Pasado de Thomas.
Me levante temprano, me bañe y arreglé. Fui a la cocina y saqué un poco de pizza que guarde de la noche anterior y salí en busca de algún regalo para que Elli me perdonara. No quise llamarla tampoco, quería sorprenderla. Ademas, era temprano. No quería hacerla enojar más de lo que ya estaría conmigo por despertarla tan temprano en plenas vacaciones.
Compré unas rosas rojas y una caja de chocolates. Esperaba llevarla al jardín Japonés y llevarla a comer comida japonesa a un local tradicional cerca de ahí.
Toqué a la puerta.
—Hola Tommy
—Hola Nadi..a - Pensé bien antes de terminar su nombre.. había estado a punto de llamarla como lo hacia Elli.— ¿podrías llamar a Elli por favor? .
Una mano la apartó de la entrada.
— ¡Tommy!, que haces ahí parado..,entra, entra.—dijo feliz por mi visita Antonella.
—venía a ver a Elli— dije lentamente.
El padre de Elli extrañamente estaba en Casa para ser día lunes, había estado esperando a mitad de la escalera. Se acercó y me tomó de los hombros.
—Thomas, ¿pensabamos que estaba contigo?, ¿desde cuando no hablas con ella?—preguntó notoriamente preocupado.
Su rostro lucia como si no hubiera dormido en días y los años le habían llegado de golpe en una noche.
—eeh.. el Sábado estuvo todo el día conmigo. Luego de eso.. la dejé en la estación...— contesté preocupándome y
Recordando las muchas llamadas perdidas que tenia.
—me llamó varias veces pero no habia podido contestar...— dije arrepentido.
Antonella me tomó del brazo y me sentó junto a Nadia . Me quito las flores de la mano y se las entregó a su hija.
—¡Ay!, no te preocupes por eso. Esa fuimos nosotras. Nadia encontró el celular de su hermana en el desorden que dejó y te marcamos para saber si estaba contigo.
—dijo Antonella sonriendo.
—¿tienes su celular?—preguntó el Padre de Eloisa.—¿porque no me dijistes?..podríamos haber llamado alguna de sus amigas..
—Amor, no te quería preocupar más de lo que ya estabas— ninguna de sus amigas la ha visto. Pero seguro debe estar con algún familiar de su madre.— lo consoló
¿Familiar? , Elli había dicho que su madre era hija única y sus abuelos habían muerto hace mucho.
—sabes que no tiene nadie más— gritó desconsolado mientras tomaba su chaqueta para salir a la calle.
—quédate... justo íbamos a almorzar..¿tu almorzaste? —me preguntó Antonella mientras se sentaba a mi lado, sin inmutarse siquiera de li agobiado que se veia su esposo y enroscada mi brazo con el suyo y daba palmadas en mi mano omitiendo la existencia de todo lo demás.
—si señora, no se preocupe. Venía a ver a Mi Novia, pero si no está, será mejor que me vaya. —dije mientras me levantaba—gracias de todas formas.
Que había pasado para que se fuera sin aviso por tantos días. Salí al trote para alcanzar a mi suegro.
—disculpe, ¿me podría decir que paso?.—dije mientras llegaba a su lado.—ella solo tomo sus cosas y se fue hijo— explicaba moviendo su mano para enfatizar.
—¿Cómo?, ¿Se fue sin decir a donde?.
— si solo tomo sus cosas. No dijo nada más. Pero no me había preocupado porque pensaba que estaba contigo, muchacho.— repetía mientras se recargaba en mi para no caer .. o llorar.
—entonces hay que ir a alguna comisaría, ¿No?
—Ay muchacho...ya fuimos, pero no sacamos nada.. Elli ya es mayor de edad.
Llegué a mi casa. Miré el celular. ya no tenía caso contactarla por ese medio si del otro lado de la linea me contestaría Antonella o su hija. Por que no me dijo lo que estaba mal, pensé que al menos confiaba en mi.
Después de meditar lo que había pasado entre nosotros los últimos dias llegue a la conclusión de que se había arrepentido de casarse conmigo. Pero, ¿por qué se había ido?.., ¿por qué no dijo algo?..., ¿Por qué... me habia abandonado?...¡¿por qué?! , ¡¿por qué?! ,¡¿por qué.?!.
Cada fin de semana iba hasta su casa para preguntar si habían noticias de ella. Después de un par de semanas de darme cuenta que cada vez que iba Antonella trataba de convencerme de salir de alguna u otra forma con Nadia, preferí darle mi número al padre de Elli, así podria avisarme de cualquier noticia o pista de ella.
Después de no recibir noticia alguna de Elli en meses, decidí seguir con mi vida. Dolía pensar en que se había ido después de que le había abierto mi corazón de par en par.
Sentía que había jugado con mis sentimientos y se había burlado de mi.
Dedique los dos años posteriores a estudiar ingeniería comercial, pero no era algo que me gustará, así que lo dejé para trabajar y ayudar a mi madre.
—porque no seguiste estudiando Ingenieria. Eras bueno...que importa si no te gusta. Hubieras estado ganando más que ahora
—me sermoneo apenas me senté a la mesa un fin de semana para desayunar.
—mamá...,¿porque tengo que estudiar algo que no me gusta? — contesté mientras mordía mi pan.— ¿acaso te gustaria ver a tu hijo infeliz el resto de su vida por un trabajo que odia?– le dije aún con el pan en la boca.
—¡traga eso y después habla!—me reprendió mientras me daba un pequeño manotazo en la boca.
—mamá.. buscaré algo que estudiar de aquí a fin de año..., ¿contenta?—dije cariñosamente para complacerla.
—Eso espero.
Al año siguiente estaba estudiando Administración Empresarial. No era algo que me disgustara , ni que me agradará del todo. Solo lo hacia para que mi madre estuviera contenta.
—Hola ..Thomas, ¿cierto?.
Su voz era dulce y calmada, y su sonrisa era amable. Era alta, flaca y su cabello castaño estaba sueltosobre un sueter Rosa con perlas por botones, llevaba un jeans algo vintage. Era linda, se llamaba Sofia.
Sofia fue la primera persona con la que salía después de Elli. Comenzamos a salir con la excusa de hacer trabajos. Pero nos mentiamos a nosotros mismos. Mi mamá la aprobaba. Era su sueño hecho realidad. Sofia era la niña perfecta.
— ¡me encanta!, ella es muy señorita. Siempre quise una niña.. pero me salieron este par de tontos — solía decir a la vez que ponia sus ojos en blanco.
Salimos los dos años que duró la carrera, yo seguí para hacer la ingeniería un par de años más por insistencia de ella y de mi madre.
—¿porque no le has pedido matrimonio aún?— preguntó un día mi madre.
—prefiero sacar mi carrera primero , tener un buen sueldo. Y todas esa cosas.
—como se nota que nunca has salido con más mujeres... —respondió mientras entre cerraba los ojos desaprobando mi actuar.
—llevas casi cinco años pololiando con esa chica. Se va a terminar aburriendo de esperarte.—sentenció antes de irse.
Mi carrera era lo de menos, no podía pensar en la palabra matrimonio sin que se viniera a mi mente ese día en el parque.
Un par de meses después, la sentencia de mi madre se cumplía. Sofia al parecer si quería casarse, y soñaba con él típico cuento de hadas. Uno que yo no podía darle por mucho que tratara.
Deje mi vida sentimental de lado para dedicarme a trabajar, y mi escape comenzó a ser el gimnasio. Cada tanto alguna chica me acompañaba a casa, pero sus visitas eran fugaces. Preferí dejarle esas cosas al tiempo y dedicarme a cumplir alguno que otro proyecto. Después de tantos años por fin comenzaba a olvidar a Elli.
A penas vi que el reloj en la pared frente a mi mandaca las dos de la tarde, tomé mis cosas y salí del edificio. Odiaba los sábados. Me hacian pensar que perdia tiempo encerrado en una oficina rodeado de papeles.
Me saqué la camisa y la corbata para meterlas dentro de la mochila. Saque un poleron con cierre gris y me lo puse sobre la polera que traía.
Bostece y caminé hasta la estación de metro. Me puse los audifonos y le di play a "Alive" de P.O.D
Llegue a metro Toesca y baje al subterraneo. El tren estaba abriendo recién sus puertas así que corrí para alcanzarlo.
Me baje en estación Santa Ana. Solo para que el destino pusiera frente a mi a quien tanto traté de olvidar.