo... que habías dejado tu celular —comencé a decir lentamente.
Mientras analizaba mentalmente la maldad de algunas personas como Antonella, como era posible que fuera tan manipuladora, ni siquiera se apiado por la notable pena de su esposo respecto a su hija.
—dijo que era ella quien me había estado llamando para saber si estabas quedándote conmigo.— continúe.
Terminé diciendo la última parte algo avergonzado por haber caído en las mentiras de aquella señora, yo sabía de ante mano la clase de persona que podía llegar a ser Antonella, pero nunca me pasó por la mente que me estuviera mintiendo con algo así.
— hmm... eso explica porque no las devolviste, pero no el porque no las contestaste en primer lugar.
— fue algo tonto realmente... al llegar me quede dormido, al día siguiente fuimos de viaje y me fui con el celular descargado. Lo siento.— Dije, mientras metía mi mano izquierda en lo profundo del bolsillo de mi jeans .
—¿Por qué no volviste a llamar?
—¿habrías contestado?,...las cosas no podrían haber sucedido de otra manera. Eso es todo— dijo resignada.
No pude dormir en toda la noche. Había sufrido e intentado olvidar a Eloisa. Por culpa de una mujer que odiaba a su hijastra. Quería ir a encararla y decirle a su esposo la clase de arpía que tenia a su lado.
Al dia siguiente, después de varias estaciones de metro, una micro y una caminata un tanto empinada bajo el sol de primavera. Llegamos al lugar que Elli había elegido para nuestra cita de hoy.
Subimos una pequeña escalera mientras nos deleitabamos con el paisaje y la arquitectura del templo ante nosotros.
Recorrimos los alrededores y nos sacamos una foto junto a la gran pileta mientras en el fondo se alzaba el famoso templo ba'hai.
Entramos en el lugar y guardamos nuestros teléfono. Nos acomodamos en las bancas al lado de un gran ventanal con vista a un pequeño jardín trasero. Nos quedamos en silencio por largo rato, solo apreciando el lugar y su silencio.
—¿porque te fuiste en primer lugar? —era mi turno de las preguntas dolorosas.
—hmm, problemas familiares— respondió alzando sus hombros; al parecer esa pregunta era dolorosa solo para mi.
— ...¿Por qué conservaste el anillo todos estos años?— pregunté solo por curiosidad pero al parecer esa pregunta era mucho más sensible que la anterior.
—hmm..Al principio lo guarde porque quería mantener nuestro compromiso, después... para recordar el amor que te tenia, otras.. porque te odiaba, ...al final,ya era tan parte de mi...que lo guarde, era lo único que me quedaba como parte de mi pasado... y representaba todos los momentos felices que había tenido.
Mientras hablaba acariciaba el anillo en su pecho. Y sus ojos amenazaban con llover con cada recuerdo que llegaba a ella. Acaricie su mejilla que aun mostraba las secuelas de un ataque cobarde.
La abracé. Deseaba protegerla, deseaba pegar cada parte de ella que se había roto por culpa de otros. Deseaba ir tras de cada una de las personas que le habían robado un poco de su luz.
Me separó después de unos minutos, y aviso que ya era hora de la comida. Salimos de ahí para sentarnos en una mesa dispuesta para el picnic y de nuestras mochilas sacamos lo que habíamos preparado en la mañana.
Servi un poco de té en la tapa del termo para compartir y tomé el trozo de brownie que Elli me ofrecía.
— ¿está rico?–preguntó mientras observaba mi rostro buscando pistas.
—¿y por qué no lo pruebas tú?
Sonrió maliciosamente y contestó:
—porque tu eres el conejillo de indias para mis postres. .. ¡ya dime si te gustó!
La besé y asentí con la cabeza.
—si, esta rico .